Sin el equipo que apuntaló a Orozco durante 7 años, Las Heras se descompone institucionalmente

Las Heras está a la deriva. Después de un tiempo en que parecía que empezaba a caminar por el camino del progreso, un entramado de ambición, impericia, incapacidad y condimentos más graves que investiga la Justicia, dieron por tierra con la gestión. ¿Cuatro años más así?

Memo

Sin el equipo de trabajo que lo acompañó durante los primeros 7 años y medio, el intendente de Las Heras, Daniel Orozco, ve descomponerse su gestión, al extremo de que pasan cosas inadmisibles e inexplicables, como que dos perros hayan muerto electrocutados en una plaza, espacio destinado a la familia. Ya es dramático lo sucedido a los canes, ¿pero si hubieran sido niños?


Los perros electrocutados en una plaza en donde van niños. Toda una metáfora de Las Heras, hoy.

Los perros electrocutados en una plaza en donde van niños. Toda una metáfora de Las Heras, hoy.

Pocos imaginan cuatro años más así, como se está conduciendo -a los tumbos y con consecuencias dramáticas- la Municipalidad de Las Heras.

Puede ser cierto lo que usan quienes ahora acompañan a Orozco luego de que traicionara a su partido y echara a los que no aceptaron seguir ese camino: "Ahora denuncian porque están en contra". Pero también es verdad que si no hubiera nada que denunciar, no tendrían espacio. Y a diario pasa de todo, mal y el descalabro es evidente. Hay qué denunciar. Queda mucho por investigar. El clima está sumamente enrarecido, sea Orozco radical o demarchista, da igual.

Los conocedores de cómo se trabajó en Las Heras en los últimos años dan cuenta de que mientras Orozco repartía simpatía por los barrios o en numerosos viajes a Buenos Aires o al exterior, "le gobernaban" la comuna. Eso mantuvo una perspectiva de crecimiento y acción por un lado, y de contención y "campaña permanente" por otro, a su cargo. Los elogios que le daban los radicales era que había sido capaz de "gobernar como un peronista" en un territorio tradicionalmente vinculado al PJ.

Poco a poco, aseguran en los alrededores de la plaza Marcos Burgos, él mismo fue armando una especie de "Municipalidad paralela", duplicando funciones y distribuyendo decisiones para poder cumplir con todo lo que iba prometiendo por los barrios y sosteniendo su imagen en alto.

Ahora la gestión está resentida y la descomposición institucional es evidente. Orozco ya no solo no puede acompañar a su candidato a gobernador Omar De Marchi por la provincia, porque tiene a cada rato un nuevo incidente en su territorio, sino que no puede parar una cadena de estallidos que involucran a su gente y hasta comprometen a sus colaboradores más estrechos, incluyendo a su pareja, quien se mostró como víctima, pero sobre quien la Justicia no haya sino elementos que la involucran a ella como victimaria, tal como dijera en la semana el abogado de una de las víctimas.

El enrarecimiento del clima que se vive en los alrededores de su gestión son previos a su ruptura con la UCR, hecho que sucedió cuando no se le aceptó que llevara a familiares o afectos propios en candidaturas importantes. Ya antes se fue de su lado el encuestador líder de la consultora Zubán Córdoba. Nadie sabe qué vio o escuchó, o qué le pidieron. Pero se fue en silencio, luego de haber protagonizado eventos y acciones previas que los catapultaban como los asesores del camino de Orozco a la gobernación. Cabe recordar que el intendente fue quien renunció a su aspiración voluntariamente (algunos dicen que en forma apresurada) para darle paso a su por entonces admirado y respetado Alfredo Cornejo, contra quien ahora milita y usa todos los recursos a su alcance para ello.

En el último mes nos enteramos que en Las Heras se graban las llamadas entre funcionarios, se obliga a personal a portar micrófonos ocultos para grabar a otros debido a que las peleas internas no se resolvieron con la salida del intendente y un grupo de la UCR, sino que siguen dentro de La Unión Mendocina. Los audios con amenazas, órdenes a la militancia, llamados a copar las redes o a concurrir a actos se han viralizado y pocos los desconocen.

Janina Ortiz y Martín Bustos.

Janina Ortiz y Martín Bustos.

De paso, Orozco mueve funcionarios de un puesto a otro, como hizo con el presidente del Concejo Deliberante, Martín Bustos, su candidato a la intendencia, a quien puso como secretario de Obras Públicas, sin contar con antecedentes de formación para el cargo.

En esos movimientos, el mes pasado nombró a tanta gente en cargos altos, que sonaron las alarmas del control fiscal y le impidieron pagar los salarios al personal municipal, que tuvo que aguardar a un rápido reacomodamiento para que el banco pudiera liquidarles. Abuso e improvisación en medio de una situación que los vecinos miran azorados.

Lo de los perros y la gestión interrumpida no son poco. Pero hay algo grave que también sucede. Hay una denuncia en la Justicia de un abuso sexual a una empleada municipal por parte de un funcionario de la propia municipalidad, en el ámbito laboral, por la cual ya está imputado Franco Cortez. Una muestra de la degradación institucional es el encubrimiento posterior por más de dos años de ese hecho por parte de funcionarios de alto rango, entre los que podría estar el mismo Orozco y su pareja. Finalmente luego de ofertas, amenazas, humillaciones y presiones la víctima se animó a denunciar lo que había vivido. La causa está en plena investigación por parte de la Justicia.

Las operaciones entre sí se suceden, las acusaciones se filtran todo el tiempo y lo que se ve es una imposibilidad de reconstruir un equipo capaz de sostener una gestión a la altura de lo que demandan los vecinos.

¿Pasa esto en alguna otra municipalidad de Mendoza, en forma tan evidente? ¿Es normal o se pueden normalizar situaciones como estas? ¿Quién gobierna y para quiénes, con qué objetivos, detrás de tanta marginalidad política?

Aunque de asco, es bueno -siempre- que el pus salga, para que la infección se acabe. Y probablemente esa sea la metáfora de lo que se vive en Las Heras. 

Habrá que curarla para que pueda seguir caminando. Venía bien y se desmoronó. La tarea es reconstruir aquellas capacidades abandonadas, quien sabe por qué.

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