La deuda pública de Mendoza ya es casi la mitad que hace una década

El presidente provisional del Senado, Martín Kerchner, sostiene en esta columna que "Mendoza es una 'adelantada' en la batalla fiscal que hoy encara la Nación".

Martín Kerchner
Senador por la UCR en Mendoza. Preidente Provisional del Senado.

Cuando se analizan los libros de Finanzas Públicas, y se usan para comparar con la práctica, el "Caso Mendoza" probablemente saca un 10 sobresaliente en lo fiscal: en 9 años Cornejo/Suarez/Cornejo pasaron de déficit fiscal a superávit, se redujo la planta de personal público (sin resentir los servicios), se bajaron alícuotas de impuestos provinciales (Ingresos Brutos, el más distorsivo), se aumentó la inversión pública, y como frutilla de la torta, se bajó fuertemente el peso de la deuda pública. ¿Qué más se le puede pedir a un gobierno en lo fiscal? Siempre se puede hacer algo más, pero lo grueso ya está hecho con creces en nuestra provincia.

El último informe del CEM destaca la favorable evolución de la deuda pública provincial, que medida en pesos constantes, es hoy un 45% menor que la registrada en diciembre de 2014, mientras que, en dólares, es un 43% menor a dicha fecha. Agrega el CEM que "dicha evolución de la deuda pública está asociada a los resultados operativos fiscales y su financiamiento", es decir, que sólo es posible bajar el peso de la deuda pública de una jurisdicción determinada, en este caso Mendoza, si, año a año se van generando ahorros corrientes que permitan ir desendeudando. Así de simple, como cualquier manual de Finanzas Públicas "receta" y Cambia Mendoza "aplica".

Y agrega el CEM, en su resumen ejecutivo, que: la deuda pública provincial es sostenible, pues la dinámica y razonabilidad de la política fiscal actual permite afrontar los pagos de los servicios de deuda sin sobresaltos. Hoy la deuda pública es significativamente más baja que años atrás y, además, la Provincia tiene calzados en dólares los pagos del bono Mendoza 2029. Eso se llama sostenibilidad de la política fiscal y Mendoza ya lo tiene asegurado para los próximos años.

Este es el camino que Mendoza hoy le muestra a Argentina y nos llena de orgullo, la Nación hereda una complicada situación fiscal, similar a la recibida por Cornejo a fines de 2015 y las recetas son las mismas: orden fiscal, año tras año y así la economía se va acomodando sola, ya que lo privado empieza a recuperar, con productividad. el exceso de gasto improductivo del Estado Bobo. Y eso que en Mendoza hemos arreglado lo fiscal sin ayuda de "la macro nacional", que nos ha pateado en contra en los últimos años, y esperamos que ahora, con esta gestión nacional, nos empiece a jugar mejor.

Es por eso que es destacable el coraje del gobierno nacional para encarar el ajuste, al igual que hicimos acá en Mendoza, ya que es la única forma de acabar con el desorden, y poner una economía de pie, bajando cargas al sector productivo, para que ellos lideren el crecimiento, como sucede en todos los países que prosperan.

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