El Papa animó a futbolistas a seguir "la gratuidad del juego"
Se lo dijo a futbolistas que participaron del Partido por la Paz en el Estadio Olímpico de Roma a beneficio del movimiento pontificio Scholas Occurrentes.
El papa Francisco animó hoy a futbolistas que participaron del Partido por la Paz en el Estadio Olímpico de Roma a beneficio del movimiento pontificio Scholas Occurrentes a seguir "la gratuidad del juego" que simboliza una pelota de trapo como una "semilla de paz" frente a un mundo "que siempre busca guerras y destrucción".
"Los gastos más grandes hoy en el mundo son en la industria de las armas. Se hacen guerras para destruir, y ustedes dan su tiempo para venir a hacer la gratuidad de la paz", agradeció el Papa a los jugadores retirados y en actividad que participaron este lunes de la tercera edición del partido creado por la Fundación que dirigen los argentinos José María del Corral y Enrique Palmeyro.
"La paz va adelante así, con gestos como estos: de amistad, de cercanía, de la mano tendida. Son pequeños gestos pero son semillas de paz, son capaces de cambiar el mundo", planteó el pontífice a los cerca de 50 jugadores presentes en la audiencia que encabezó en el Aula Pablo VI del Vaticano.
"Gracias, gracias por lo que están haciendo, por el partido de hoy, gracias por decir: Queremos la paz, en un mundo que siempre está buscando guerras y destrucción", insistió Francisco ante las figuras que participaron del partido, el brasileño Ronaldinho, el italiano Ciro Immobile, el búlgaro Hristo Stoikhov y el resto de las figuras.
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"Gracias por decir que es más importante la pelota de trapo con la gratuidad del juego que la conquista de un territorio con la guerra", dijo Jorge Bergoglio ante jugadores como el croata Ivan Rakitic; el alemán Mirolsav Klose, los italianos Gianluigi Buffon y Ciro Ferrara y los argentinos Pablo Zabaleta, Alejandro Domínguez y Claudio Paul Caniggia.
Durante el partido, con la familia del exfutbolista Diego Maradona presente en el estadio, se proyectó un holograma del astro argentino mientras la banda Opus interpretó en vivo el clásico "Life is Life", banda de sonido de un video del futbolista viralizado mientras entrenaba.
Con cinco hijos de Maradona presentes (Jana, Diego Fernando, Diego Junior, Dalma y Gianina), además de hermanas del "Diez", el homenaje continuó con la proyección de un video con imágenes del "Pibe de Oro" desde sus inicios como futbolista.
"Empecé a jugar con pelotas de trapo y sentí lo mismo que todos los chicos", planteó emocionado Immobile, capitán de uno de los equipos que participan, al entregarle al Papa una de las pelotas de trapo hechas por los jóvenes que participan de las experiencias de Scholas.
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Durante la audiencia del pontífice con los jugadores, la Primera Dama Fabiola Yáñez sumó a los participantes a una campaña que impulsa para frenar el bullying, e incluso consiguió el apoyo del Papa a la iniciativa.
Antes del discurso del Papa, dos adolescentes de Italia contaron al sumo pontífice sus experiencias a través del juego y el arte: Nunzia, una joven napolitana, y Alessio, de Roma, que leyó una poesía dedicada a la "pelota de trapo".
Durante el encuentro, las autoridades de Scholas firmaron un convenio con la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) por el que el organismo internacional apoyará la labor del movimiento pontificio a nivel regional.
Además, la OEI dedicará un libro a la pedagogía del papa Francisco, con los conceptos desarrollados por el pontífice que luego Scholas ha convertido en acciones concretas desde su fundación.
Scholas nació en 2013 como fundación pontificia en el marco de un partido disputado por las selecciones de fútbol masculino de Argentina e Italia, durante el que Francisco le entregó un "olivo de la paz" a los capitanes Lionel Messi para que plantaran como símbolo de encuentro e inauguraran, así, una tradición que ya recorrió los cinco continentes.
Presente en 190 países, y con sedes propias en ciudades como Maputo, Tokio, Bucarest y Puerto Príncipe, Scholas se convirtió este año en "movimiento mundial de fieles" por decreto del papa Francisco como reconocimiento a la labor con la que la institución conecta a más de medio millón de escuelas de todo el mundo.