La pandemia complica la producción de celulares en Tierra del Fuego
Las fábricas estuvieron casi dos meses cerradas debido a las restricciones ordenadas por el Gobierno nacional. Al reabrir, aparecieron todo tipo de problemas.
Debido a las restricciones anunciadas en marzo producto de la pandemia de covid-19 en Argentina, las fábricas de teléfonos celulares de Tierra del Fuego no ingresaron en el rol de "esenciales" y tuvieron que permanecer cerradas casi dos meses, profundizando dificultades preexistentes.
Justamente, los problemas en la isla no son nuevos: las fábricas arrancaron el 2020 con un stock limitado y un alto porcentaje de capacidad ociosa a raíz de las altas tasas que debían pagar en 2019. Todo se complicó más con el cierre por más de 50 días.
Según datos de la Cámara de fabricantes de Electrónica de Tierra del Fuego (AFARTE), la producción cayó un 48% en comparación al mismo período del año anterior. Se fabricaron 1.817.765 teléfonos celulares y las ventas cayeron en un 22% por reducción de stock.
Asimismo, tuvieron que volver a cerrar: la mayoría de las fábricas en Tierra del Fuego están sin gente desde hace 10 días por casos positivos de covid-19. Actualmente trabajan en la industria electrónica 7.500 personas de forma directa y otras 2.500 de manera indirecta.
"La diferencia entre producción y venta se explica por la reducción de stocks. No hubo un mayor ingreso de artículos importados, que siguen en torno al 5% del mercado, así que la cadena de distribución se acostumbró a trabajar con mínimos stocks", sostiene Federico Hellemeyer, presidente de AFARTE.
Las autoridades fueguinas determinaron que las fábricas continúen cerradas hasta nuevo aviso. La única fábrica en funcionamiento es Newsan: produce para LG y Motorola, publicó en su informe iProUP.
Luis Galli, CEO de Newsan, explicó que "lentamente se empezó a corregir el desabastecimiento", en gran medida gracias al nuevo protocolo, que ya no limita la capacidad productiva. "Igual, la cantidad de unidades producidas es menor por algunos factores que tienen que ver con el protocolo actual", aclaró.
En términos generales, en lo que va del año la producción cayó por encima del 50%.
Marcelo Daniel Girotti, CEO del Grupo BGH, detalló la situación en sus plantas: "Todos los operarios tienen barbijos; guantes; trabajan con alcohol en gel; hay cámaras termográficas; rondas aleatorias de tomas de temperatura; las mesas están separadas con acrílicos; y, además, vamos a buscar a los operarios a sus casas".