Solidaridad y violencia

Elia Ana Bianchi de Zizzias pone en foco dos situaciones candentes de la Argentina de hoy, que nos definirán en el futuro como sociedad.

Elia Bianchi de Zizzias

La imagen de las dos pequeñas niñas que la naturaleza bravía arrancó de los brazos de su madre me provoca sensaciones encontradas de dolor ante la situación vivida por los pobladores de Bahía Blanca y de indignación ante la inoperancia de gobiernos que no escucharon los resultados de investigaciones que anunciaron que esto podía suceder.

Y, además, de políticos que aprovechan estas desgracias para hacer "política partidista" de la misma forma que los sindicatos salen a protestar ocasionalmente, según les convenga.

Son tantos los barrios inundados en la provincia de Buenos Aires y en otras provincias que da pena observar las casas y las familias desamparadas ante las contingencias climáticas que pueden ser solucionadas a pesar de tanta corrupción. Ver a niños inocentes jugando con los pies en el barro, con la inocencia de los niños, que ignoran la gravedad de los hechos, porque siguen viviendo el desamparo de la pobreza o la indigencia. Me pregunto ¿a qué escuela concurren ahora, quien los protege de posibles enfermedades?

Nuestro pueblo está experimentando la necesidad imperiosa de la solidaridad y eso me enorgullece. Pero no basta.

Simultáneamente, una multitud de depravadas barras bravas son autoconvocadas para "acompañar" la marcha de los jubilados. Y esta circunstancia, es aprovechada para sembrar el caos y la destrucción más loca y aberrante en la ciudad. La Policía trata de poner orden en esa horda de delincuentes, pero también padece ataques, no solo verbales, sino con piedras que obtienes de destruir el patrimonio de todos nosotros. 

Simultáneamente en la sala de diputados del Honorable Congreso de la Nación, algunos de nuestros representantes muestran una falta de respeto hacia personas y a la institución mostrando la cara más abominable de la política. ¿La ética de la función pública ya no existe? 

¿La política se transforma en el camino más rápido para obtener dinero y posiciones sociales? ¿Dejaron de representar a la ciudadanía que los eligió, para representar sus propios intereses? ¿Existe la disciplina partidaria o tendremos tantos "talentos individuales" funcionando en monobloques?

Pero vuelvo a ejercer mi rol de educadora, es difícil educar a niños y adolescente, en valores, cuando las redes sociales y los medios abundan en ejemplos de corrupción, vandalismo, muertes, miedo generalizado, inseguridad y la fantasía de la sociedad del espectáculo.

."Educar al Soberano" (Sarmiento) en tiempos de guerras, migraciones, inteligencia artificial, violencia, terrorismo, es un difícil desafío, pero no imposible.

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