Bodega Cabrini homenajeó a un grupo de enólogos con historia

El homenaje de Bodega Familia Cabrini a los enólogos, realizado en sus instalaciones. Lo cuenta en esta nota Alejandra Cicchitti.

Alejandra Cicchitti

Durante el mes de julio, Bodega Cabrini recibió a un grupo de enólogos, que supieron plantar las bases de la vitivinicultura mendocina hace varias décadas.


Bodega Cabrini homenajeó a un grupo de enólogos con historia

La idea de este encuentro fue rendir homenaje a un grupo de amigos y compañeros, todos ellos exalumnos del Colegio Don Bosco de Rodeo del Medio. Pertenecieron a la promoción 1963, son enólogos y licenciados, pero por sobre todo, entrañables amigos que siguieron compartiendo comidas y vacaciones después de recibir su título.

Los enólogos invitados que asistieron fueron: José Tito Mañas, Juan Antonio Fiorelli, Mario Nota, Juan Carlos Stallocca, Eduardo Máspoli, Juan Carlos Lanza, Carlos Grosso, Salvador Basile, Elías Al Jatif hijo y su madre Rosa. Si bien la invitación se hizo extensiva a muchos más, algunos se excusaron por razones personales o de distancia. De todas maneras, la jornada fue un éxito al poder contar con la presencia de ocho de ellos, llegados desde distintos lugares de Mendoza.


Bodega Cabrini homenajeó a un grupo de enólogos con historia

Aunque ya no están en actividad, ellos marcaron sin lugar a dudas una gran época. Tuvieron a su cargo la elaboración de millones de litros de vinos en bodegas y fraccionadoras gigantes de todo el país. Por nombrar solo algunas empresas donde trabajaron, se puede citar a Pincolini, Bianchi, Lopez, Peñaflor, Pokrajac. Estos hombres fueron pioneros en las técnicas de elaboración de tintos y blancos y la industria toda debería tenerlos presentes y no olvidarlos. Uno de sus más grandes méritos fue haber trabajado en aquellos tiempos en las condiciones y con los elementos que tenían a su alcance, que en algunos casos eran prácticas sacrificadas. 

Etiquetas de bordelesas de colección

Además, gracias a su talento, destreza y constancia, obtuvieron grandes resultados comerciales, pues en aquellos años, se llegaron a consumir 90 litros per capita, movilizando a miles de empresas y personas con su trabajo. Muchos siguen relacionados con el vino en sus bodegas. Otros, a medida que pasó el tiempo, continuaron unidos por la misma pasión: las uvas, el vino y miles de anécdotas que nunca olvidan.

Recorriendo la muestra de etiquetas.

Recorriendo la muestra de etiquetas.

Fernando Cabrini, Rodolfo Colombano y Hugo Cabrini

Fernando Cabrini, Rodolfo Colombano y Hugo Cabrini

La familia Cabrini quiso reunirlos y agasajarlos invitándolos junto a sus esposas, a disfrutar una jornada de camaradería. Fueron recibidos con la muestra de etiquetas de bordelesas de la colección de Rodolfo Colombano, que está expuesta allí desde junio. Fue grande su emoción cuando recorrieron la exhibición, pues gracias a los marbetes, pudieron reconocer varias viejas bodegas y vinos que antes se comercializaban en Mendoza. Luego conocieron el museo familiar de Cabrini con objetos, libros, documentación y fotos. 

Cabrini, una bodega con patrimonio histórico

Finalmente llegó el momento del almuerzo preparado especialmente. El chef a cargo fue Elías Al Jatif, hijo de un colega y amigo, el antiguo propietario de la hostería de Uspallata "Don Elías", donde se reunían a comer cada vez que podían. La jornada se desarrolló en un agradable clima de emociones, reencuentros, anécdotas y cumplió con creces el objetivo propuesto por los propietarios de Cabrini.


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