Lo que distingue a los "chalecos amarillos" chilenos de los franceses

Un artículo de Emily Avendaño en "El Líbero" de Chile, da cuenta que detrás de la cordillera usan el mismo atuendo pero se sitúan en el lado contrario de las barricadas. Los chilenos surgieron espontáneamente el domingo, ante el temor de que los saqueos se intensificaran en sus comunas. No tienen contacto entre sí, pero algunos ya actúan coordinados con las fuerzas de orden y seguridad.

Whatsapp ha sido su principal medio de comunicación y, más importante, de coordinación. Son cientos de voluntarios en cada comuna. Se organizan para hacer rondas y autoprotegerse; cargan palos como medios de defensa, pero confían en no tener que utilizarlos. Son, dicen, mecanismos de disuasión. Pero lo más importante, y que se ha convertido en su elemento distintivo durante los últimos días son los "chalecos amarillos".

Se les ha visto en San Bernardo, Cerrillos, Puente Alto, La Florida, Macul, y en Matadero Franklin, en Santiago Centro.

En la villa San Antonio de Tango, en San Bernardo, el detonante para que la comunidad comenzara a organizarse fue el intento de saqueo al mall chino, el mismo día en que ya habían tomado por asalto el Supermercado Mayorista 10. "Los vecinos se percataron y salieron a defender el negocio. Les lanzaron piedras a los hombres y mujeres que intentaban romper la reja. Pudimos evitar que entraran, pero nos amenazaron: dijeron que irían contra nuestras casas, contra los autos y que nos apedrearían a nosotros. Fue entonces cuando decidimos utilizar los chalecos, cuando un vecino dijo, por el grupo de Whatsapp de la comunidad, que los utilizáramos para identificarnos", relata Ángela, presidenta de la Junta de Vecinos de San Antonio de Tango II.

En otros casos, según testimonios de vecinos entregados en la televisión, fue un carabinero quien sugirió que usaran los chalecos amarillos para diferenciarse de quienes estaban delinquiendo.

Estuvieron en las calles el domingo, hasta que empezó el patrullaje militar por el toque de queda, y no desisten. Ayer también organizaron, por Whatsapp, los turnos para las rondas.

Quizás lo único que tengan en común estos grupos de vecinos con el Movimiento de los chalecos amarillos francés (Mouvement des gilets jaunes), además de la indumentaria es que sus primeros llamados se hicieron a través de las redes sociales. Los franceses rechazaban el alza de los precios de los combustibles que debía entrar en vigor el 1 de enero de enero de 2019, y que el Presidente Emmanuel Macron tuvo que revertir luego de tres semanas de violentos disturbios.

Los chalecos amarillos franceses salieron a la calle por primera vez el 17 de noviembre de 2018. La pieza reflectante, al igual que en Chile, es de uso obligatorio en los autos -como una medida de precaución en situaciones de emergencia en la vía-. Su primera jornada dejó saldo de una muerte, 227 heridos y 73 detenidos, seguido de bloqueos de carreteras, vitrinas rotas, barricadas y automóviles incendiados.

Los grupos chilenos se proponen lo contrario: parar la destrucción. "La única forma de evitar esto es con los vecinos unidos y no dejar que haya otras personas, que vengan de otros lados, a aprovecharse de la situación. Nosotros estamos de acuerdo en protestar por salud, vivienda, las pensiones, tenemos muchos problemas, pero eso no da pie a que nosotros mismos destruyamos nuestras propias cosas, porque somos nosotros los que nos estamos perjudicando", argumenta Ángela.

En el balance entregado por el Ministerio del Interior ayer, con respecto a la segunda jornada de toque de queda, el secretario de Estado Andrés Chadwick reportó 350 actos de violencia -siendo los más graves los saqueos e incendios en los supermercados-. En este sentido indicó que contabilizaron 110 saqueos a supermercados y 13 o 14 incendios en estos comercios. Desde que comenzó el Estado de Emergencia, que ya alcanza cinco regiones del país, se contabilizan además 11 fallecidos.

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