El fracaso de Macri (y Cornejo)
El diputado provincial Marcelo Aparicio (Frente de Todos) ofrece aquí su opinión sobre la finalización de los gobiernos provincial y nacional.
El fin del gobierno de Macri se comenzó a construir desde el 10 de diciembre del 2015 para quienes, como yo, teníamos claro que este gobierno no iba a representar ninguna de las demandas de la sociedad y mucho menos iba a cumplir sus promesas de campaña, que jamas se vieron plasmadas en un programa de gobierno.
El "mejor equipo de los 50 años" demostró desde el día 1 que habían llegado para hacer exactamente lo que hicieron: bajar el salario real en dólares como mensaje a la región, depresión de la industria nacional y cierre de PyMes con apertura indiscriminada de importaciones, una brutal caída del PBI con caída de la capacidad de compra con el salario, una inflación galopante, toma de deuda, transferir (y autotransferirse) recursos del Estado. El aumento de la pobreza de más de 4.5 millones de argentinos habla del fracaso del gobierno que prometio "pobreza cero".
Son innumerables la cantidad de desaciertos de este Gobierno que se va y se acumulan de a miles los intentos vanos por revertir la mala praxis. durante los primeros dos años encontraron eco con una oposición reordenándose después de 12 años de gestión que les dio como resultado final un fallido candidato a vice presidente. Desde mi opinión, hubo errores pero sobre todo hubo intencionalidad política. Hace unos días Marco Peña comentó en una entrevista que "cambiaron la botonera del Estado por un Ipad." A juzgar por los resultados de esta gestión es probable que Alberto Fernández se encuentre con un Nokia 1100.
El movimiento obrero picó en punta en dar vuelta la página y comenzó un proceso de unidad y resistencia, que por ejemplo desde la Corriente Federal de Trabajadores también llegó a Mendoza. El Frente Sindical y tantos otros sindicatos se instalaron en las calles en movilizaciones históricas y llevando las demandas de las asambleas en las bases. Estuve ahí porque es mi lugar de pertenencia. Las asambleas de trabajadores y trabajadoras expresaban día a día el descontento total con un modelo de exclusión que ampliaba la grieta entre quienes llegan a fin de mes y quienes no.
A este Gobierno no le alcanzó con hechar culpas a los 12, 70 años y más de peronismo, no alcanzo con judicializar a la política y al sindicalismo ni con inventar argumentos débiles día a día en los troll centers. El micromundo de la política fue avasallado por el hogar cotidiano en donde se cambiaron los planes de cambiarla moto por pagar la luz, o comprar zapatillas con la tarjeta (la mitad de la población adulta argentina está endeudada principalmente con tarjetas de crédito) y no poder salir de vacaciones después de trabajar todo el año.
Frente a este escenario el peronismo logró reconfigurarse, especialmente en torno a partir del tratamiento de la reforma previsional y comenzó un proceso que culminó en la formula Fernández - Fernández. Y ahí empezó otra historia.
Llegaron las elecciones y la propuesta de Alberto y Cristina cumplió en solidez, con un diagnóstico que volvió a a demostrar que la política puede ser comprensible, puede ofrecer respuestas, puede generar consensos y puede ser una alternativa para todos: los que votaron al Frente de Todos y los que no.
Se vienen nuevos tiempos. Quien crea que volvimos al pasado se equivoca. La Argentina que viene necesita de líderes políticos maduros porque la situación en la que deja el macrismo a nuestro país es grave y requiere consensos. Los desafíos son múltiples, como así también las deudas pendientes con la ciudadanía que reclama. Seguramente transitaremos años de debate y discusión, pero hoy más que nunca debemos custodiar la democracia y la libertad. La oportunidad histórica tiene que ser aprovechada en función de quienes generan trabajo y de quienes trabajan, con especial atención a quienes no encuentran trabajo o están ingresando a un mercado laboral que incluye desafíos que no son fáciles pero tampoco imposibles.
Y un párrafo aparte para Mendoza: aunque ahora quiera despegarse quedo claro que Cornejo y Macri fueron socios estratégicos en una etapa que ambos quieren dejar atrás. Espero, por el bien de los mendocinos y mendocinas, que Suárez no cometa el mismo error porque van a significar cuatro años de tropezones y más caídas. Nuestro pueblo no puede padecer más las recetas del neoliberalismo en donde el futuro se construye para unos pocos dejando a muchos afuera.
EL AUTOR. Marcelo Aparicio. Diputado provincial bloque Frente de Todos PJ. Secretario General SATSAID.