Una puerta abierta y el enemigo al acecho
En este caso, el exministro de Justicia y Seguridad Leopoldo Orquín nos habla de una inseguridad mayor, que está en vigencia: la pandemia.
Es público y notorio que, hoy por hoy, el tema del día es la pandemia de coronavirus covid-19, los efectos y medios que podemos utilizar para protegernos, que nunca serán suficientes hasta que aparezca una vacuna universalmente eficaz que nos proteja a todos.
Afortunadamente, en Mendoza, ya llevamos varios días, con algunas interrupciones, en los que los que los test realizados dieron resultados negativos.
Otro foco grave de preocupación de todos nosotros es sobre la evolución de una economía paralizada que va a producir cierre de empresas, desocupación y pobreza con efectos tan graves como los de la plaga.
Una de las soluciones que se ha implementado para que las empresas puedan seguir vendiendo es el ya conocido servicio de puerta a puerta que permite a las empresas vender y, a los particulares, comprar productos que antes podían hacer mucho más a gusto personalmente conociendo y seleccionando dichos productos .
Aquí, según mi opinión, surge un problema, pues si bien nos permite no salir de casa para comprar, también es cierto que a través de estos productos y de su envoltorio, el enemigo puede entrar a casa no solo en los productos que nos envían negocios cercanos sino también en los que recibimos de otras provincias o de la Capital Federal donde el bicho parece estar trabajando con más entusiasmo.
No sabemos quién pudo contaminar los productos o sus envoltorios manipulándolos sin guantes; quién tosió o estornudó sobre ellos mientras lo hacía. Personalmente, siento una gran desconfianza que quiero comunicar sin ánimo, por supuesto, de generar falsas alarmas.
Desconfío de estos paquetes y aún del diario de papel, que llega a mi domicilio de hace más de 40 años y que todavía sigo comprando para no perjudicar al "canillita" o repartidor, que es un amigo; pero, al diario no lo toco y prefiero leer las versiones online.
Creo que es el momento de reglamentar el sistema de "entregas a domicilio" para no dejar una "puerta abierta" para que el enemigo entre a casa. Hace pocos días algunos municipios quisieron poner en funcionamiento "túneles de desinfección" que consistían en la pulverización de personas con germicidas sin embargo, importantes instituciones nacionales e internacionales desaconsejaron su uso para personas y, los municipios, correctamente, desactivaron la iniciativa. Los mismos organismos reconocieron que el sistema podía ser apto para limpieza y desinfección de superficies y de objetos, siempre y cuando se tratara de productos autorizados y lo realizaran personas capacitadas para ello.
Por supuesto, no soy especialista en el tema no obstante, creo que es el momento de reglamentar esta actividad que no solo puede traernos objetos que necesitamos, sino que, eventualmente, puede traernos también el enemigo a casa.