Focus financiero: que pasó y qué pasará esta semana
El informe de la compañía Balanz, que analiza la semana que pasó y proyecta la que empieza en materia de economía y finanzas.
La semana que pasó: inflación en Estados Unidos, China y Latam
Dentro del ámbito internacional, la inflación de diciembre en Estados Unidos fue de 6.5% interanual, desacelerándose desde el 7.1% registrado en noviembre. Los precios mostraron una caída mensual de 0.1%, impulsados por el fuerte retroceso de la energía (-4.5). La inflación núcleo (+0.3% m/m) se ubicó en 5.7% interanual, en línea con lo esperado. La producción industrial de la eurozona creció 1% m/m en noviembre. El Banco Mundial recortó sus estimaciones de crecimiento global para 2023 en 1.3pp hacia 1.7%. Por último, la inflación de diciembre en China fue de 1.8% interanual.
En la región, la inflación en Brasil fue de 5.79% a/a en diciembre, por encima del 5.6% esperado, mientras que en México sorprendió levemente a la baja al ubicarse en 7.82%, durante el mismo periodo. El Banco Central de Perú elevó en 25pbs hacia 7.75% la tasa de política monetaria, en línea con lo esperado. Adicionalmente, se conoció la encuesta de economistas del Banco Central de Chile, la cual mostró que se espera una contracción de 2.5% del PBI para el 4T de 2022, por encima del 2.2% estimado anteriormente. Finalmente, la producción industrial de noviembre en Uruguay se contrajo 5.9% a/a, mientras que en México se expandió 3.2% a/a en este mismo período.
En el ámbito local, la inflación de diciembre fue de 5.1%, por debajo del 5.5% esperado en el REM del Banco Central, y llevó la inflación interanual hacia 94.8%. La utilización de la capacidad instalada aumentó 2.2pps en noviembre hacia 68.9%. La calificado de riesgo Standard & Poor's elevó la calificación de la deuda en pesos de largo plazo a CCC-. Para los movimientos de mercado en la última semana, por favor referir a la página 4 (Monitor Mercados )
La semana que viene: actividad en China, Estados Unidos y LATAM
En el ámbito internacional, el foco estará en los datos del producto del 4T de China, a conocerse el lunes, en donde se espera un crecimiento interanual de 1.7%. Esto representa una desaceleración desde el crecimiento de 3.9% registrado en el 3T. Un día antes la expectativa es que el Banco Central de China mantenga su tasa de política monetaria en 2.75%. El lunes también se conocerán las ventas minoristas y la producción industrial de diciembre de este mismo país. Las ventas minoristas se esperan que hayan caída 8% de forma interanual, profundizando la fuerte retracción de noviembre (-5.9%). La producción industrial, por su parte, se estima que se desacelere hacia un crecimiento de 0.3% a/a desde el 2.2% previo. El miércoles se conocerán las ventas minoristas de diciembre en Estados Unidos, en donde la expectativa es una caída mensual de 0.8%, luego de haber caído 0.6% en noviembre. También se conocerá la producción industrial de diciembre de este país, la cual se espera sin cambios con respecto al mes anterior, junto con la capacidad utilizada del mismo período, que se espera en 79.6%. Por otra parte, la Fed publicará el libro beige. El jueves tendremos la cuenta corriente en la eurozona. El viernes se publicarán las ventas de casas usadas de diciembre, en donde se espera una caída de 3.2%, luego de haber caído 7.7% en noviembre.
En la región, el foco estará puesto en los datos de actividad económica de Perú y Colombia de noviembre que se conocerán el domingo y el miércoles, respectivamente. Se espera que la actividad económica de Perú haya crecido 2.5% a/a durante noviembre. Adicionalmente, ese mismo día se publicará la tasa de desempleo de diciembre en Perú. El martes se darán a conocer las ventas minoristas y la producción industrial de noviembre en Colombia. El jueves se publicarán los datos de empleo de noviembre en Brasil, para el cual se proyecta una reducción del desempleo a 8.1% desde el 8.3% anterior. También se conocerá el balance comercial de noviembre en Colombia. Finalmente, el viernes tendremos las ventas minoristas en México de noviembre.
Localmente, la atención estará en el balance fiscal y comercial de diciembre a publicarse el jueves y viernes.
Los datos positivos de inflación en Estados Unidos impulsaron una compresión de tasas, quitándole dinamismo al dólar. El euro, por su parte, se apreció 2.9% el último mes, luego de conocerse los datos de la inflación que mostraron cierta resiliencia del sector de servicios, a pesar de la desaceleración de la inflación general. Esto se tradujo en una mayor expectativa de que el Banco Central Europeo exhiba una postura más dura respecto al ritmo de ajuste de la política monetaria, dándole soporte al euro, luego de varios meses de depreciación frente al dólar. Junto a esto, la caída del precio del gas natural reducen las probabilidades de recesión en Europa, reforzando aún más la dinámica positiva del euro a futuro. Por lo contrario, los positivos datos de inflación en Estados Unidos vienen mostrando una desaceleración en los distintos componentes del índice, lo que alimentó el apetito por el riesgo e impulsó una compresión en las tasas de rendimiento del tesoro americano, quitándole dinamismo al dólar. Como consecuencia, el índice DXY, el cual mide la evolución del dólar americano frente a una canasta de monedas de mercados desarrollados, exhibió una depreciación de 2.8% en el último mes. En contrapartida, las monedas de países desarrollados que mayor apreciación exhibieron fueron el yen y dólar australiano, experimentando apreciaciones de 6.1% y 3.2%, respectivamente en el último mes. Hacia delante, la alta dependencia de los datos en las decisiones de política monetaria continuará trayendo consigo una mayor volatilidad para las monedas.
La menor aversión al riesgo global y las mejores perspectivas de la situación económica en China impulsaron a las monedas emergentes en su conjunto. La reapertura de China, luego de la disminución de las restricciones impuestas por la política Covid cero, junto a los planes de expansión fiscal anunciados por el ministerio de finanzas, generaron una mayor perspectiva de crecimiento económico. En medio de esta situación, el yuan se apreció 3.6% en este último mes. Por su lado, las monedas de mercados emergentes, medidas a través del índice de monedas de J.P. Morgan, terminaron apreciándose 2.8% en el último mes, donde las monedas de Asia Emergente fueron las que mayores apreciaciones exhibieron (+2.9% en promedio). Dentro de EMEA el desempeño fue mixto, ya que la lira turca se depreció 0.7% mientras que las otras monedas se apreciaron 3.4% en promedio. Las monedas de la región se apreciaron en línea con el contexto externo a pesar de los conflictos sociales en Brasil y Perú.
Las monedas de América Latina acumularon una apreciación de 3.4% en el mes a través del índice LACI de J.P
Morgan, impulsadas por la menor aversión al riesgo global, a excepción del peso uruguayo, que se depreció 2.2%. Esta
dinámica favorable en las monedas de la región se dio a pesar de las recientes protestas en Brasil, que suman un nuevo
frente de incertidumbre para los inversores a las ya existentes preocupaciones respecto a la situación fiscal. A pesar de
esto, el real se apreció 3.6% en el último mes. Dentro de las monedas de la región, el peso chileno fue el que mayor
apreciación exhibió (5.7%), impulsado por la reapertura de China, que llevó el precio del cobre a niveles no observados
desde junio de 2022. Hacia delante, las monedas de Asia Emergente junto a las monedas de América Latina son las que
mejores prospectos muestran, las primeras por encontrarse baratas medidas al tipo de cambio real, y las segundas por
el diferencial de tasa positivo respecto a Estados Unidos.
El repunte esperado en China y la menor aversión al riesgo global le dieron soporte a las materias primas, a pesar del fuerte retroceso del gas natural. Las temperaturas más moderadas del invierno europeo le quitaron presión al gas natural que cayó 41.3% en el último mes, explicando el retroceso de 2% en este mismo período del índice agregado de commodities de Bloomberg. Sin embargo, el resto de los componentes mostraron una recomposición en medio de señales claras del gobierno de China de poner a la actividad económica entre sus prioridades para 2023, luego de un 2022 de magro crecimiento (se espera cercano al 2%). El desarme de algunas de las medidas más duras asociadas a las políticas "Covid Cero", sumado a las intenciones de reactivar al sector inmobiliario y fortalecer al de energía, impulsó a los dos componentes más sensibles a la actividad en China, estos son los metales preciosos (5%) e industriales (2%) (mostramos esto acá), en donde el cobre avanzó 10.3%. El petróleo (BRENT, +7.5%) también se benefició de una demanda que se espera en aumento a través de una mayor actividad global, mientras que los granos (2%) incorporaron cambios en la cuestión climática (más abajo). Esto sucede en un contexto en donde la desaceleración de la inflación en los países desarrollados renovó la expectativa de un aterrizaje suave de las economías avanzadas, lo que proveyó una plataforma más sólida para los avances de las materias primas, cuya dinámica será clave hacia futuro.
El componente de energía retrocedió 10% el último mes explicado por la caída del gas natural, a pesar de los avances del petróleo. Un invierno sin temperaturas extremas en Europa le quitó presión a las reservas de gas natural de la región, las cuales se mantienen en niveles normales comparados contra años anteriores. Esto aminoró las preocupaciones acerca del suministro de energía a la región, muy dependientes de Rusia, lo que explicó el fuerte retroceso del gas natural (-41.3%) en el último mes. El petróleo, como comentamos anteriormente, habría encontrado soporte en la renovada expectativa de una demanda global traccionada por China. Cabe destacar los anuncios por parte de Rusia de prohibir la exportación a los países que establezcan un límite al precio del petróleo ruso, prohibición que regiría entre febrero y junio de 2023 y que tendría mayor impacto en Europa y Australia. A pesar de esto, los contratos de futuros muestran una desaceleración en los precios del petróleo a partir del segundo trimestre de 2023, lo que llevaría el precio del WTI hacia 76.4 USD/bll en diciembre, desde los 78.4 USD/bll actuales.
Dentro de los granos (2%), las condiciones climáticas desfavorables en Argentina y Estados Unidos ponen presión
sobre la oferta de granos, lo que aportó un sesgo al alza en los precios. El último reporte del Departamento de
Agricultura de Estados Unidos mostró una reducción de 4 millones de toneladas en la producción argentina de soja,
lo que situaría la producción total en 45.5 millones de toneladas. Esto está por debajo del recorte reciente de 12
millones de toneladas que estimó la Bolsa de Rosario, lo que muestra la incertidumbre acerca de las condiciones
climáticas de la región. De todos modos, se espera una convergencia de ambas estimaciones, posiblemente más en
línea con la estimación local. Por el lado del maíz, el cual avanzó 2% en el último mes, la menor producción de Estados
Unidos, Argentina y Brasil estuvo parcialmente balanceada por un incremento en China. Finalmente, el trigo (-1.6%)
incorporó un aumento en la producción de Europa y Ucrania, principalmente.