El ataque del jabalí que terminó en tragedia fue excepcional, pero mostró por qué son dañinas las especies exóticas para un ecosistema

El jefe de Fauna de la Subsecretaría de Ambiente de Mendoza Adrián Gorrindo habló sobre la trágica muerte ocasionada por un jabalí y explicó los peligros que representa esta especie exótica para el ecosistema de la provincia.

G. Conte y E. Arguello

En las últimas horas se conoció la trágica noticia de un hombre que murió tras el ataque de un jabalí mientras cazaba en Mendoza. El jefe de Fauna de la Subsecretaría de Ambiente de Mendoza Adrián Gorrindo habló con Gabriel Conte, Evangelina Argüello y Ariel Fernández Lavilla en "Tenés que saberlo", por Radio Post 92.1, y explicó los daños que puede ocasionar esta especie no autóctona en el ecosistema mendocino.

"Es una situación muy particular, muy excepcional. No sé si utilizar el término por suerte, pero de una manera u otra es así: no es algo que se repita o que lo vivamos con frecuencia, ni siquiera ataques que lleguen a herir a una persona. Esto fue evidentemente la mezcla del combo completo y que llegó a generarle o a causarle la muerte a esta persona", señaló Gorrindo.

El jefe de Fauna explicó que el jabalí es una especie exótica, invasora y perjudicial: "El poder de adaptación que tienen estas especies una vez que son introducidas en un territorio del cual no son oriundos u originarios genera un impacto en la biodiversidad, en el ecosistema en general en el que se encuentran, desplazan la biodiversidad, desplazan a la fauna silvestre autóctona en particular".

El especialista señaló que el predador de este animal, el puma, es muy inferior en cuanto a la cantidad: "Por eso la importancia también de proteger nuestros ecosistemas autóctonos y de poner en valor estas especies como el puma. No vamos a decir que el puma va a ir a buscar un chancho de estas dimensiones, pero sí el puma preda a las crías, preda a las hembras, preda a otros individuos que tal vez no se pueden defender de una manera tal como lo hace un macho adulto".

Haciendo un poco de historia, Gorrindo señaló que el jabalí fue introducido en Argentina en 1900 en La Pampa y que a partir de allí se extendió por todo el territorio nacional: "Salvo en Tierra del Fuego, creo que está presente en el resto de todas las provincias del país. Con esto quiero decir que la presencia de la especie genera un impacto negativo en todo esto. En Mendoza lo tenemos presente casi en la totalidad del territorio mendocino, con mayor o menor presencia. Pero el jabalí es una especie generalista, que se adapta teniendo agua, son omnívoros, entonces buscan el alimento y sobreviven con muy pocas situaciones de rigurosidad".

Si bien señaló que muchas veces atacan a otros animales, el principal problema se da en la agricultura, donde según productores pueden destruir una hectárea de viña en 10 minutos: "Muchas veces atacan a las crías, sobre todo del ganado doméstico: potrillos, ovejas, cabras, hasta los mismos lechones o animales de criaderos. Si ven la necesidad de hacerlo, lo van a hacer. El mayor impacto económico es sobre la agricultura, más allá de los recursos naturales impactan de una manera fuerte sobre la agricultura. El control se hace autorizando la caza. Quiero que eso quede claro: no es una caza deportiva como una actividad, como un deporte, sino como una herramienta de manejo sobre una especie exótica presente en nuestra provincia".

En referencia a la caza, el jefe de Fauna aclaró que la caza con perros no está permitida en Mendoza y que hay que cumplir los requisitos exigidos por el gobierno provincial: "Cuando la persona va y saca el carnet se encuentra con la información necesaria que debe tener y saber, con la normativa vigente. Entre otros, por ejemplo, es importante que quede claro que el jabalí en Mendoza solamente puede ser capturado con armas de fuego, no puede ser cazado con perros. La caza con perros en Mendoza está prohibida: es cruel, no es selectiva, no hay bienestar animal, hay mucho abandono de animales en campos, con todo lo que eso significa. Después empezamos a encontrar a esos animales abandonados que sobreviven y se transforman en ferales, en perros cimarrones, en jaurías, generando otro problema".

Sobre los ataques a personas, el funcionario explicó que, muchas veces, los cazadores salen con perros y cuando estos atrapan al jabalí, el cazador corre para que no lastime a sus perros: "Llegan e intentan rematarlo con un cuchillo o con un arma. Muchas veces cuando van a hacer toda esa manipulación, el chancho se está defendiendo, el chancho en ese momento ve a la persona como un perro más, por así decirlo. Y cuando el chancho tiene la oportunidad se defiende: ataca al perro, a la persona, al caballo, lo que tenga a su alrededor. Pero es un instinto de supervivencia, no es que el chancho nos ve y nos viene a buscar para atacarnos. Es cuando se siente acorralado, cuando se siente perseguido, lo mismo nos pasa por ahí en situaciones con puma: el puma no caza humanos, han habido situaciones, pero por ahí nos cuentan la mitad de la historia. Nos dicen ‘el puma atacó a una persona'. Pero cuando uno investiga y se entera después, resulta que ese puma había sido cazado con una trampa, la persona se había arrimado a tratar de sacrificarlo, el puma se soltó y se defendió".

Sin embargo, señaló que no se podría decir que los jabalíes son pacíficos, aunque si son animales huidizos: "No tienen las posibilidades que tenemos nosotros que si se lastiman pueden ir a un hospital. Toda la energía que gastan es para sobrevivir, para vivir, para huir del predador y para buscar comida. Es como el puma, que tiene que pensar dos veces antes de atacar a una presa porque sabe que si falla, sigue gastando energía y sigue sin comer. El jabalí es lo mismo, es adaptación, es naturaleza pura".

Gorrindo señaló que no es difícil sacrificar a un animal de estas características, siempre y cuando se cuente con los medios autorizados: "Si la persona cumple con los requisitos formales que establece la provincia para llevar adelante esta actividad de control, no es difícil porque utilizan calibres acorde al ejemplar que están capturando. Con esto quiero decir que no pueden ir con un rifle calibre 22 a cazar un animal que es de cuero duro, entonces tienen que usar un calibre acorde. La ley también exige poder rematar a la presa porque muchas veces pasa también que le disparan con armas que no son acordes a estas situaciones, el animal huye herido con todo lo que eso significa y ahí sí interviene el maltrato, la crueldad animal, pero también es importante saber que si abandonan ese animal herido, ese animal puede contener plomo en su cuerpo, ese animal muere agonizando días después y después aparecen los carroñeros, que muchos de ellos suelen intoxicarse por el plomo que consumieron. Y ahí aparece nuestra especie emblema, el cóndor andino, entre otros".

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