Mendoza busca declarar al agua "patrimonio cultural"

Horacio Chiavazza, director de Patrimonio Cultural y Museos, aseguró que actualmente el agua es un patrimonio que se considera vivo y que está involucrado en la cotidianidad de los mendocinos.

El Ministerio de Turismo y Cultura informó que Mendoza trabaja en la declaración del Agua como patrimonio provincial, "por su vital importancia en la vida de los mendocinos".

El proyecto surgió del área Archivo y Análisis Históricos del Departamento General de Irrigación, a partir del interés de considerar la dimensión histórica que ha tenido el agua en la conformación de la provincia de Mendoza. 

En ese sentido es que la Dirección Provincial de Patrimonio, dependiente del Ministerio de Cultura y Turismo, acompaña la declaratoria del Agua como patrimonio provincial, en términos culturales amplios, rescatando también lo que refiere a su historia.

Esto implica, más allá del agua en sí, la consideración de todos los procesos históricos que han llevado a la configuración de paisajes. En este caso y, amparados en ese concepto, se considerará al paisaje cultural del agua como un bien patrimonial que tiene estrechos vínculos con la historia de la provincia y con los propios mendocinos en particular.

Horacio Chiavazza, director de Patrimonio Cultural y Museos, aseguró que actualmente el agua es un patrimonio que se considera vivo y que está involucrado en la cotidianidad de los mendocinos. En ese sentido destacó que "en este caso, el agua y las características que ha tenido el vínculo de la población en torno a su manejo y cuidado han sido muy intensos y significativos en estos últimos años y creemos que acompañar y ponernos en foco con la declaración es responder a los intereses de la comunidad en torno a la patrimonializacion".

Para este fin, las diversas áreas que intervienen en el proyecto se han involucrado con las corrientes más renovadas del patrimonio cultural. En primer lugar, porque se considera la dimensión del paisaje que pretende entender al todo sistémico en torno a esos valores y objetos que son parte de la declaratoria. Por otro lado, permite dar curso a lo que representan aquellos reclamos sociales en torno a lo que se considera de valor patrimonial y que, en definitiva, otorga sentido a la declaratoria de patrimonio, más allá de lo que suelen proponer los propios Estados.

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