Españoles, horrorizados por ponerle hielo al vino
Una nota de consumo del diario español El Mundo se volvió un tribunal inquisitorio a los partidarios del hielo en el vino. "Con el hielo destruyes el vino, te cargas todas sus cualidades. De hecho, no hay nada peor que un vino aguado, y se nota muchísimo. Solo el vino malísimo se merece hielo". ¿Es así?
Se trata de costumbres. Pero también de rituales y, en este caso, hay hechos y prácticas que atentan contra el canon y que despiertan el horror de sus sacerdotes. Se trata del vino y sus formas de consumo que, a juzgar por un debate abierto por el diario español El Mundo, "no debe beberse con hielo".
El sondeo lo hizo la periodista Silvia Nieto, al indagar en torno a tal posibilidad de consumo en medio de la ola de calor que afecta a España. "'Prefiere abstenerse de responder' es la primera (no) respuesta que obtengo cuando intento que un sumiller de cierto prestigio me dé su opinión sobre la creciente tendencia, importada de América, de añadir unos cubitos de hielo al vino. La verdad es que durante mucho tiempo yo misma compartí ese escalofrío", arranca la nota sobre que ya desde el título se señala como "un pecado mortal".
Y de inmediato, la autora nos culpó de pecar e invitar a hacerlo: "La primera vez que vi ponerle hielo al vino fue hace décadas, a una amiga argentina, en una terraza de la calle Serrano de Madrid. Mis prejuicios al respecto me produjeron auténticas convulsiones en las neuronas. Tanto impacto me causó el tema, que cuando años después empecé a ver que más y más gente lo hacía, aproveché una cata en un restaurante para preguntarle al enólogo de una afamada bodega qué pensaba al respecto", contó.
"'¿Ponerle hielo al vino? Si con eso conseguimos que más gente beba vino me parece bien', me dijo. Imbatible respuesta. Seguro que en el sector muchos estarían de acuerdo", completó el relato.
Al recolectar más opiniones, lo que en principio parecía ser una nota periodística sobre consumo y gastronomía, se fue tornando un tribunal de acusación y condena. Contó Nieto: "'Nunca se le debe poner hielo al vino', me responde la periodista gastronómica Ana Marcos cuando le pido su opinión sobre el tema".
Pero hubo algunos excepciones a la "ley": "'Ahora, si lo que ocurre es que vas a un bar y te ponen un vino horrible, para que pase mejor pides un par de cubitos de hielo. Hay gente que lo hace, como los americanos, por ejemplo, que le ponen hielo hasta al champán y lo remueven (qué bestialidad)'. Con el hielo, añade Ana Marcos, 'destruyes el vino, te cargas todas sus cualidades. De hecho, no hay nada peor que un vino aguado, y se nota muchísimo. Solo el vino malísimo se merece hielo'".
Claro que otra cosa es, explica la experta, la temperatura correcta del vino. Y en eso es donde también hincapié Adolfo Fernández, Sourcing Manager de la plataforma online de venta de vinos Bodeboca: "Hielo en el vino: nunca. Vino en el hielo: cada vez que sea necesario".
"Primero, hay que tener en cuenta que servir cada tipo de vino a su temperatura es realmente importante, ya que el componente más volátil es siempre el alcohol y una temperatura elevada va a hacer que los aromas etílicos se antepongan al resto", explicó Adolfo Fernández a El Mundo. Y añadió: "En torno a este tema hay una mentira que por mil veces repetida se ha convertido en verdad para algunos aficionados y es la de que el vino tinto debe servirse a temperatura ambiente. Gravísimo error, además de por lo mencionado, porque la temperatura ambiente puede ser muy cambiante según donde nos encontremos y la estación del año".
"Hielo fuera, no dentro del vino"
Se rpeguntó la autora, entonces: "¿Qué hacemos si el vino no tiene la temperatura óptima? 'Meter la botella en una cubitera con hielo y agua durante unos minutos y listo. Por cierto, también es mejor pecar de servir un vino pasado de frío (tiene fácil solución) que lo contrario'".
Por supuesto, el experto dijo que, como en todo, "hay excepciones": cócteles, combinados a base de vino, vinos especialmente formulados para servir con hielo (tipo Moët Ice), vinos aromatizados tipo vermut, etc. "De hecho, no se te ocurra beberte un champan Ice, como el mencionado de Moët & Chandon, sin hielo. Porque, aquí sí, es una bebida que necesita el hielo para adquirir sus características perfectas de consumo", escribió.
En cuanto a los cócteles a base de vino que proponía Adolfo Fernández, con la universal sangría en cabeza, son una fórmula estupenda para enfriar el vino sin 'pecar'. Por ejemplo, vaciar una sandía y verter dentro una botella de vino blanco seco, una copita de brandy de melocotón, cuatro cucharadas de jarabe de fresa y dos botellines de gaseosa. Se mezcla con un agitador y se sirve en copas de vino, donde previamente habremos puesto algunos trocitos de la sandía cortada. La receta de este refrescante cóctel la proporciona Gino Marcialis en su clásico 'Guía de cócteles' (Grijalbo). Y, oye, si no tienes ni sandía ni cubitera ni tiempo pero aún así insistes en beberte un vino fresquito, pues mira: peca (que a veces da gustito).
¿Enfriar con hielo sin aguar es posible?
Silvia Nito sostuvo que "Si no te queda más 'remedio' que enfriar con hielo pero no quieres aguar el vino, puedes usar la misma técnica que usaría cualquier barman para enfriar un cóctel. Pon tres o cuatro hielos (siempre gordos, y muy muy fríos) en un vaso mezclador, agrega el vino, hazlo girar rápidamente con unas varillas y sírvelo en una copa sin el hielo. No es la perfección, pero tendrás un vino frío al instante sin que el hielo lo vaya estropeando de manera paulatina". Leé su nota haciendo clic aquí.