Estrategias escolares en tiempos de covid-19
Un punto de análisis permanente en Memo, abierto a los interesados en el debate, es el rol de la educación en tiempos de pandemia. Aquí el aporte del profesor Darío Amante Ripamonti.
En estos tiempos tan complejos de la covid-19, me pongo a preparar mis clases para la semana entrante, y a pensar en lo observado más temprano en redes sociales. Por un lado, veo a padres de estudiantes ofuscados, diciendo que se hace muy poco, que dan mucha tarea en casa, que ellos no son docentes y que a veces es mucha la información para resolver. Qué bueno que vean que lo que se hace en la escuela no es poco.
Por otro lado, me veo a mí y varios docentes desbordados pero no por las clases en sí, que es nuestra vocación, sino por la falta de estrategias y también de insumos. Además de ser una especie de "profesores-taxis", llamados así por pertenecer a varias instituciones y en consecuencia poseer horas cátedras disgregadas y esparcidas en distintas escuelas.
Se habla, desde hace mucho tiempo de cambiar el paradigma, que consiste en que el estudiante con una visión enciclopedista adquiera un nuevo paradigma constructivista; con la ayuda de la tecnología, esto es posible. Hace tiempo se vienen considerando estos temas y veo que no estamos ni quiera preparados para afrontar estos cambios tecnológicos, que no es que se aproximan, sino que ya llegaron y desconocemos en gran parte, tanto docentes, estudiantes y las familias de éstos.
Ademas de ser compleja la situación es muy difícil aveces poder romper este paradigma ya que la DGE es muy estructurada y cuesta demasiado realizar cualquier cambio innovador. Desde mi rol de profesor en turismo, siempre he podido ver un poco mejor la situación de trabajar en diversas formas o estrategias de aprendizaje.
Pertenezco a tres instituciones, en las cuales existen cuatro medios diferentes de estar mediando el contacto con el estudiante, vía Facebook, WhatsApp, Google docs y hasta la famosa plataforma Moodle. Por ende hay cuatro formas diferentes de enviar los trabajos y que estos vengan resueltos. Por suerte o por causalidad, las instituciones en las cuales trabajo se han adaptado en forma excelente y han podido coordinar con los profesores, los estudiantes y la comunidad educativa.
Sin embargo, no siempre acontece de esta forma; conozco a colegas que en tiempos de cuarentena se encuentran presionados, desbordados por este clima. Y en ocasiones hasta solos, porque se invisibiliza todo lo que sentimos; nosotros también somos hijos/as, padres, madres, hermanos/as, pareja,etc., y sentimos temores por nuestros seres queridos.
Entonces, finalmente reflexiono de lo abrumados que todos estamos en estos tiempos. Por eso es bueno también saber qué sucede detrás de cada docente que piensa una clase, la planifica, la convierte en cada formato y la corrige, así también como las familias que hacen un gran esfuerzo en poder cumplir. Respecto a la DGE, tendrán que venir cambios profundos capacitaciones tecnológicas para docentes y estudiantes y pedir colaboración profesional. La precariedad que se puede ver en las escuelas es terrible, queremos pasarnos a cambios tecnológicos y a veces ni siquiera contamos con internet y mucho menos si pedimos proyectores o equipos de sonido para poder hacer una clase más dinámica, seguimos con el pizarrón y la tiza (lo más cuestionable para cambiar)
Cuando la cuarentena haya pasado esto nos dejará la certeza de que hay elementos obsoletos, en los que no se puede recaer, que hay diferentes medios que nos permiten estar cerca sin la necesidad de estar presencialmente y que ademas la única forma de salir es estando juntos solidariamente y aceptando que hay cosas que si o si hay que cambiar.