2024: El año del perdón peronista
El peronismo en Mendoza se encamina a elegir nuevas autoridades, en nombre de la unidad y buscando terminar con el eterno pase de facturas. ¿Podrán?
Sin la explosión mediática y los cruces públicos de internas pasadas, los muchachos peronistas se reorganizan priorizando la unidad, dejando de lado diferencias que aparentaban irreconciliables y ¿preparan lista de unidad?
La primera coincidencia entre los sectores que buscan dirimir la interna peronista, es que en su mayoría hablan en off. Reconocen diálogos privados entre sectores y reconocen la necesidad de trabajar en un proyecto en común y sobre todo, que ese proyecto sea netamente de Mendoza.
¿Candidatos? Nadie se anima a soltar prenda o fantasear candidaturas pensando en la elección legislativa de 2025. También, reconocen que la interna libertaria y la de sus socios eventuales (PRO, UCR), le dan cierto margen al peronismo para concentrarse en la organización del partido en Mendoza y priorizar la tan mentada unidad.
¿Qué es la unidad peronista hoy? En términos orgánicos, significa tener una sóla lista única en la conducción central y así evitar la elección interna, prevista oficialmente para el 1 de diciembre de 2024.
Tener un sólo candidato a presidente, presentado y proclamado de facto como máxima autoridad, el próximo 19 de octubre, permitiría transmitir cierto orden y terminar con el eterno pase de facturas en los departamentos, donde no está del todo claro que pueda haber listas de unidad al 100 por ciento.
Sin embargo, varios coinciden en que definir la conducción partidaria en octubre, daría margen para saldar lo departamental hasta diciembre.
Claro que ese candidato único a reemplazar en la conducción a Flor Destéfanis, debe tener ciertas características: Primero, debe representar a la mayoría, tener experiencia en gestión y una capacidad de diálogo inmensa que le permita acordar con todos los sectores internos: desde los azules, pasando por La Cámpora, los 7 intendentes del PJ y también con la CGT local (que el año pasado, tuvo una patita puesta en La Unión Mendocina).
Los nombres que reúnen esas condiciones, en la lógica peronista actual son 2: Emir Félix por trayectoria, experiencia en gestión y por encontrarse "libre", ya que no tienen ningún cargo ejecutivo y concluyó su mandato como intendente de San Rafael en diciembre del 2023.
El otro, es el intendente de Maipú, Matías Stevanato, quien representa a los intendentes y según algunas encuestas,es el peronista con mejor imagen en Mendoza. Sin embargo, algunos prefieren resguardarlo para 2027.
Otras de las coincidencias entre todos los sectores es que ésta vez el peronismo de Mendoza no quedará anclado a un candidato o referente nacional.
Si bien todos los sectores tienen su simpatía y pertenencia nacional, al menos en este proceso interno, con insistencia recalcan que la prioridad es Mendoza y entienden que sin candidatos posibles a nivel nacional, lo mejor es concentrar esfuerzos dentro de los límites provinciales.
Sobre la orientación que tendrá el PJ, después de años de kirchnerismo, se prevé una tendencia a fortalecer una ideología de "centro". Ni libertarios, ni de izquierda.
"Es importante recuperar el centro y a los trabajadores. Queremos recuperar peronistas que estaban idos. Algunos están volviendo a las reuniones informales, a distintas charlas departamentales", señaló una alta fuente del PJ.
Desde el 2011, con Francisco "Paco" Pérez, el peronismo mendocino no gana una elección a gobernador. Además, en la última elección del 2023, el PJ terminó tercero cómodo, por debajo de La Unión Mendocina, que captó a figuras como Jorge Omar Giménez de San Martín y Roberto Righi de Lavalle, históricos de ese espacio.
"Ese frente, que se armó en apenas 3 meses, logró ser más competitivo que el peronismo", se lamentan y reconocen otros.
Lo cierto es que, aunque el peronismo no brille, siempre está y la historia también muestra que siempre supo reconstruirse, ya sea a partir de un líder carismático, de una actualización en su orientación ideológica o simplemente por el "efecto arrastre" de un escenario nacional favorable, algo que no tuvo con Sergio Massa en 2023 y mucho menos con Alberto Fernández en 2019.
El 2027, aunque lejano, permite soñar.
Se vienen días de definiciones en el PJ de Mendoza y cuando faltan apenas 15 días para la presentación de listas, muchos actores parecen haber comprendido que el 2023 fue el piso en términos electorales y que sin unidad, seguirán acumulando frustraciones, divisiones y fugas de dirigentes a otros espacios políticos.
El tiempo y sobre todo las dos semanas próximas, confirmará si el 2024 podrá ser recordado como "el año del perdón peronista".