Lo que hace falta para reactivar el dólar ladrillo en Mendoza

El sector inmobiliario está expectante con lo que puede suceder tras la importante baja en las tasas de interés. Sin embargo, creen que aún se necesitan más medidas.

Dentro de las tantas denominaciones que tiene el dólar en la Argentina hay algunos que aparecen como una opción cuando otras están algo limitadas. Es el caso del denominado dólar ladrillo o dólar celeste, como también es llamado, y que corresponde a una cotización intermedia entre el oficial y el blue que se maneja a la hora de la transacción de una propiedad.

Generalmente el dólar ladrillo aparece y se activa en situaciones como la que vivimos en la actualidad, con un cepo que limita a los ahorristas y con una sostenida baja en las tasas de interés, lo que está quitándole el atractivo que mantuvieron durante mucho tiempo los plazos fijos. Sin embargo, eso no está sucediendo hoy y el mercado inmobiliario en Mendoza está absolutamente planchado y sin mayores operaciones.

Estanislado Puelles, presidente de la Cámara de Corredores Inmobiliarios, dijo que "hay una expectativa que aún no se está concretando" por la baja de las tasas de interés, "el gran problema de los últimos dos años".

Manifestó que aún hay muy pocas operaciones, pero que es probable que -sí se dan ciertas condiciones- "los inversores más conservadores, no habiendo otras alternativas apuestan a la compra de inmuebles en pozo más que los usados".

Sobre el actual momento manifestó que "hoy los desarrollistas están vendiéndote en pesos o aun dólar celeste, quizás por ese lado pueda haber algún tipo de expectativa, pero es algo pequeño dentro del mundo inmobiliario".

Para Puelles, en la medida que no haya algún tipo de señal, se pueden activar las operaciones. Por eso, este viernes el Consejo Federal de Colegios Inmobiliarios se reunirá con la ministra Bielsa para plantearle un pedido en el que tienen puestas las expectativas para concretar lo que podría ser un dólar ladrillo real que se separe del celeste.

Los corredores le solicitarán que la medida de excepción que señala que las personas que quieran comprar su primera casa pueden acceder a comprar dólares hasta U$S 100.000 al precio oficial y sin recargos a través de un crédito hipotecario, se extienda a otros sectores.

En concreto le pedirán que el beneficio se amplie a las personas que puedan hacer la compra de contado, pero manteniendo los mismos topes y la condición que sea primera vivienda. Por ejemplo, dijo Puelles, que hoy hay personas que tienen un plazo fijo de seis millones de pesos con el que podrían comprar una vivienda si les permiten comprar dólares al precio oficial.

Sinceramiento de precios

Para el titular del Colegio de Corredores mendocinos lo que se vivió en 2018 y 2019 fue tan malo que no recuerda una crisis similar en sector en sus 25 años de carrera. Ni siquiera el 2001 fue tan malo.

En ese sentido, dijo que una buena señal macroeconómica para el sector es la baja en la tasa de interés que, del 80% de la era Macri, ya bajó hasta el 40% y se estima que volverá a bajar este jueves.

Pero también consideró que es necesario que se sinceren los precios de los inmuebles para que muchos ahorristas o los que se posicionaron en dólares antes de la elecciones salgan a invertir en el mercado inmobiliario.

"Nunca pueden valer las propiedades lo mismo en dólares que hace cuatro años, porque en el medio pasó algo en la Argentina", dijo Puelles.

En ese sentido, agregó: "Cambió la dinámica del mercado inmobiliario, muchos que quieren vender se están adaptando, mientras que otros se mantienen y no van a vender ahora y tampoco a fin de año".

Según explicó, como hay pocas operaciones y se ha perdido la fluidez de la compra venta, es difícil determinar cuánto deberían valer las propiedades, pro estima que en el último año bajaron por lo menos un 20% en dólares.

Finalmente, Estanislao Puelles, consideró que si se terminan de ajustar algunas condiciones puede comenzar a reactivarse el sector. Insistió en que hay tres factores fundamentales para el negocio inmobiliario, la certidumbre, un tipo de cambio estable (sin improtar el precio, pero estable) y bajas tasas de interés.


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