Leo Bravin, el argentino que integra socialmente construyendo casas en Centroamérica

Leo Bravin pasa su tiempo desde hace entre cuatro o cinco años entre Centroamérica y Mendoza, entre el trabajo y la familia, aunque a veces se mezclan familia y trabajo por el apoyo que recibe del núcleo íntimo.

Empezó a construir viviendas en Panamá, al ganar una licitación para poner en marcha un sistema de viviendas que pudieran ser construidas rápidamente y, además, incluir socialmente a gente sin trabajo en la capacitación para la tarea y finalmente, en levantar su propio techo.

"La vivienda social requiere calidad profesional y no caridad profesional" es la frase del prestigioso arquitecto chileno Alejandro Aravena, Premio Pritzker, que lleva como bandera Bravin, tras haber estudiado las formas de trabajo aplicadas detrás de la cordillera para que la gente posea un techo digno, "eterna" y poder ampliarlo a mediano o largo plazo.

"Fuimos proveedores de las principales empresas constructoras de Panamá. Y el año pasado hicimos unas 2.300 viviendas tomando mano de obra de gente ociosa, subsidiada por el Estado, a quienes les enseñamos el oficio y ahora están construyendo entre 75 u 80 casas por mes", le contó a Memo.

Bravin pasó unos días por Mendoza, pero rápidamente tuvo que volverse. Es que el viernes tiene una reunión con el presidente electo de Guatemala, Alejandro Giammattei, que se interesó del sistema de trabajo de Bravin por intermedio del alcalde electo de Villa Nueva, Javier Gramajo. A este último le tocará gobernar una ciudad metropolitana con 1.500.000 habitantes y una densidad de más de 13 mil personas por kilómetro cuadrado.

La empresa que lleva adelante el mendocino se llama Vision Building, tiene su sede en Canadá y tuvo su planta logística en Argentina. Pero se la llevó por delante alguna de las crisis y no volvieron más. Además, aquí -dice Bravin- la legislación que rige los sistemas constructivos todavía no comprende y probablemente, menosprecie, a las viviendas industrializadas que, sin embargo, ahora son recomendadas por todos los organismos especializados en urbanización por su sustentabilidad ambiental y social.

Hay un factor extra que hace que Bravin haya hecho pie con un hub logístico propio en Panamá para desplegarse a Honduras, El Salvador, Costa Rica y Guatemala, entre otras exploraciones, y es que la inflación en Argentina hace que los presupuestos se "coman"  los planes y a las empresas. "No es solamente poder hacer las viviendas rápidamente -explicó- sino que al hacerlas en menor plazo alcanzan los fondos y no se pierden".

Incorporación al trabajo

"Con Guatemala nos pasó algo interesante. Nos llamó el presidente electo luego de que el alcalde electo de Villa Nueva nos visitara en Panamá para ver lo que habíamos hecho. Él tiene una de las villas inestables más grandes de Sudamérica y le ofrecimos a la gente, que no tienen ningún tipo de salida laboral, es que participaran de la construcción de las casas. Con eso pagan parte de la vivienda. Es el gobierno el que compra el kit de la vivienda, que es una estructura monolítica de hormigón. Hoy, las condiciones en las que viven son deplorables y están aisladas del sistema. Los queremos capacitar, hacerlas parte de la empresa y luego, ponerlas a disposición como mano de obra para las empresas de Guatemala".

¿Y aquí?

"Mendoza -dijo- tiene muy buenas empresas y desarrollo en materia de estas viviendas, pero el error es que se las considere vivienda alternativas, cuando es al revés: son las que debería haber". Señaló que "debe haber un cambio legal para que se pueda participar de las construcciones. Hoy se cambian constituciones, pero no cambian los códigos constructivos".

Escuchá todas sus definiciones en el video de arriba.