Macri y los "para qué" de un liderazgo
Josefina Canale evalúa aquí la clase magistral del expresidente Mauricio Macri a la que fue invitada. Los puntos relevantes del encuentro.
El sábado 3 tuve el privilegio de asistir, invitada por el G25, a una clase sobre liderazgo que dio el presidente Mauricio Macri en el marco de un EMBA en la Universidad de San Andrés.
Es la segunda vez que da este tipo de clase en Argentina, ya que suele darlas en el extranjero.
Fue una experiencia muy interesante: hizo un repaso en su vida y su trayectoria, comenzando con el relato de su secuestro como quiebre traumático que lo llevó a replantear su vida hasta ese día y decidir salir de la empresa familiar donde estaba "predestinado" para hacer un camino propio, primero en Boca, luego en la Jefatura de Gobierno terminando en la Presidencia de la Nación.
La charla, salpicada de anécdotas personales y de fútbol muy interesantes, se dividió en tres ejes principales: autoconocimiento, equipo y ejercicio del poder y liderazgo.
A continuación, algunas de sus ideas:
La primera tarea del líder es proponer un sueño y que el resto crea en él. Para esto hay que partir del autoconocimiento sobre todo para vencer al ego. Así vamos conociendo nuestro propósito, nuestro "Para Qué" y lo podemos comunicar. Este propósito evoluciona y cambia a lo largo de la vida.
Conducir es indelegable, pero al mismo tiempo es difícil que te presten atención. Es igual de importante en la vida comunicar bien como hacer las cosas bien. Lo que no sos capaz de comunicar alguien lo va a decir por vos y mal.
Con el propósito claro se empieza a convocar al equipo. Nada se consigue sin equipo. Para esto hay que elegir cuidadosamente a los integrantes que deben tener capacidad técnica y calidad humana. Sin embargo, en un equipo de 11 es mejor tener jugadores con 7 en capacidad pero que sepan jugar en equipo que tener jugadores con 10 de capacidad, pero conflictivos. Es mejor priorizar al equipo que las individualidades.
Una vez armado el equipo hay que asignar rol claro y empoderar a cada uno con su rol, pero el que preside marca el rumbo. Para conseguir esto es necesario:
- lograr que haya ámbitos donde la gente haga puesta en común. Reuniones de gabinete, retiros...
- que haya confianza, para esto se prioriza decir la verdad
- que quede claro que nadie está por encima de la institucionalidad.
Poder y liderazgo: es importante mantener los pies sobre la tierra y el equilibrio.
El líder debe dar el ejemplo, debe ser resiliente y una persona justa. Para esto debe conocerse a sí mismo y saber manejar su tiempo. Todos los días hay que levantarse sabiendo que hay dar y recibir, pero cada día tiene que tener su equilibrio. Para eso sirve apoyarse en la familia y los amigos que contienen, sin que pierdan el respectivo proyecto de vida. Es importante también el autocuidado, descansar, hacer deporte, meditar, el psicoanálisis, etc.
Círculo íntimo: armar una mesa que te equilibre y desafíe. Necesitas gente que te diga que no. Después se puede actuar de acuerdo con lo que aconsejen o no. Tiene que ser gente digna, independiente del poder y con confianza para decir no. Sin embargo, "cuando llegas a la máxima responsabilidad, todos llegan con problemas para que decidas. Y te das vuelta, y detrás tuyo esta la pared. Estas solo".
Para eso hay que volver al ciclo de autoconocimiento, equilibrio, apoyarte en los afectos y en tu círculo íntimo y seguir...
Siempre hay que recordar quién te dio el poder y PARA QUÉ. Hay que salir de la jaula dorada en la que el poder tiende a encerrarte. La finalidad es solucionar problemas que mejoren la vida de la gente. Sin evitar el conflicto, pero haciendo y haciendo lo correcto.
Luego de la clase tuvimos una charla mano a mano en donde hablamos de Mendoza, y de la necesidad de fortalecer el PRO, renovarlo con gente nueva y trabajar para que surjan nuevos liderazgos que dejen el ego de lado y con ganas de hacer y transformar.