Quieren bastardear la Justicia

El abogado Pablo Giordano deja su opinión personal aquí en torno a lo que está sucediendo entre el Poder Ejecutivo nacional, la militancia que lo sostiene y la Justicia que juzga presuntos delitos de corrupción.

Pablo Giordano

No me sorprenden las barbaridades que expresa el Presidente, hoy por hoy, contra jueces y fiscales, que actúan conforme a derecho y no a presiones políticas impuestas, puesto que el cacique del ejecutivo posee mote de "voluble", el cual se lo gano por sus constantes expresiones en las cuales hoy dice A mañana B. Es simple... perdió credibilidad y por sobre todo seriedad, ello desde el día en que Cristina dispuso atarle a este un manojo de hilos que penden de una manija, por ella manipulada y que nos hace que seamos sometidos a un régimen anómalo semipresidencialista y no "presidencialista".


Podcast: Ronald Segura y el apoyo de fiscales de Latinoamérica a Luciani

Lo único que hace con sus alocuciones es estatuir que al poder de turno NUNCA le servirá una justicia independiente, sino dependiente, que falle conforme lo que exige el Ejecutivo para lograr el fin que constituye una de sus bases "impunidad", ya que cuando son inocentes tenemos una justicia ágil y eficaz pero cuando son culpables se trata meramente de "lawafare", un argumento trillado a criterio personal, puesto que los alegatos del titular de la vindicta pública (Luciani), no engendran ni un pelo de derecho penal de autor sino pura y exclusivamente de acto, si de acto es decir que se acusa la infracción a una conducta típica penal y no se acusa por las características e ideologías que ostenta determinada persona.

Allá por el año 1748, un notable individuo llamado Montesquieu fue quien materializo la división de poderes antes aludida, que vale aclarar ya había sido ideada por John Locke según refiere la historia, con el propósito de lograr un equilibrio y una cooperación entre los distintos poderes generando un sistema de "contrapesos", manteniendo cada uno su más preciado carácter, el ser "independiente". Tal teoría fue recogida con beneplácito por un abanico de países donde se encuentra la República Argentina, la cual procuró en regar e impregnar la misma en su carta magna, y lo cual está siendo tirado por la borda y pisoteado como consecuencia, por los embates de una "banda", que poco conoce de tal humilde libro y que consiguientemente va por todo.

Para culminar, lo descripto me permito refutar, a criterio subjetivo, un refrán popular expresado en la jerga jurídica que infiere"... Cuando la vida entró por la puerta, el derecho se tiró por la ventana...". Ello está ocurriendo hoy por hoy, solo que no es la vida la que en esta ocasión arribo por la puerta sino la casta K.










Esta nota habla de: