24 de marzo: memoria y recuerdo, ¿iguales o diferentes?
El Prof. José Jorge Chade analiza las diferencias entre una cosa y la otra, en el Día de la Memoria.
Leyendo un ensayo de un periodista italiano Marcello Veneziani, me llevó a pensar en lo que a través de su opinión explicaba sobre la memoria y el recuerdo.
La verdad que es un estrés, más para quienes vivimos en un país descuidado y olvidadizo como el nuestro, tener que soportar el Día de la Memoria, tal vez porque necesitamos descartar el contexto mental de algunos hechos que sucedieron alguna vez, disfrazarlo, dejarlo en una estantería sin contenido.
Pero no les hablaré de las fobias y no haré comparaciones con la Shoah, cada tragedia es única y horrible a su manera.
Trato aquí sólo de analizar la diferencia entre memoria y recuerdo. Y citaré a un autor que está libre de ambos horrores, porque nació hace apenas dos siglos. El recuerdo, explica Soren Kierkegaard en su obra In Vino veritas, no es memoria. El anciano, por ejemplo, pierde la memoria, pero le queda algo profético y poético, sus recuerdos. El niño, sin embargo, tiene mucha memoria y pocos recuerdos. Miopía y presbicia de las mentes.
El recuerdo despierta el sentimiento de pérdida, de nostalgia. "Un hecho de la vida que se recuerda ya entró en la eternidad".
Quienes recuerdan no son indiferentes, mientras que la memoria también puede ser un depósito de fechas y hechos. La memoria, entonces, es ante todo pública e histórica, el recuerdo es ante todo íntimo y afectivo: se conmemora a los difuntos, se recuerda a los seres queridos.
Recuerdo, la palabra lo dice, llama al corazón; la memoria es más una facultad intelectual. Es un error utilizar las palabras memoria y recuerdo para evocar sólo horrores, casi como si la historia fuera el cementerio del mal.
Hay recuerdos importantes del pasado que no son funestos, sabemos también que hay recuerdos tiernos y dulces: lo que está vivo en ellos se convierte en tradición. Salvemos los recuerdos y la memoria de la identificación con el Horror. De lo contrario sólo querríamos borrar el pasado.