Mendoza en abril: vino, gastronomía, cultura y solidaridad

La columna "Vinos & Comidas" número 50, de Juan Marcelo Calabria, con el mágico mes de abril como contexto.

Juan Marcelo Calabria

En el cruce donde los paisajes más imponentes se encuentran con una rica tradición cultural, nuestra región emerge como un símbolo vivo del enoturismo y la gastronomía en su máxima expresión. Recordemos que el vino es parte de nuestra cultura e historia, y Mendoza no solo lidera la producción vitivinícola en Argentina, sino que han transformado su identidad en una marca con presencia global.

Nuestra provincia, mucho más que un lugar en el mapa, es el corazón palpitante de la vitivinicultura nacional y un ícono mundial de experiencias únicas. Sus escenarios majestuosos, combinados con la pasión de su gente, han forjado un destino donde la gastronomía, la cultura y la historia confluyen armoniosamente. Sin embargo, como siempre advertimos, aún hay un largo camino por recorrer para alcanzar el equilibrio perfecto que lleve este desarrollo, nacido de siglos de tradición, décadas de trabajo arduo, a nuevas cimas de excelencia.

Todo este potencial quedó reflejado de manera brillante en la reciente Gala de la Guía Michelin, celebrada en la emblemática Bodega Susana Balbo. Este encuentro, de alcance nacional e internacional, reunió a los más destacados exponentes de la cocina argentina en un entorno único que conjuga viñedos y montañas como solo nuestra tierra puede hacerlo. Además de destacar la excelencia culinaria de la región, el evento reafirmó su capacidad para brillar a nivel global. No es solo una tierra de producción vinícola; es un lugar donde la elegancia y la innovación se fusionan con la tradición para crear experiencias inolvidables, y las estrellas Michelin han dejado su inconfundible sello en este rincón de Sudamérica.

Mendoza en abril: vino, gastronomía, cultura y solidaridad

Días después, este 17 de abril, como cada año, el Día del Malbec celebra no solo una cepa de prestigio mundial, sino también el vínculo profundo entre este terruño y su patrimonio vitivinícola, con el varietal emblema de Argentina. Este año, la festividad coincide con el 25º aniversario del prestigioso festival "Música Clásica por los Caminos del Vino". Entre el 12 y el 20 de abril, más de 60 conciertos llenarán los rincones más emblemáticos de la provincia, abarcando escenarios como el Teatro Independencia, la Reserva Villavicencio, bodegas y lugares icónicos. Además, este año el festival se expande más allá de sus tradicionales escenarios, traspasando fronteras, llegando a provincias vecinas como San Luis y San Juan, e incluso al país vecino, Chile, con un concierto especial en Casablanca, Valparaíso.

Mendoza en abril: vino, gastronomía, cultura y solidaridad

El festival también abarca espacios únicos como el Museo Provincial de Bellas Artes Emiliano Guiñazú - Casa de Fader, bodega Chandon, Chaglasian winery and vineyards (San Rafael), estancia Chateau D'ancon (Tupungato), bodegas y casonas históricas de los departamentos de Lavalle y el Este provincial. A su vez, mantiene su carácter solidario, ya que las entradas se canjean por donaciones al Banco de Alimentos. Así, una caja de leche en polvo puede convertirse en la llave para disfrutar de esta conjunción mágica entre música, naturaleza y solidaridad. En cada nota que resuena, en cada paisaje que se contempla, esta tierra demuestra que su grandeza va mucho más allá de su capacidad de producir vinos excepcionales.

Estos ejemplos ilustran que el liderazgo de la región no es fruto del azar. Su posición destacada en el enoturismo es el resultado de décadas de esfuerzo y visión. Las bodegas locales no solo han innovado en la elaboración de vinos, sino que también han creado experiencias integrales: recorridos que cuentan historias, degustaciones que conectan los sentidos con el entorno y una gastronomía que armoniza ingredientes locales para ofrecer maridajes exquisitos. Sin embargo, como señalamos, aún quedan desafíos y oportunidades de mejora por delante.

La Gala Michelin también dejó en claro que la diversidad gastronómica de estas tierras ha sido clave para su éxito. Chefs de prestigio, inspirados por los productos de la región, han elevado la cocina local a nuevas alturas. Cada plato, concebido con precisión para acompañar los grandes vinos, narra historias que conectan las raíces culturales con una visión creativa y moderna, fortaleciendo así su atractivo global, logrando esa armonización perfecta entre @VinosyComidas. El impacto de estos logros no se limita al ámbito económico o turístico. También encienden el orgullo de quienes llaman a este lugar su hogar. Actividades como el Día del Malbec y festivales culturales crean un legado que trasciende generaciones, consolidando a estas tierras como un faro de innovación y tradición. Un ejemplo vibrante de cómo un destino puede transformar su patrimonio cultural y natural en una fuente de inspiración para el mundo.

Así, al disfrutar de los conciertos o de las múltiples actividades por el Día del Malbec, y al brindar con una copa de esta cepa emblemática, también celebramos el espíritu de nuestra bella Mendoza: un lugar que sabe combinar su riqueza natural con la creatividad y el esfuerzo de su gente para dejar una huella imborrable. Cada copa de vino es una embajadora de su historia y su compromiso con la excelencia. Por eso, no debemos olvidar a los protagonistas esenciales de esta cadena: los pequeños y medianos productores que necesitan un marco legal previsible, infraestructura adecuada y un sólido escenario interno, en especial ante la incertidumbre externa, para desplegar todo su potencial.

Mendoza en abril: vino, gastronomía, cultura y solidaridad

 Por último, queremos destacar un momento especial: con esta edición, llegamos a la columna número 50 de la Sección Vinos y Comidas del diario Memo. Es un honor destacar lo mejor de nuestra tierra, sus vinos, su cocina, su historia y su cultura. Este espacio se ha convertido tanto en un recorrido inspirador como una invitación para disfrutar de lo que nuestra provincia tiene para ofrecer, y lo hacemos cada semana con mucha preparación, seriedad y compromiso, pero también con placer y cariño como orgullosos hijos de Mendoza, porque como siempre decimos: nada mejor que un buen vino para contar una gran historia. ¡Salud!

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