San Juan: alerta para oficialismos que se autoperciben "exitosos"

Los resultados de San Juan como dato para frenar y analizar qué está pasando en el resto de las elecciones en Argentina y qué puede pasar a futuro.

No todos los oficialismos son ganadores. De hecho, han sido derrotados ya parcialmente (en Primarias) o definitivamente en San Juan, Neuquén, San Luis y Chaco.

No todas las oposiciones beligerantes terminan triunfando. Lo vimos en Córdoba.

No todos los que se autoperciben con modales republicanos lo ejercen y viceversa: tampoco dejan de serlo algunos de los acusados de ser representantes de remanentes feudales: durante días Luis Juez no aceptó la derrota en Córdoba y, contrariamente, en San Juan el primero en llamar al opositor ganador fue Sergio Uñac, quien se abrió a la transición, reconoció su derrota de inmediato y se puso a disposición del ganador.

Podríamos seguir así desmintiendo a panelistas que desde la pantalla porteña, principalmente, trazan supuestas matrices de comportamiento social que terminan desintegrándose a poco de andar en el camino ineludible del voto secreto y universal que lo define todo, y en donde no siempre se impone el que grita más fuerte.

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En este camino, también hay que empezar a señalar que no todos los relatos de gestiones exitosas terminan siendo ratificados en las urnas: San Juan es uno de los ejemplos. Y algo que planteó el politólogo Andrés Malamud: no siempre los que se abstienen son los señalados como «republicanos» o "antisistemas": ¿y si los más leales a los partidos empiezan a ser los que rompen esa lealtad por sentirse traicionados, disconformes, no contenidos, etc.?

De tal modo, para seguir con la provocación a pensar qué se mueve en las profundidades de la sociedad, no vale sentarse en los laureles ni conformarse con su propio análisis de la realidad: los todo indica que los oficialismos deben ser más autocríticos y sinceros, pero centralmente, dejar de lado la soberbia y el egocentrismo como consejeros principales.

¿Qué se aplica de todo esto en Mendoza? El espacio que gobierna desde hace casi 8 años recibió una sorpresa interna que le termino otorgando una máscara de oxígeno que le permite animarse a pensar en continuar en pie, pero que le indica el padecimiento de una insuficiencia respiratoria importante para enfrentar la recta final. No aceptar la afección le puede resultar fatal.

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Mientras tanto, sí vale respetar al ciudadano, que finalmente, más allá de los talk shows en que se ha vuelto gran parte de la política y el periodismo, se muestra activo y despierto, dispuesto a cambiar, a elegir en lugar de resignarse a seguir las supuestas tendencias insufladas desde diversos sectores.