La culpable es la mujer

Emiliana Lilloy desmitifica el progresismo aparente de Pepe Mujica y le da respuesta al trillado dicho de que "las mujeres son más machistas que los hombres".

No es la primera vez que Pepe Mujica se lanza a opinar sobre el feminismo o las feministas con un tono despectivo y con mucha soberbia. Es que por más que sea Pepe Mujica, es claro que sus circunstancias personales y su trayectoria política no le permiten ver lo evidente: que no sabe lo que es el feminismo, ni lo entiende. Su desconocimiento es de fácil comprobación y puede deducirse de sus dichos públicos que van desde "el feminismo es un movimiento bastante inútil" hasta "y el último orejón del tarro lo componen las mujeres abandonadas con hijos, y el movimiento feminista no les da bola"

Aclarado que la maternidad, la crianza, el armado de redes de contención y los cuidados en general están en el centro de los debates, acciones y preocupaciones del feminismo, lo de la inutilidad del movimiento es tan básico que no merece explicación.

Así, siguiendo con esta conducta, el ex presidente de Uruguay ha dicho hace unos días que "hay feministas pitucas que tienen sirvientas a las que explotan..."

Justamente es este el pensamiento de quien no ha profundizado en el estudio y observación de la estructura social en que vivimos varones y mujeres y a la cual intenta desarmar el feminismo para lograr la igualdad. Un pensamiento que está incrustado en nuestras mentes y que reza: las mujeres a pesar de ser víctimas somos las culpables. En este caso, culpables de nuestra propia opresión, culpables de que nos endilguen el trabajo de cuidados y el hogar como una tarea obligatoria, y culpables de delegarlo en otra mujer (que también es culpable de dejar a su propia familia para ir a trabajar a otro hogar).

Otra forma de expresión de este pensamiento es la conocida frase que dice "las mujeres son más machistas que los varones"

Criticar a las mujeres por tener incorporados desde muy pequeñas valores machistas y transmitirlos a sus hijas/os es como criticar a un esclavo por cumplir las normas de su amo transmitiéndoselas a su familia para que no les azoten o maten. Lo mismo pasa con las mujeres: nos educan bajo ciertas normas y condiciones funcionales a un mundo en donde nos hacemos cargo del hogar y los cuidados para que los hombres puedan ocupar tranquilamente el espacio público. Luego, nos encargan la noble tarea de educar y hacer cumplir esos valores que nos oprimen.

Así, si los cumplimos a la perfección somos machistas (más que los hombres) y reproducimos el patriarcado. Si no los cumplimos somos malas madres, brujas, libertinas, inadaptadas, feminazis. No importa cómo ni qué hagas, en este sistema si eres mujer, siempre serás culpable.

Está claro que las mujeres somos machistas porque nacemos en una sociedad patriarcal y nuestras mentes están colonizadas. Ese es el truco de este sistema y la meta del feminismo es el despertar de todas nosotras y la creación de nuevas normas y valores que contribuyan a la igualdad. Mientras tanto, a hombres como Mujica podemos perdonarle muchas cosas, pero no el culpabilizarnos de nuestra propia opresión sin responsabilizarse de lo que a ellos les toca.

Esta nota habla de: