Cuarentena, economía y empleo: lo que desde el microscopio no se ve

Me sorprende la gente que cree que no se quedará sin trabajo porque "su trabajo se puede hacer desde la casa". Esto es sistémico y viral, tanto como la epidemia. Se cae un rubro y se lleva puesto a los rubros proveedores y a los rubros en los que gastaban el dinero los del rubro caído. Ejemplo: la radio todavía se escucha fundamentalmente en el auto o en los comercios. En la casa la gente no escucha radio porque ve televisión. Sin comercios, sin taxis ni autos, los anunciantes van a recortar o eliminar publicidad en radio. Y el locutor que está tranquilo haciendo el programa desde la casa mañana descubre que su trabajo desapareció aunque él seguía haciendo el programa tan bien como antes. Y ese tipo deja de pagar la facultad, y el profesor que está tranquilo dando clases online, mañana se queda sin trabajo. Y éste deja de pagar el seguro del auto, y la chica que está tranquila haciendo home office en la aseguradora se queda sin trabajo. Y así.

Y no sólo a nivel económico. ¿Quién sabe qué pasará con la tasa de suicidios? ¿Qué incidencia tendrá en las personas con alcoholismo y adicciones? ¿Cómo jugará la violencia familiar con gente obligada a verse todo el día y con carencias crecientes? ¿Cómo sobrellevan esto las personas con discapacidad? ¿Qué generará en los niños? ¿El estrés cuánto afectará al sistema inmunológico? Cada tema abre diez, cien, mil interrogantes.

No hay mente, no hay Big Data capaz de siquiera dimensionar la complejidad. Esto es inconmensurable. Imposible de medir. Es como si secuestrásemos por un mes a todas las abejas del mundo. Quizás eso generaría que se mueran los elefantes o que no crezca el arroz, quién sabe. Nadie podría medir el alcance del daño.

Y el equilibrio social es MUCHÍSIMO más complejo que el natural. Estamos metidos en el experimento de ingeniería social más colosal de la historia contemporánea.

Hayek, volvé. Te extrañamos.