Sin trampa
Esta fue la trampa qué la dictadura tendió arteramente a los argentinos. ¿Como sortear esta valla y encontrar el camino del diálogo y la paz en un mundo globalizado, violento y distinto al de esa época?
La invasión de las Islas Malvinas el 2 de abril de 1982 culmina el proceso del estrepitoso fracaso de las Juntas Militares. Solo su ignorancia de los poderes mundiales y el desconocimiento de las relaciones internacionales pudo concebir y hacer semejante empresa para lograr adhesión popular: "declararle la guerra al Reino Unido, y subliminalmente a la OTAN y a EEUU".
Esta fue la trampa qué la dictadura tendió arteramente a los argentinos. ¿Como sortear esta valla y encontrar el camino del diálogo y la paz en un mundo globalizado, violento y distinto al de esa época?
Esbozo una salida conocida: "la profundización de las políticas descolonizadoras en los foros internacionales, la diplomacia y la fuerte defensa de la paz mundial". Contamos con antecedentes favorables. La Resolución 2065 de las Naciones Unidas (ONU) votada el 16 de diciembre de 1965 reconoce a las Islas Malvinas como "territorio a descolonizar" y todo el arsenal internacional votado desde 1960, sobre descolonización.
Recordar esa fecha es el debido homenaje a los "héroes de Malvinas" y el camino pacífico para eludir la trampa nacionalista y patriotera de unos pocos y avanzar en la solución del último de los conflictos internacionales de Argentina. En paz, con diálogo, en democracia.