Con 60 años de vigencia, qué creen que hay que cambiar en la Ley de Vinos

Siguen los encuentros, conversatorios y debates en torno a la necesidad de cambiar la legislación vitivinícola. Múltiples puntos de vista al respecto, en un debate que continuará en abril del año que viene.

Con la presencia de referentes del medio Vitivinícola se realizó en el aula Magna de la UMaza el II Conversatorio sobre la pertinencia o no de la Actualización de la ley de Vinos, la 14878. De este encuentro participaron representantes de productores, integrantes del Consejo Profesional de Graduados en Enología, de la Asociación Profesional de Enología de Argentina, enólogos, empresarios, académicos, abogados, quienes expusieron con fundamento aquellos puntos que consideran que deberían ser revisados para una futura actualización de esta normativa, teniendo presente que después de 60 años de vigencia se hace necesario una revisión que la ley se adecúe a la industria, a las necesidades de los diferentes actores del proceso y a la evolución del mercado , manteniendo vigencia en los controles para evitar el fraude y garantizar la calidad de los productos. 

Los puntos sobresalientes para analizar en la actualización de la ley fueron: 

- Contar con un texto ordenado - Adecuación a tratados internacionales - Vinificación diferida 

- Exceptuar a bodegas menores de algunos de los numerosos controles y requisitos 

- Dar mayor autonomía a las bodegas y enólogos 

- Igualdad de status con otras bebidas. 

- Fortalecer la definición del vino como alimento 

- Agilizar normas de procedimiento 

- Considerar aspectos ambientales, paisaje vitivinícola y patrimonio cultural 

HubO quienes se manifestaron en contra de la inflación legal de resoluciones del INV, detallando que desde 1980 se dictaron 2.822 resoluciones y normas, 698 resoluciones en los últimos 4 años, 16 delegaciones y más de 500 empleados y funcionarios. Y propusieron que se redactara un digesto ordenado por una comisión asesora y se comparara nuestra ley con el resto de los países vitivinícolas, aludiendo que todo producto de consumo masivo debe ser controlado por el Estado para cuidar la salud pública pero no debe intervenir en su desarrollo y evolución productiva. 

En el segundo módulo, se concluyó que es momento para: 

• Contar con una mejor definición de la genuinidad y originalidad del vino argentino 

• Fijar legalmente el grado alcohólico mínimo de vinos genéricos por año y región 

• Definir con mayor claridad el régimen de borras vínicas, la categoría vino reserva y Gran Reserva, índices de salubridad del vino, defectos sensoriales, elaboración de espumantes y normas de etiquetado. 

• Refuncionalizar al INV, rever sus alcances y desburocratizarlo. Se hizo fuerte hincapié en el accionar punitivo de este organismo oficial. 

• Restringir el uso del ácido tartárico sintético tanto en las bebidas como en cualquier otro alimento porque no es apto para consumo. 

Constó en el encuentro una divergencia: uno de los expositores se manifestó en contra de la modificación de la ley, ya que considera que una actualización de la normativa no beneficiara al sector productor, y no existen garantías en el Congreso de que no se afectarán los intereses de Mendoza. Un nuevo conversatorio se realizará en la segunda quincena del mes de abril de 2020.

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