¿Por qué decimos "año nuevo, vida nueva"?
La mente humana es realmente curiosa: necesita plazos, límites de tiempo para detenerse y hacerse preguntas sobre la vida. De hecho, todos los días son buenos para hacernos la pregunta más importante que podemos hacernos: ¿soy feliz?
Pensemos a inscribirnos en un breve curso enteramente dedicado al deseo de aprovechar las oportunidades de crecimiento y de "cambio de rumbo" ...
Año nuevo, vida nueva, un dicho que encierra un deseo de cambio que, en realidad, puede sentirse en cualquier momento del calendario. Si bien es cierto que el comienzo de un nuevo año puede llevarnos a reflexionar sobre lo que queremos para nuestra vida futura, no es menos cierto que escucharse a uno mismo es siempre importante, por lo que esa "nueva vida" debería extenderse a todos los días, es decir, a un espacio de tiempo que aún está vacío para llenarlo de experiencias y entusiasmo.
¿Por qué decimos año nueva vida nueva?
Puede ocurrir que nos preguntemos cuál es el significado de "año nuevo vida nueva", olvidando la costumbre que nos lleva a pensar en este refrán de forma casi automática, sin reflexionar sobre lo que realmente significa para quienes lo decimos. La idea de un año que se acaba y de un nuevo período que comienza, acompañada del gesto de dejar de lado un almanaque para utilizar uno nuevo, puede incitarnos a reconocer, aunque sea en un plano puramente teórico, las primeras piezas de un futuro aún por descubrir.
No sabemos lo que nos espera, pero esperamos que sea un tiempo lleno de buenas noticias e, independientemente de cuáles sean nuestros deseos para los doce meses venideros, sabemos que en cada uno de ellos pueden esconderse muchas, muchísimas oportunidades. Puede ocurrir entonces que nos dirijamos a nosotros mismos este deseo, que parece poder expresar, de forma concisa y eficaz, la inquietud que acompaña a la anticipación de una incógnita que intriga y que parece constituir una oportunidad para un nuevo comienzo.
Y sin embargo, el deseo de volver a empezar puede asomar no sólo el 1 de enero, sino en realidad en cualquier momento del año. Puesto que «escuchar» lo que uno quiere para su futuro es siempre importante, independientemente de la fecha, tenemos que aprender a practicar la reflexión sobre las oportunidades que la vida pone a nuestra disposición en cada momento, no sólo en el cambio de año.
¿Qué entendemos por Vida Nueva?
Si reflexionamos, parece oportuno preguntarse qué significa para uno mismo "una nueva vida" y, sobre todo, hasta qué punto uno se compromete con sus objetivos, por un lado, evitando dejarse llevar por el peso de las expectativas y, por otro, siendo tenaz para poder alegrarse del crecimiento personal al que puede conducir la adquisición de responsabilidades, independientemente de los resultados obtenidos.
Si lo que deseamos es dar un giro a su vida profesional, podemos empezar a planteándonos seriamente la posibilidad de inscribirnos en un curso que le permita adquirir nuevas competencias, o profundizar en las que ya posee. Si hay un cambio de carrera a la vista, es bueno recordar que se trata de una transición que hay que abordar con absoluta serenidad, y con entusiasmo por los estudios que se van a emprender.
"Nueva vida" también puede ser sinónimo de mudanza, tal vez a otra ciudad o incluso a otro país, para regalarse una permanencia en el extranjero que permanecerá en la memoria como un preciado recuerdo. Añadamos a la lista la oportunidad de elegir dedicar parte de nuestro tiempo a los demás, regalándonos en primer lugar una experiencia voluntaria, y también la posibilidad de mudarnos con un ser querido.
El año 2024 está por terminar nos ha lleva a mirar un poquito para atrás y hacer balance de lo vivido en los últimos meses. La mente humana es realmente curiosa: necesita plazos, límites de tiempo para detenerse y hacerse preguntas sobre la vida. De hecho, todos los días son buenos para hacernos la pregunta más importante que podemos hacernos: ¿soy feliz?