Cepo vs arbolitos: una simple reflexión

A partir de mañana y después de tres meses de inactividad, podrán abrir sus puertas las casas de cambio en el país. Así lo dispuso el Banco Central de la República Argentina. No lo harán en las condiciones de "normalidad" ya que no podrán vender dólares y sólo se habilitan las operaciones de monedas de países limítrofes, obviamente aplicando el 30% del impuesto País y el 35% de la retención de Ganancias.

Mientras siguen vigentes todas las cotizaciones del dólar: oficial, blue, bolsa, contado con liqui; el cepo a la compra de divisas extranjeras, el común de los mortales en estas tierras también afectada por la pandemia y por la suba de precios y servicios que van por el ascensor.

Mientras los ingresos suben por la escalera... si es que..., hay quienes hacen pingues negocios con el tema del dólar blue. Que el dólar "puré", que muchos usaron para hacerse de unos pesitos, pero están los que hicieron y hacen del cepo una excelente oportunidad para seguir "operando" a través de los conocidísimos "arbolitos", que no son otra cosa que empleados (en negro, por supuesto) de aquéllos que hacen el verdadero negocio.

Sólo basta caminar sobre avenida San Martín entre Garibaldi y casi Buenos Aires, y ahora sobre Espejo y también sobre Catamarca, para ver que son tantos los que vocean la compra y venta de dólares y euros (no así de monedas de países limítrofes), que a veces superan al número de peatones que por allí circulan.

Lo más curioso de todo es que allí mismo, Garibaldi y San Martín, se encuentra el edificio donde está ubicada la Administración Federal de Ingresos Públicos de Mendoza, AFIP, cuyos funcionarios hacen oídos sordos y la vista gorda ante la compraventa ilegal de moneda extranjera, que no es una novedad en esa zona.

Más allá que muy, muy, muy de cuando hagan algún operativo como para tapar el cielo con las manos, cualquier pensamiento ingenuo no resistiría ningún análisis.

Seguramente a muchos no les sorprende esta foto del centro mendocino porque siempre existió. Lo que sí asombra que cepo para unos vaya de la mano de permisividad de ilegalidad para otros.