Milei divide y el kirchnerismo reacomoda: 51% votaría a una oposición "firme" el año que viene

En este contexto, Cristina Kirchner continúa utilizando su rol de "escudo humano", mientras que Axel Kicillof busca afirmarse como un nuevo rostro del peronismo, generando tensiones internas. 

Según una encuesta de Zuban Córdoba de septiembre de 2024, la aprobación de Milei es del 42,3%, con una desaprobación del 57,3%. Además, un 37,9% de los encuestados votaría por un espacio que defienda a Milei en las elecciones legislativas de 2025, mientras que un 51,1% prefiere una opción opositora. 

Estos números confirman la polarización en el país, lo que obliga a los actores políticos a ajustar sus estrategias de comunicación.

Para el kirchnerismo, esta polarización es un campo fértil para reforzar su narrativa de resistencia. Cristina se ha posicionado como la voz que enfrenta las políticas de Milei, utilizando la confrontación como un mecanismo para consolidar su base, tal como lo describe Mario Riorda en su análisis sobre comunicación de crisis. Sin embargo, la falta de pronunciamiento de Kicillof sobre el liderazgo de Cristina en el PJ, y su foco en el "futuro" como líder alternativo, ha generado malestar en figuras clave de La Cámpora.

Por otro lado, la postura de Sergio Massa de "mirar desde lejos" la interna kirchnerista refleja su intención de mantener un equilibrio estratégico. Como advierte el massismo, "es unidad o balcanización", dejando claro que la fragmentación solo beneficiaría a Milei, quien sigue captando apoyo con su retórica de ruptura frente a la "casta política".

En resumen, la tensión entre el liderazgo de Cristina y el crecimiento de Kicillof se inserta en un panorama donde la comunicación política y el control del relato serán decisivos para la supervivencia del kirchnerismo en la era de Javier Milei