La obra que necesita Mendoza para no quedarse sin energía

Recientemente, el Gobierno nacional canceló la licitación de una línea de alta tensión en San Rafael. Desde la Provincia indicaron que se trataba de una obra sin impacto para el sistema eléctrico de Mendoza, pero destacaron que hay otro proyecto que debería materializarse lo más pronto posible.

No es una obra que esté en la agenda diaria, en medio de la crisis por el coronavirus covid-19, y tampoco se habló mucho de ella en la Legislatura cuando se discutió la autorización para tomar deuda. Sin embargo, la construcción de la línea de alta tensión Cruz de Piedra-Gran Mendoza podría representar que, ni más ni menos, Mendoza no se quede sin energía eléctrica.

La necesidad de ejecutar este proyecto, relativamente pequeño pero de una gran trascendencia para el sistema eléctrico de Mendoza, salió a la luz nuevamente por estas horas. Recientemente, ante la cancelación nacional de la licitación de una línea de alta tensión en San Rafael, desde la Provincia minimizaron el impacto que tendría y aprovecharon para destacar la urgencia de materializar Cruz de Piedra-Gran Mendoza.

"La obra en San Rafael no implicaba un salto en la cantidad de energía disponible en Mendoza, pero sí lo haría la línea Cruz de Piedra-Gran Mendoza, ya que reforzaría el vínculo de Mendoza con el sistema interconectado nacional", manifestó el subsecretario de Energía, Emilio Guiñazú, ante la consulta de Memo.

A partir de los detalles técnicos de la obra, la misma representaría una rueda de auxilio para el sistema eléctrico de Mendoza que, hoy en día, ante una eventual falla implicaría un apagón cuya dimensión puede variar. 

Para comprender esto, Pablo Magistocchi, presidente de Emesa (la empresa estatal de energía) explicó que originalmente "esa línea se usaba para traspasar excedente de energía hidráulica de Mendoza hacia el centro de Argentina, y eventualmente ante picos de demanda, aprovecharlo para Mendoza. Ahora, con el aumento de la demanda en la provincia, esos 300 mv de capacidad están inyectados directamente en Mendoza para cubrir la necesidad diaria".

Esto implica que en la actualidad tampoco se pueda hacer el mantenimiento necesario al sistema, ya que la provincia se quedó sin esa reserva, que ahora se utiliza permanentemente: sería como un cargador portatil de baterías que sí o sí debe estar enchufado al teléfono para que este funcione.

"Esta nueva linea, que se sumaría a la que ya existe entre la subestación Cruz de Piedra y Gran Mendoza, nos permitiría sumar hasta 1000 mv de transferencia de energía, mejorando la calidad y la cantidad de energía para expandir nuestro sistema. También volveríamos a poder hacer mantenimientos programados y ante una falla intempestiva, no vamos a tener cortes", explicó Magistrocchi sobre la obra que implicaría un tramo cercano a los 20 kilómetros y cuyo costo rondaría los 20 millones de dólares.

Asimismo, también va a permitir que Mendoza tenga la posibilidad de inyectar energía en el sistema interconectado nacional. "Esta linea nos va a permitir que Mendoza se un polo de generación de energía", agregó el funcionario que asumió al frente de Emesa durante la gestión de Alfredo Cornejo como gobernador. 

Una obra que se quedó a mitad de camino

Si bien en 2017 se aprobó en la Legislatura la creación de un fondo fiduciario para este tipo de obras, nada se logró desde entonces. Semanas atrás, el ministro de Economía y Energía, Enrique Vaquié, se reunió con actores del sector (generadores, distribuidores y prestadores) y surgió por unanimidad la necesidad de la concreción de la linea Cruz de Piedra. "El  desarrollo económico y el empleo dependen de disponibilidad de energía. Desarrollamos un plan para mejorar la infraestructura eléctrica", destacó.

Vaquié hacía referencia al Fopietzad, nombre que se le dio a aquel fondo fiduciario generado en 2017 para financiar obras, que se constituyó en aquel entonces con el apoyo del peronismo, pero que nunca se fondeó. Para hacerlo, estaban en la mira créditos de organismos internacionales específicos para este tipo de obras, con plazos y tasas convenientes.

Aquel respaldo del peronismo de 2017 para constituir este fondo, no se replicó este año para obtener financiamiento internacional para constituirlo.

Ya en 2018, se realizó la audiencia pública, paso previo necesario para la construcción de la línea 220 kV Cruz de Piedra-Gran Mendoza y la nueva ET Mendoza Norte con la apertura de la línea 220 kV Cruz de Piedra - San Juan. Aquí, justamente, uno de los inconvenientes: aún se discute si se tiene que compartir la inversión con San Juan, quienes no necesitan la obra con la misma urgencia que Mendoza.

El proyecto también cuenta con la factibilidad ambiental y económica de la obra, con la autorización de Cammesa, y sólo restaba la cuestión financiera. Justamente para eso se creó el Fopietzad en 2017.

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