Llanos Gorichón: "Estamos volviendo al año 1910, estamos hablando de la época proteccionista de 1910, y todos se acuerdan de lo que pasó en 1929"
El diplomático chileno Manuel Llanos Gorichón analizó los aranceles de Donald Trump y resaltó que lo que busca el gobierno estadounidense es que los países se sienten a negociar uno por uno.
El arancelazo de Donald Trump preocupó a gran parte del mundo, aunque algunos analistas ven la situación como una oportunidad para que países que miran el tablero internacional de reojo puedan beneficiarse de la medida. El diplomático chileno, impulsor de tratados internacionales y exdirector de InvestChile Manuel Llanos Gorichón habló con Gabriel Conte, Evangelina Argüello y Ariel Fernández Lavilla en "Tenés que saberlo", por Radio Post 92.1, y analizó cómo pueden atravesar esta situación países como Argentina o Chile.
"En el caso chileno, tiene un tratado de libre comercio con Estados Unidos desde el año 2002, es un tratado que tiene 20 años y ha sido un tratado bastante excepcional. Un tratado de libre comercio es un contrato bilateral no solamente arancelario, los tratados son mucho más complejos que la reducción arancelaria, el principio de la reducción arancelaria es el concepto de libertad, pero al final lo que se negocia en los tratados no son solamente aranceles: son cuotas, son capítulos de servicios financieros transfronterizos, capítulos de inversiones, capítulos de resolución de controversia, una serie de capítulos y son realmente unos manuales de cómo se establecen las relaciones bilaterales entre ambos países", explicó Llanos Gorichón.
El especialista explicó que el arancel afecta a Chile y que lo que ha hecho Trump es estandarizar en 10%: "En definitiva le está diciendo a los otros países ‘si yo te aplico un arancel recíproco al 10%, tú tienes el derecho de aplicar el mismo arancel'. En el caso de Chile tendrá que buscar cuál es la lista de bienes de importación que le va a aplicar el 10% del arancel. Chile tiene una estrategia distinta a la que han tenido todos los países latinoamericanos, no con respecto a Estados Unidos, sino antiproteccionista, de regionalismo abierto, es el país que tiene más tratado de abrir el comercio".
En esa línea, señaló que Chile no va a tomar represalias contra Estados Unidos: "Vamos a ser muy fríos, vamos a analizar caso por caso, cómo afecta a cada uno de los sectores productivos, cómo afecta a cada una de las partidas arancelarias negociadas. Hablé con un par de amigos negociadores, me pusieron al día: ‘Manuel, esto es una bomba atómica, pero tú sabes que Argentina y Chile estamos muy lejos del efecto nuclear como dicen los expertos'. Por lo tanto tenemos que ser más inteligentes y ser inteligente es poner las barbas al remojo, analizar muy bien la situación, saber cuándo hay que actuar".
A su vez, marcó que Argentina debería seguir esta estrategia ya que ambos países sumados no alcanzan el 0,5% de las importaciones estadounidense: "No somos grandes players en lo que significa las compras internacionales o importaciones internacionales que hace Estados Unidos. Argentina ha logrado después de 18 años una balanza comercial favorable, más o menos 260 o 270 millones de dólares en 2024, y un crecimiento bastante interesante el año pasado que fue sobre el 32, 33% en su intercambio comercial".
El impacto geopolítico
Llanos Gorichón señaló la importancia de leer lo que está haciendo Trump en el contexto mundial: "Obviamente a mí no me gusta, yo soy un tipo que cree en el libre comercio y creo que el libre comercio en los últimos 30 o 40 años, ha sido el mecanismo en cual los países progresan, se desarrollan y crecen. El mundo globalizado está en tu celular, lo estás viendo. Creo que lo que tiene que hacer tanto Chile como Argentina es ser fríos en sus análisis. Argentina tiene grandes equipos en el área de negociaciones, tiene las mejores escuelas negociadoras de América Latina, yo me preparé ahí y Chile también tiene su experiencia y su rodaje. Esto es como una bomba atómica: colocó una bomba atómica en el principal supermercado, podríamos decir, del mundo que es Estados Unidos, que representa el 25% o el 26% del Producto Bruto Interno".
Además, marcó que el comercio en el hemisferio norte (el más afectado) representa el 80% a nivel mundial y que es una oportunidad de aprovechar la situación: "Lo que está diciendo Estados Unidos es ‘convénceme de que te baje los aranceles'. En ese sentido, creo que el anuncio de Milei de ayer no es malo, es decir ‘veamos cuáles son los 50 productos que nos afecta'. En Argentina hay un producto que afecta brutalmente, que es el aceite derivado del petróleo. Los gringos compran muchos lubricantes, representa más o menos el 35% de las exportaciones argentinas en Estados Unidos. Afecta a muchas provincias, pero Mendoza es la provincia menos afectada con respecto a otras en términos de la oferta exportable".
El diplomático señaló que Argentina puede negociar hábilmente y que esto no significa un tratado de libre comercio: "Eso es mitología griega, los tratados libre de comercio los aprueba el Congreso. Pero sí puede negociar muy hábilmente en decir ‘me aplicaste estos aranceles, yo no te los voy a aplicar a ti', y eso le da una tremenda capacidad negociadora. El equipo de Trump va a decir ‘¿cuáles son los aranceles que te afectan?' Estos, lo demás dejémoslo en el 10%. Eso es lo que va a hacer Chile: no le va a aplicar aranceles recíprocos a Estados Unidos: mi espíritu de mi contrato contigo es de libre comercio y por lo tanto yo mantengo mi negociación arancelaria tal cual como es. Así da una señal de que respeta los tratados internacionales, de que cree en el multilateralismo, y tercero le está diciendo a Estados Unidos ‘el problema es tuyo, no es mío'".
Llanos Gorichón señaló que uno de los errores de Trump fue no haber negociado los tratados bilaterales que afectaban Estados Unidos: "Esta decisión no es capricho, es una decisión de análisis de ellos, que yo creo que es un mal diagnóstico de entender por qué tienen un déficit comercial de casi un billón de dólares. Estados Unidos está con un problema de deuda, tiene que renegociar su deuda y lo que está haciendo es tratar de reducir todo lo que puede implicar desviaciones a su balanza de pago. Está en una política de ahorro, está ahorrando en las guerras, está tratando de hacer todos los ahorros posibles. Bajo esa lógica geopolítica uno tiene que entenderla, diagnosticarla y saber cuál es su lugar en esa lógica geopolítica y cómo podemos de alguna forma no dejar de solidarizar con el mundo, porque esto es una bomba atómica, pero sí entender de que el juego que quiere Trump es el juego bilateral, no va a jugar multilateralmente: no le interesa a la OMS, lo que le interesa es que cada país venga le golpee la puerta y venga con su sobrecito, uno por uno".
En esa línea, colocó el ejemplo de México: "Un mes atrás era el país más golpeado con los aranceles, que al final no se los aplicó, y hoy día es el país más beneficiado. En eso creo que hay que rescatar lo que ha hecho la presidenta de México, donde ha tenido un diálogo directo con él. A él le gusta ese diálogo directo y se ha tratado de entender con él, hasta ha coqueteado con Trump, la presidenta Sheinbaum ha sido muy inteligente, entonces yo creo que hay que mirar lo que está haciendo México. También lo que ha estado haciendo Canadá, de poder generar un diálogo directo con Trump y con el equipo de Trump, sentándose a la mesa, buscando cuáles son los aspectos de consideración. Siempre he dicho: es mejor un buen acuerdo conciliatorio que un mal juicio".
La postura de Argentina y de Javier Milei
Por otro lado, el diplomático señaló que, según su parecer, Milei está actuando "de forma inteligente": "Está entendiendo un poco la dinámica de Trump. Esto no es un castigo a Argentina ni a Chile, es una política de estado, porque los tratados son relaciones entre Estados, pero es una política que gestiona el Estado, que es una política de gestión del gobierno de Trump, entendiendo que tiene connotaciones geopolíticas muy importantes y que obviamente rompe contra el multilateralismo Estados Unidos, porque al final está rompiendo todos los tratados bilaterales y multilaterales que tiene".
En referencia a los dichos del presidente argentino, marcó que la estrategia es hacer foco en los que generan la mayor parte de las exportaciones: "Yo creo que lo que está haciendo es decir ‘voy a ir por 50 productos importantes que tiene Argentina en su oferta exportable a Estados Unidos, pero me centro en los 10 más importantes'. Al final, en los 10 más importantes está la ley del 80-20. Y si en esos 10 trato de decirle a Trump ‘acepto el 10% en los otros bienes, pero en estos 10, donde estoy exportando el 80% de mis productos reducirme el arancel, incluso dame un arancel cero'. Ahí sería un gran triunfo del gobierno y de la Cancillería argentina si llega a lograr eso. Ahora, eso no es un tratado libre de comercio: es un acuerdo de reciprocidad arancelaria con ciertas excepciones o ciertos privilegios, pero creo que es una estrategia absolutamente inteligente".
A su vez, señaló que lo que le preocupa como internacionalista es el daño que puede ocasionar en la economía internacional: "Estamos volviendo al año 1910, estamos hablando de la época proteccionista de 1910, y todos se acuerdan de lo que pasó en 1929: habían dos hechos esenciales, uno la crisis de bolsa, la sobrerreacción de los países con el proteccionismo y un conflicto geopolítico de guerra complicado, eso fue gatillante de la Segunda Guerra Mundial porque en definitiva los países empiezan a reaccionar".
Finalmente, señaló que es entendible la postura de China de colocar aranceles a los productos estadounidenses: "Es lo tiene que hacer porque en definitiva el arancel es recíproco: ‘tú me estás subiendo el arancel al 34%, yo te aplico el 35%', lo va a hacer la India, lo va a hacer Europa. Ya todos los países que le han aplicado aranceles sobre el 20%, como es recíproco, Estados Unidos dice ‘para mis productos no tengo problema, yo te aplico el 20%, tú me aplicas el 20% a mis productos'. Lo que le está haciendo el gobierno de Trump es ‘ven, siéntate en la mesa y negociamos', concluyó.