De pandemias mediáticas y pandemias crónicas
La otra pandemia: la falta de desarrollo educativo y cultural, el planteo de Pedro Zalazar, harto de las noticias sobe la covid-19.
Por lo pronto yo, estoy saturado de noticias sobre la covid-19 y sus derivados; entre noticias científicas, que se contradicen; los medios de comunicación que repite todo lo que anda suelto y los comentarios de los legos, mi sentido común, siempre listo, me dice: "tranquilo, usá la cabeza para no pensar y deja que los sentimientos afloren, que en estos momentos de incertidumbre mundial, en vez de tirar todos para el mismo lado, cada uno corre por donde le parece que le conviene".
Cada gobierno toma las medidas que le parece, siempre asesorado, según dicen, por los mejores especialistas, con lo cual parece que la meritocracia es necesaria.
En las redes sociales, los grandes resonantes sociales, demuestran que en estas circunstancias surge lo mejor y lo peor del ser humano. Algunos con la excusa de ser cuidadosos y cumplir con las directivas, arremeten sin ningún pudor, contra el personal de Salud (los únicos intocables en estas circunstancias) y los quieren echar de sus viviendas por miedo al contagio, a los transportistas, al personal de seguridad y cuanta persona que quiere volver al hogar. Son los que bajo una aparente preocupación social, demuestran su egoísmo y muchos su xenofobia.
Una gran mayoría culpa a los políticos, como si estos no fueran parte del pueblo, mientras otros los aplauden, aunque no sepan qué sucede en realidad y surgen las acusaciones cruzadas. Todo esto por una pandemia mediática, con más prensa de la necesaria, porque la gran mayoría de los que comentan no tienen idea del virus y cómo combatirlo.
Ahí es cuando surge la pandemia crónica que todos padecemos: la falta de educación y desarrollo cultural.
El pueblo en general, no asume sus responsabilidades, porque las desconoce, tantos años enseñándoles los derechos y se olvidaron de enseñarles las obligaciones. No tienen conducta ciudadana, no les interesa y también ignoran que sus derechos terminan donde empieza el derecho de los demás.
Es la sociedad que supimos conseguir, que ante tales situaciones culpan a los políticos, como si estos no fueran parte del pueblo, o deberían serlo, pero el dicho de la caridad empieza por casa, se les ha hecho carne.
En ese cajón, ponemos a la Justicia y a los dirigentes gremiales, que se olvidan que están ahí para cumplir determinadas funciones, exactamente como lo hace el personal de salud, de seguridad y de limpieza.
No puede ser que un país, aparte de tener toda la economía paralizada, sea justificada o no, también tenga paralizados a 2 de los 3 poderes del Estado.
Señores que son funcionarios públicos muy bien pagos y no se pueden dar el lujo de tomarse un año sabático, mientras profesionales y obreros que ganan el 10% o menos que ustedes, cumplen con sus tareas. Tienen la obligación de cumplir con sus funciones, ya que no tuvieron ni siquiera el gesto de donar parte de sus sueldos para paliar la falta de insumos médicos, al igual que los funcionarios del poder ejecutivo.
Más temprano o más tarde saldremos de la pandemia mediática, en qué condiciones, las veremos en el momento, pero seguramente peor de lo que estamos, pero de la pandemia crónica tenemos para varias generaciones, porque a fuer de ser sinceros, ganan más quienes no trabajan que los trabajadores y me lo pueden pintar del color que quieran, pero ningún país sale adelante así.
Al personal de Salud les prometieron hace casi 3 meses, 20.000 pesos en bonos de 5.000, aún no han recibido una moneda, mientras los que viven de planes entre 25.000 y 50.000 pesos, les dieron 2 bonos de 10.000 pesos extra, abril/mayo.
Digo, un poco de justicia no vendría mal y no quiero hablar de los jubilados, porque sería una discusión política y no es mi intención, sino que se entienda que sin educación y desarrollo cultural, todo pueblo está destinado al fracaso.