Las debilidades del sector turístico en Mendoza, según Badaloni y Barbera
Referentes de la denominada "Mesa productiva" sostuvieron un encuentro con miembros de Cambia Ya y analizaron la situación del sector. Destacaron el impacto de la informalidad y la necesidad de que la articulación público-privada sea vinculante.
Durante una nueva reunión de la Mesa Productiva que integran referentes de los sectores productivos con dirigentes del espacio Cambia YA, el cual compite en la interna de Cambia Mendoza, se discutió la situación del turismo en Mendoza.
En la ocasión expusieron Mauricio Badaloni, titular de la UIM y candidato del espacio, además de Fernando Barbera, titular de la Asociación Hotelero Gastronómica de Mendoza que estuvo cerca de ser parte de las listas de esta agrupación.
Badaloni habló de la necesidad de medir con precisión la actividad turística y formalizar la actividad.
"Mendoza tiene mucha infraestructura privada pero pocos servicios públicos para el Turismo", aseguró, planteando que el turismo en Mendoza "tiene un fuerte impacto en el PBG" pero que "debe medirse con mayor precisión".
Propuso que la articulación público-privada del Consejo Asesor de Turismo sea vinculante para "así fijar políticas en conjunto y dar el mejor destino posible a los casi 600 millones de pesos con que cuenta en Ente de Turismo".
"El turismo es una actividad con alta informalidad y hay operadores que compiten de manera desleal. Solo 3 personas del ministerio están dedicadas al control cuando se cuenta con más de 300 personas disponibles. Un pedido concreto al Ministerio pasa por mejorar los controles", apuntó.
Barbera, por su parte, argumentó que "el turismo no es visto como una actividad económica sino social" sugiriendo que "hay que relacionar el Ministerio de Turismo con el de Economía".
Coincidió asimismo en "la falta infraestructura pública existente" y en el concepto de que "el turismo no está visto como una actividad económica, sino social".
Advirtió además que "en la mesa de trabajo que integran todas las cámaras del sector se realizó una construcción de confianza, porque el consejo que existía antes tenía cámaras con una visión muy sectorial. No se veía el clúster en conjunto".
Otra observación que hizo Barbera tiene que ver con la informalidad laboral existente en el sector. "Se hace muy difícil competir con quien tiene gente en negro. Hay 584 departamentos que se ofrecen como alojamientos y de estos 520 no tienen el servicio declarado. Esto perjudica al que quiere trabajar en blanco y perjudica además a las arcas del gobierno y a toda la sociedad", explicó.