La odisea y el peligro al que expusieron a un grupo de montañistas estafados en Mendoza

Pese a pagar sumas de hasta 95 mil pesos por persona para realizar la expedición, "al tercer día nos quedamos sin comida", expresó una de las víctimas.

Una verdadera odisea y locura vivió un grupo de nueve personas que días atrás intentó hacer el cruce de Los Andes con una empresa mendocina, supuestamente liderada por un guía de montaña.

Una de las personas que vivió la traumática situación, contó a Memo detalles de la experiencia que lamentablemente fue un fracaso.

La travesía y odisea comenzó el 16 de enero, cuando las personas que contrataron a las empresas Mawiza Zomo y Expedición Los Andes, propiedad de Jorge Albornoz, iniciaron con el ascenso.

Aún molesta por la situación vivida, la montañista relató que Albornoz, "que es quien nos vendió el viaje, nunca nos emitió factura", de todos modos dijo que esa situación "termina siendo un detalle de todo lo que ocurrió después".

Además, reveló que "cuando iniciamos el trayecto nos dimos cuenta de que no había guía de montaña, que el que iba a guiar la expedición era él".

"Es una persona que no conoce la montaña, no tiene carnet de guía de alta montaña. Nos enteramos después", siguió diciendo.

En otro fragmento de la charla, comentó que el hombre en cuestión "decía que era guía especializado".

La odisea y el peligro al que expusieron a un grupo de montañistas estafados en Mendoza

La persona que tomó contacto con este diario, también indicó que la travesía la realizaron dos expediciones juntas, "una a caballo y una caminando", por las que los aventureros efectuaron diferentes pagos, acorde al viaje que realizarían.

A medida que la expedición avanzaba, y que debía concluir el sábado 22, otra situación llamó poderosamente la atención de quienes terminarían siendo estafados.

"En el viaje nos daban muy poco de comer y nos parecía raro. Al tercer día nos quedamos sin comida, esto nos lo informó la fotógrafa de la expedición", dijo.

Inclusive, la fotógrafa "nos alerta de que no hay más comida" y de que "habían tenido que robar comida de otros campamentos para poder alimentarse".

Ni bien los turistas quejaron al enterarse de esta situación, "esto es desmentido por el señor Jorge Albornoz, que nos llevó al próximo puesto de Gendarmería, que era Refugio Real de la Cruz".

Este hombre, de acuerdo a lo relatado por la mujer, "les pidió comida a los otros grupos para darnos de comer a nosotros, y le pidió 5 mil pesos a una de nuestras compañeras para comprarle comida a los gendarmes".

Una vez en este lugar, integrantes de otras expediciones que se encontraban en la zona "nos alertan de que este tipo está loco, que es un estafador". Nos dicen "'tengan cuidado que no tiene comida, nos está pidiendo comida a nosotros'".

Para colmo, en medio de la travesía y ya estando a 4 mil metros de altura, y "sin manera de volver solas, este tipo nos dice ‘bueno chicas vayan caminando solas a hito (límite Argentina-Chile), son dos horas y media caminando. Ustedes pueden ir solas, las acompañará un baqueano. Vuelvan antes de las 15.30 que crece el río, tienen que volver antes para no quedarse del otro lado'".

Indignadas por la situación, la supuesta estafada comentó que decidieron observar el mapa que había en el refugió y "nos dimos cuenta de que era imposible hacer ese camino en cinco horas. El tipo nos estaba mandando sin comida, sin carpa y sin bolsas de dormir".

De hecho, "tanto los gendarmes, como los otros grupos, nos dijeron ‘es una locura, son 10 horas de caminata, este tipo es peligroso, no vayan'".

Igualmente, Albornoz insistía: "Él nos juraba que era posible, que se podía hacer".

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Fue ahí cuando decido "buscar un caballo con otra expedición y pagar 10 mil pesos para que me bajaran al otro día".

"Bajé con una expedición que se llamaba Cabalgata Las Materas, y el guía me contó que era un chanta, que hace tres años hizo el camino como turista y que después se puso a vender, sin ningún tipo de control, es un tipo peligroso", continuó con su relato.

Posteriormente, ya en contacto con el socio de Albornoz, enviaron comida y caballos "para las personas que faltaban y que habían quedado arriba".

Esta persona, que por el momento prefiere quedar en el anonimato, agregó: "En cualquier momento mata a alguien. Si nosotros no hubiésemos tenido la inteligencia de preguntar, nos hubiese mandado solas a hacer una caminata que era de diez horas y nos hubiéramos quedado atrapadas por el río".

Y reveló otro de los tantos episodios por los pasaron: "Cuando nos estaba diciendo que nos fuéramos al hito, nos dijo ‘quédense tranquilas que van con La Chini'".

Esta persona, según la persona denunciante, "es una mujer de Buenos Aires que nunca había estado en la montaña. El pretendía que nos fuéramos con ella. Una de las chicas le dijo ‘disculpame, pero no tiene nada que ver que nos vayamos con tu novia, vos sos el responsable y te tenés que hacer cargo". Además, "la novia por lo bajo dijo lo mismo".

Con el paso de los días, las personas estafadas comenzaron a moverse, a fin  de ir contra Albornoz. "Ya hablé con la secretaria de Turismo de Tunuyán, y me prometió accionar, pero hasta acá no hemos tenido novedades", señaló.

Pero además, "hicimos una denuncia en el Ministerio de Turismo y en Defensa al Consumidor y tampoco hemos tenido respuesta".

Así y todo, este grupo de montañista no puede creer que "esta persona sigue en el Manzano Histórico con su cabaña alquilada y su cartel de Cruce de Los Andes, vendiendo cruces a otras personas".

"Estamos preocupados por la falta de control de estar subiendo a cualquier persona, sin tener la mínima idea y el mínimo conocimiento de lo que se requiere en términos de cuidados y de controles para un treking de esas características", finalizó.

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