De las carretas a Mendoza
Un importante artículo de Roberto L. Elissalde, historiador, cadémico de número y vicepresidente de la Academia Argentina de Artes y Ciencias de la Comunicación. Miembro correspondiente de la Junta de Estudios Históricos de Mendoza. De una serie que publica gacetamenrcatil.com habitualmente.
La actual calle Carlos Pellegrini tuvo varios nombres: primero se llamó de San Cosme y San Damián; después de las Invasiones Británicas Joaquín Rivas, en homenaje a un alférez de fragata muerto en esas acciones; y De las Artes o Artes desde 1822 porque en ella se agrupaban los artesanos plateros y talabarteros con talleres y comercios, constituyendo la principal industria del barrio. Este nombre perduró hasta 1907, cuando se le rindió homenaje al expresidente, que inició su breve mandato en 1890.
Por 1844 vivía en esa calle don Benjamín Baldor. que en La Gaceta Mercantilanunciaba bajo el título "Para Mendoza" que, "debiendo descargar dentro de muy pocos días (si el tiempo lo permite) las acreditadas tropas de carretas de D. Pedro José Arenas, y teniendo boyada en el mejor estado para marchar, los que gusten cargar, ocurran a tratar en las calle de las Artes Nro. 40, o véanse con el que suscribe".
Los Arenas eran una antigua familia mendocina y el citado Pedro José había nacido en esa ciudad el 17 de enero de 1804, hijo de don Justo y de María Petrona Aldunate, también de arraigada prosapia local. Un tío, también llamado Pedro José Arenas, enviado por el Cabildo local realizó un viaje en 1786 con algunos compañeros para explorar un paso de la cordillera. Y dos años antes había ejercido el cargo de "Alcalde del Barrio de las Chacras de Gómez hasta el otro lado de Desagüe".
El propietario de las carretas había casado con Domitila Baldor, probablemente hermana de don Benjamín, que estaba en Buenos Aires como representante de Arenas, y fueron padres de siete hijos.
Muchos años después, con motivo de la llegada del ferrocarril a Mendoza, bajo la firma de un "suscriptor" en El Constitucional (Nº 71) del 14 de setiembre de 1871, muy preocupado o "desesperado por el cambio que se avecinaba y todo lo que implicaría para su futuro; y apelaba a lo que -suponía- provocaría un solidario rechazo a la modernización: la perspectiva de que si nada se modificaba". En la edición del 26 de setiembre volvía a escribir contra el ferrocarril destacando "la industria de las carretas y de las tropas con que se han hecho las primeras fortunas de Mendoza", entre las que mencionaba a los González y a los Arenas.
Uno de los hijos fue Jacinto Angelino, senador, hacendado, socio fundador del Banco de Mendoza y del Industrial de Cuyo, así como también accionista del Banco de Londres y del Río de la Plata, además de socio fundador del Jockey Club local, quien fue poseedor de una de las mayores fortunas en la historia mendocina.
La nuera de don Pedro José Arenas, Ursulina Raffo de Arenas, y su hija Fanny Arenas Raffo de López Frugoni, vivieron en dos residencias construidas por el arquitecto Ramos Correas que han sido preservadas desde 1991 por las autoridades municipales de Mendoza como bienes del patrimonio arquitectónico local.
Con respecto a las carretas, apunta Concolorcorvo en su "Lazarillo de ciegos caminantes" que se dividían en dos tipos, la tucumana y la mendocina, siendo ésta última más ancha por avanzar sobre caminos más amplios. No había "ni un clavo en ellas" ya que todo era de madera y los tablados se unían por cuñitas de madera, como una artesanía.
El naturalista y científico Tadeo Haenke, en su viaje por el virreinato de 1795, nos refiere que cuando los bueyes se cansaban los dejaban en el camino y la tropa seguía su marcha. Al animal echado comenzaban a amenazarlo los caranchos, chimangos y otras aves de rapiña, esperando el momento de su muerte o acometiéndolo cuando lo veían extenuado. "Uno de los mozos que nos conducían aseguró que en un solo viaje había visto morirse hasta 290 bueyes, a un mismo dueño y de una tropa, de donde le resultaron grandes atrasos". Finalmente, añade, "es tan asombrosa la multitud de esqueletos que se encuentra en este camino [se refiere al de Mendoza a San Luis] que puede asegurarse, sin que se juzgue ponderación, que recogidos todos ellos bastarían por sí solos para formar una hermosa calzada que llegase hasta las puertas de Buenos Aires".
No debemos olvidar que tropas de carretas fueron muchas las que transitaron desde Buenos Aires a Mendoza para llevar los elementos que el director Juan Martín de Pueyrredón enviaba al general José de San Martín cuando organizaba su Ejército en el campamento del Plumerillo.
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EL AUTOR. Roberto L. Elissalde. Historiador. Académico de número y vicepresidente de la Academia Argentina de Artes y Ciencias de la Comunicación. Miembro correspondiente de la Junta de Estudios Históricos de Mendoza. Memo te invota a leer más historias como esta en gacetamercantil.com