Un artículo de Emily Avendaño en "El Líbero" de Chile, da cuenta que detrás de la cordillera usan el mismo atuendo pero se sitúan en el lado contrario de las barricadas. Los chilenos surgieron espontáneamente el domingo, ante el temor de que los saqueos se intensificaran en sus comunas. No tienen contacto entre sí, pero algunos ya actúan coordinados con las fuerzas de orden y seguridad.
"Un grupito chiquito, pero ruidoso". Así lo calificó la analista Martha Reale al dar cuenta de la importancia real de esos sectores en el grueso de la ciudadanía y el electorado.
El director de GacetaMercantil.com pone el foco en el problema de fondo que desencadenó las protestas detrás de la cordillera. Un interesante punto para seguir debatiendo, pero en profundidad.
Una cosa es el derecho a manifestarse pacíficamente, y otra es que no se realice pacíficamente, ni con un objetivo ni haciendo de la interrupción del derecho de los otros un acto de campaña.