Potasio: la minería comenzaría a mover la estancada matriz mendocina
El Ejecutivo provincial dio a conocer los avances del proyecto Potasio Río Colorado. Aún cuando la población y parte del arco político no parecen dimensionar lo importante que es la inversión y todo lo que implica. Detalles.
Hay pocos sectores productivos capaces de generar un proyecto que genere el interés para invertir US$1.000 millones en una país como la Argentina. Uno de ellos es la minería, actividad que -pese a todo- vuelve a aparecer en el radar de la mano de Potasio Río Colorado para darle un impulso a la estancada matriz productiva de mendocina.
Suarez confirmó una inversión de U$S 1.000 millones en Potasio Río Colorado
El Ejecutivo provincial dio a conocer detalles del avance de las negociaciones para firmar dentro de las próximas dos semanas el contrato con el inversor que construirá un proyecto para producir 1,5 millones de sales de potasio. Se despejaron muchas dudas y se comenzó a delinear lo que será el impacto en la matriz mendocina.
Aunque se trata de la inversión más grande en décadas, similar a lo que está enviando el Estado en cuotas para Portezuelo, pareciera que aún no se toma dimensión de lo que significa una mina de esta magnitud. Se trata de una escala que Mendoza nunca vio y que será el primer paso para que la actividad minera a mayor escala muestre como puede ayudar a empujar la economía.
Inversores
En primera instancia se confirmó que el inversor es nacional y viene acompañado de un socio extranjero, específicamente brasileño. Este último dato cuadra con lo que había anticipado en reiteradas ocasiones el Gobierno respecto al interés que habría en ese país por el mineral mendocino.
Brasil es uno de los mayores consumidores mundiales de potasio y de los mayores importadores. Produce muy poco y el 85% de lo que necesita lo tiene que comprar en mercados como el ruso, el cual está complicado por la guerra. De hecho, ese factor es clave para la mejora en el precio del mineral y que volvió a generar interés en el yacimiento malargüino.
Justamente Vale era de los pocos productores de potasio de Brasil, con una mina en Sergipe que producía 700.000 toneladas, el 10% de lo que necesita opr año. Tras dejar su división de fertilizantes, en Vale vendieron ese yacimiento a Intrepid Potash.
La producción de PRC sería el doble de Sergipe, por lo que podría cubrir una parte importante de las necesidades del vecino país, pero aún así Brasil seguirá necesitando más importaciones porque consumen entre 7 y 8 millones de toneladas anuales para su agricultura.
Sobre los inversores nacionales ya circularon dos nombres importantes del empresariado argentino (Eurnekian y Manzano con Integra Capitals), y aunque desde el Gobierno no quieren confirmar hasta la firma del contrato, hay señales que indican que podría ser uno de ellos. La novedad en este caso sería el socio, el cual sería el nexo fundamental para la venta del mineral que se produzca en Mendoza.
Logística
Una parte importante del impacto económico que tendrá Potasio Río Colorado es el desarrollo que generará en polos logísticos como Pata Mora y cómo activará distintas industrias. Una de las primeras que verá el beneficio de la minería será la metalmecánica.
Dentro de los puntos claves que debe resolver el inversor está la logística en materia de transporte. Nos referimos a todo lo que significa sacar una producción de 1,5 millones de toneladas desde el interior de Malargüe hasta el Atlántico.
Lo que se confirmó también es que, a diferencia del plan gigante de Vale, habrá un sistema mixto de transporte con camiones que acercarán la producción hasta una estación de transferencia que llevará el mineral en trene hasta un puerto.
Por eso, el Estado provincial comenzará a trabajar ya en el acondicionamiento de la ruta provincial 189 para que reciba un alto flujo de camiones en la etapa de mayor producción del proyecto, en un plazo de 5 años.
El plan de Vale era llevar el mineral directo desde el yacimiento hasta Bahía Blanca. Era una idea cara, que se hizo más cara aún en el camino y su costo fue una de las razones que hizo caer el proyecto de 7 millones de toneladas anuales de producción.
Aunque está confirmado que el traslado será en camión y tren, falta por conocer dónde estaría el punto en el que los camiones se unirían con el tren. Desde General Alvear en su momento, dentro del plan para recuperar el Ferrocarril Sarmiento, destacaron que podrían ser una opción para llevar el potasio hasta el Atlántico.
Sin embargo, hay algunos opciones posibles y que en su mayoría apuntan a Bahía Blanca. Entre las que ya fueron estudiadas está el plan de Río Tinto, empresa que el vendió a Vale el proyecto y que fue la que sí ganó dinero con el yacimiento. La idea en ese momento era llevar las sales de potasio en camiones hasta San Patricio del Chañar y construir la estación de transferencia. Además, había que construir dos tramos más de vía férrea para llegar con el mineral hasta Bahía Blanca.
Los conocedores del proyecto destacan que es el transporte del potasio es el gran tema a resolver y que cuadre en la ecuación económica, porque cuestiones como la provisión de gas y electricidad se pueden resolver de manera más expedita. De lo conocido hasta ahora se desprende que gran parte de las definiciones logísticas ya podrían estar definidas.
Producción y acciones
Aunque PRC como empresa se venderá al nuevo inversor, el Estado provincial se quedará con una participación accionaria, una de las cuestiones claves de la negociación.
Los activos que Mendoza usará para negociar su participación accionaria en la explotación de PRC
En este caso en particular, Mendoza como propietario no sólo entrega los derechos sobre el yacimiento, sino que entregará una serie de activos que tienen un alto valor económico. A eso se suman cuestiones técnicas que no son menores, como son las perforaciones que ya existen en la mina y que permiten que -por ejemplo- se pueda trabajar en el desarrollo de una planta piloto.
Por eso, desde el Ejecutivo se destacó que una de las razones para elegir al inversor con el que trabajarán el contrato para la venta de PRC, fue el nivel de participación accionaria que ofrecía al Estado provincial.
Además, y considerando que el proyecto demorará cinco años en construirse en su totalidad, el Gobierno destacó la construcción de una planta piloto que generará un nivel de producción inicial que generará un grado de movimiento de empleo en el corto plazo.