¿Cuál es la real piedra de tope que tiene hoy el desarrollo minero en Mendoza?
El gobernador hace anuncios en Canadá mientras encabeza la misión más ambiciosa desde 2005. Lejos de las sustancias prohibidas por la 7.722, aparece otro artículo de la mencionada ley como la real piedra de tope para la industria.
Destacando que en su primer período, entre 2015 y 2019 nunca fue al PDAC, Alfredo Cornejo le habló al sector minero argentino e internacional que se está dando cita en la feria minera más importante del mundo en Toronto, Canadá. Apuntó al corto mandato que tiene la provincia, sin reelección, como una dificultad para enfrentar planes a largo plazo como los que requiere la minería, pero dijo que en su segundo período está dispuesto a tomar riesgos para impulsar la actividad.
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Argentina concentra más atención que en períodos anteriores gracias a la figura de Javier Milei, la cual genera expectativa en el mundo y para casos como el de Mendoza, que intenta concretar un impulso minero con las restricciones de la ley antiminera, le da un empujón.
En lo concreto, el panorama es alentador por un lado y negativo por otro, porque al frente del impulso que genera Milei, se destaca la dificultad que existe para conseguir financiamiento para los proyectos porque el Mercado de Capitales está "malísimo" para todo el mundo.
Sin embargo, tras años de espera y del intento fallido de Suarez, sólo se puede decir que el empuje que está haciendo Cornejo es muy positivo y alentador, pero aún con muchos barreras que superar y que -en el caso de Mendoza- no sólo dependen de la buena intención y el potencial geológico.
En la cita minera en Canadá, Cornejo volvió a intentar bajarle un poco el perfil a las restricciones que genera la Ley 7.722, señalando que el 80% del cobre que se obtiene en el mundo es por flotación. Lo que quiere decir es que no se usan las sustancias prohibidades en el artículo 1° de la norma antiminera, algo en lo que -porcentajes más o menos- tiene razón. Sin embargo, el problema del desarrollo minero hoy ya no está en las sustancias y tampoco en el uso del agua, cuestiones que la ciencia y la técnica sepultaron (aunque algunos activistas y empresarios antimineros insisten en reiterarlas). El problema real que existe hoy es el filtro político.
Los actores de la industria minera consideran -claramente- que un escenario ideal para el desarrollo de la actividad sería sin la 7.722. Como no es así y sigue vigente, estiman que el segundo mejor caso sería sin el artículo 3°, el cual señala que toda declaración de impacto ambiental debe tener ratificación legislativa. Esa piedra de tope aún es muy fuerte y compleja para inversiones a tan largo plazo como las mineras.
En el Ejecutivo pueden tener razón en restar importancia a las restricciones por las sustancias, pero el filtro legislativo sigue siendo un dolor de cabeza. De hecho, la razón para que se apunte a tener una gran DIA de toda la zona de Malargüe Occidental es evitar, justamente, que cada inversor que venga a Mendoza tengan que pasar un filtro que resulta incierto, que depende del humor político y que no responde a razones técnicas. Aunque no lo dice explícitamente, Cornejo tiene claro que hoy ese es el gran freno que tiene el desarrollo minero que pretende llevar adelante y no las sustancias utilizadas.
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Ahora ingresará a la Legislatura la reforma de la Dirección de Minería y el Código de Procedimientos Mineros, proyecto que seguramente generará algún tipo de ruido, especialmente si se apunta a eliminar el Consejo de Minería. Sin embargo, la gran apuesta del mandatario provincial es liberar del filtro político para una cantidad importante de áreas mineras, favorecer la exploración y atraer inversores, siendo quizás uno de los proyectos más importantes que tendrá la Casa de las Leyes en materia económica durante el año.
Más allá de todo lo dicho, el artículo 3° de la Ley 7.722 seguirá siendo una piedra de tope, porque aún con buenos resultados en exploraciones y análisis posteriores de factibilidad, seguirá existiendo un paso que no existe en otro lugar del mundo, donde los procesos de exploración son muy expeditos y los permisos ambientales no llegan a instancias del tipo que tiene Mendoza.
Lo concreto es que la minería vuelve a ponerse al frente de la discusión legislativa y el Gobierno de Mendoza está decidido a avanzar con el desarrollo minero -por ahora- en el sur provincial.