Los desafíos de Argentina luego del desplome bursátil mundial
El desafío de Estados Unidos continúa siendo la reducción del déficit fiscal y la estabilización de los ratios de deuda para que la tasa de interés de largo plazo disminuya saludablemente. Para Argentina, la reducción del riesgo país y poder refinanciar sus deudas.
La caída de los mercados el lunes pasado pareció seguir a una lectura negativa de indicadores de actividad y empleo en los Estados Unidos: así muchos analistas revivieron al alza, la probabilidad de ocurrencia de un escenario de aterrizaje duro o recesión y una baja fuerte y apresurada de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal. Estas preocupaciones se dieron en conjunto con el desarme del "carry trade" en Japón por la suba de tasas en aquel país.
Los temores afectaron a los mercados emergentes en particular en los precios de la deuda y el tipo de cambio; en efecto un vuelo a la calidad de los inversores y una aversión al riesgo podrían hacer más desafiante el financiamiento. Ahora la situación parece haberse estabilizado ya que efectivamente la economía norteamericana se estaría desacelerando, pero no hundiendo y la Reserva Federal se encamina a iniciar el recorte de la tasa de fondos federales en septiembre en línea con la desinflación y con las expectativas, una baja de 25 puntos básicos.
El desafío de las autoridades económicas de Estados Unidos continúa siendo la reducción del déficit fiscal y la estabilización de los ratios de deuda para que la tasa de interés de largo plazo disminuya saludablemente.
En este contexto o en otro cuando pase el temblor, el desafío para Argentina sigue siendo la reducción del riesgo (hoy en 1600 puntos básicos) país y poder refinanciar sus deudas. Seguir pagando o intentar acumular reservas internacionales para pagar el capital de la deuda no tiene sentido económico, ni es eficiente. En nuestra opinión eliminar el déficit fiscal y la inflación- no expandiendo más que el dinero demandado- son consistentes con este otro objetivo. En el camino, el Gobierno busca dar certeza sobre los pagos de capital de su deuda en bonos en 2025, unos 5.800 millones de dólares y los intereses unos 3.000 millones de dólares , los que ya estarían cubiertos con los ahorros fiscales de este año y el saldo comercial del año próximo; en efecto Argentina probablemente vuelva a tener un superávit comercial importante en 2025 de la mano de una fuerte mejora del superávit energético y la ausencia de malas noticias para la cosecha agrícola.
El equilibrio fiscal por su parte debería ayudar a contener el crecimiento del gasto agregado que vendría con impulso del gasto privado; la baja de riesgo país es una tarea desafiante porque la reputación crediticia es mala y los progresos pueden desaparecer. Por ello las autoridades económicas han insistido en que estarán disponibles operaciones de Repo con títulos públicos para financiar los pagos de capital ;son operaciones de corto plazo como las que informó Bloomberg que permitiría tiempo hasta que Argentina pueda acceder a los mercados de capitales.
Pensamos que la priorización del ajuste fiscal y la baja de inflación no son una estrategia desacertada, si bien tan necesaria como poco sencilla; en efecto la reducción del gasto público y los resultados fiscales hasta el momento son auspiciosos.
La reciente aprobación de los cambios impositivos en Ganancias y Bienes Personales pueden dar sustentabilidad a consolidación fiscal si aparte se afianza la recuperación de la actividad económica y se pone en un contexto adecuado los proyectos legislativos como un nuevo cambio en la fórmula del ajuste de la jubilaciones. En esta línea, el último relevamiento de expectativas del Banco Central mostró, que al menos sus participantes comienzan a dar un poco más de crédito: según la encuesta los analistas, esperan ahora una inflación general promedio de 3.6% mensual en lo que resta del año un punto menos que el mes pasado.