América Latina se prepara para un dólar caro
Según Bloomberg Intelligence, la tendencia al alza de la divisa estadounidense, impulsada por el desempeño sólido de la economía norteamericana y las expectativas de políticas comerciales más proteccionistas, ha generado presiones sobre las monedas emergentes de la región.
La fortaleza del dólar estadounidense se perfila como una constante en 2025, según las proyecciones de Bloomberg Intelligence. Este panorama implica desafíos significativos para las economías y monedas de América Latina, que deberán adaptarse a un contexto financiero global dominado por una divisa estadounidense en ascenso.
Desde finales de septiembre de 2024, el dólar ha mostrado una tendencia alcista notable, registrando un incremento superior al 8% desde su punto más bajo en enero y aproximadamente un 7,75% desde finales de septiembre, según el Bloomberg Dollar Index. Esta apreciación ha impactado especialmente en las monedas de mercados emergentes, con el peso argentino y el real brasileño liderando las depreciaciones, con caídas de 21,4% y 20,4% respectivamente.
La consolidación del dólar se atribuye a varios factores, entre ellos, el sólido desempeño de la economía estadounidense y las expectativas de políticas arancelarias bajo la administración de Donald Trump, quien asumirá la presidencia el 20 de enero de 2025.La posibilidad de nuevas tarifas comerciales podría reforzar al dólar como refugio seguro frente a otras monedas, incrementando su demanda en los mercados internacionales.
Para las economías latinoamericanas, este escenario presenta múltiples desafíos. La fortaleza del dólar puede encarecer el servicio de deudas denominadas en esta moneda y aumentar los costos de importación, presionando las balanzas comerciales y fiscales de la región. Además, una moneda estadounidense robusta podría incentivar la salida de capitales hacia activos denominados en dólares, afectando la inversión local y la estabilidad financiera.
En este contexto, las políticas monetarias y fiscales de los países latinoamericanos jugarán un papel crucial. La capacidad de respuesta ante la volatilidad cambiaria, la implementación de medidas que fomenten la inversión interna y la diversificación de mercados de exportación serán determinantes para mitigar los efectos de un dólar fortalecido.
Es esencial que los gobiernos y actores económicos de la región permanezcan atentos a las decisiones de la Reserva Federal de Estados Unidos, las políticas comerciales de la nueva administración y las dinámicas del mercado internacional. La anticipación y adaptación a estos factores serán clave para navegar con éxito en un entorno global donde el dólar mantiene una posición dominante.
Por países
Brasil:
El real brasileño ha experimentado una significativa depreciación, lo que podría encarecer las importaciones de bienes esenciales como combustibles y productos industriales. La perspectiva de un dólar caro también podría complicar los esfuerzos del Banco Central de Brasil por mantener la estabilidad económica y contener la inflación.México:
El peso mexicano, aunque más resiliente que otras monedas de la región, también enfrenta presiones. La estrecha relación comercial con Estados Unidos es un arma de doble filo: mientras que las exportaciones mexicanas podrían beneficiarse de un dólar fuerte, el costo de los insumos importados y el servicio de la deuda en dólares podrían incrementarse, impactando en sectores clave como la manufactura.Chile:
La economía chilena, altamente dependiente de la exportación de cobre, enfrenta riesgos asociados a la fortaleza del dólar. Un dólar más caro podría encarecer la financiación externa y reducir la competitividad de sus productos en los mercados internacionales, afectando los ingresos del país.
Colombia:
El peso colombiano también ha sentido el impacto de la apreciación del dólar, particularmente en su sector energético. Con el petróleo como uno de los principales productos de exportación, las fluctuaciones en los precios internacionales y la fortaleza del dólar podrían afectar las finanzas públicas y la inversión extranjera.
Perspectivas y medidas necesarias
Para las economías latinoamericanas, este panorama exige una respuesta coordinada y estratégica. Las políticas monetarias y fiscales deben adaptarse para mitigar el impacto del dólar fuerte. Esto incluye intervenciones en los mercados cambiarios, medidas para fomentar la inversión interna y estrategias que diversifiquen los destinos de exportación.
Además, será crucial monitorear de cerca las decisiones de la Reserva Federal de Estados Unidos y las posibles políticas comerciales de la administración Trump, que podrían exacerbar las presiones sobre las economías de la región.
En este contexto, América Latina se enfrenta al reto de mantener la estabilidad económica mientras lidia con los efectos de un dólar fortalecido que amenaza con alterar los equilibrios macroeconómicos.
Desempeño de este lunes
- Peso mexicano: bajó un 0,4% a 20,7988 unidades por dólar, marcando su quinta sesión consecutiva de descensos.
- Real brasileño: se mantuvo estable a 6,1066 por dólar, en medio de promesas de nuevas medidas fiscales y comentarios de autoridades del banco central.
- Peso chileno: Cayó un 0,20% a 1.013,80/1.014,10 unidades por dólar.
- Peso colombiano: Subió un 0,03% a 4.341,99 unidades por dólar.
- Peso argentino: Bajó un 0,29% a 1.040 unidades por dólar, regulado por el BCRA.
- Sol peruano: Se depreció un 0,16% a 3,777/3,779 unidades por dólar.
Con información de Reuters y Bloomberg