Petróleo: el tremebundo diagnóstico del sindicalista más importante del sector
En un audio que se viralizó en las últimas horas entre los grupos vinculados a la actividad petrolera, el dirigente neuquino -nacido en Mendoza- sintetizó: "La soga viene con mierda y hay que agarrarla con los dientes". Destacó que no pueden hacer paro porque "ya está todo parado". Incertidumbre por posibles despidos.
"La soga viene con mierda y hay que agarrarla con los dientes". De esta manera, el secretario general del Sindicato de Petróleo y Gas de Neuquén, Río Negro y La Pampa, Guillermo Pereyra, describió la cruda realidad que atraviesa el sector hidrocarburífero argentino en medio de una pandemia que afectó el consumo y el precio del crudo en todo el mundo.
La frase de Pereyra, nacido en Mendoza y radicado en Neuquén desde hace décadas, fue parte de un audio de WhatsApp que el sindicalista le envió a un dirigente del sector de Santa Cruz, que se habría quejado por la inacción del gremio ante las suspensiones y posibles despidos por parte de las empresas operadoras y de servicios.
Rápidamente, el audio, al que pudo acceder Memo, se viralizó entre los grupos de WhatsApp que integran empresarios y otras personas vinculadas al petróleo. "No hay un puto mango, pero no hay que enojarse", le dice Pereyra a su destinatario, quien evidentemente filtró el mensaje del líder petrolero y exsenador nacional por Neuquén.
"El gremio se tiene que disfrazar de no sé de qué. ¿A qué le vas a hacer paro, si ya está todo parado?", continuó Pereyra. ante el reclamo por la inacción del sindicato. Asimismo, se refirió a la posibilidad de que las petroleras soliciten procesos preventivos de crisis: "Nadie sabe cómo seguiremos en junio. Si encaran un PPC es para despedir, y al 50 por ciento".
Las frases más contundentes de Pereyra:
-"Los yacimientos están al 30 ó 40 por ciento de su producción. Las refinerías están cerrando porque no tienen capacidad para almacenar. Ayer cerró La Plata, está cerrada Mendoza, los oleoductos están repletos. No hay actividad".
-"No sé hasta dónde vamos a aguantar, tengo miedo, hay gente que tiene bronca, la situación no da para más. Estas empresas se manejan siempre con los bancos, con guita de afuera, y ahora está todo cerrado. No hay un puto mango. No hay que enojarse".
-"La situación es de extrema gravedad. Se derrumba toda la economía. Están emitiendo como loco y no sé hasta cuándo. Inflación de puta madre".
-"Vos hablás como si vivieras en otro mundo (le dice al destinatario), hay que reclamar, pero tranquilo, hablo todos los días con las empresas. La soga viene con mierda y hay que agarrarla con los dientes".
Todos miran a YPF
En Mendoza, donde concentra cerca del 85% de la producción, y en el resto del país, donde también es la principal operadora, YPF ha dejado de comprar crudo al resto de las petroleras, incluso a aquellas de las que es socia en algunas áreas. El argumento es lógico: ante el derrumbe de la demanda y la falta de lugar para almacenar, solamente refina su propio petróleo.
Esto se agrava porque YPF se mantendría en esta postura durante meses, poniendo en riesgo la viabilidad del resto de las petroleras que a diferencia de la compañía de bandera, no son integradas (no tienen refinerías).
Sin embargo, hay otros reclamos, principalmente de las empresas de servicios que piden el pago del 50% de la deuda que tendría la compañía. Esto, según argumentan desde las distintas cámaras, les impide pagar los salarios de sus empleados y apunta hacia una reducción sustancial de la planta de personal.
Ante esto, algunas petroleras no integradas, como Pluspetrol, buscan espacio para almacenar el excedente de crudo, a la espera de que se normalice la situación, y apuntan al mar, alquilando buques petroleros, una alternativa que generó un nuevo fenómeno a nivel mundial: hay más buques petroleros movilizándose que aviones comerciales.
Mientras tanto, el nuevo CEO de YPF, el mendocino Sergio Affronti, ha dedicado sus primeros días en el cargo a reorganizar estructuralmente la compañía, mientras que se espera que rumbo tomará la empresa ante una situación inédita que puso en jaque al negocio de los hidrocarburos en todo el mundo.