Colombia realza la magnificencia de Bórmida Yanzón en la conceptualización de bodegas
Un artículo publicado por la revista "Semana" de Colombia da cuenta del trabajo del estudio de arquitectura más emblemático de Mendoza vinculado a la industria vitivinícola.
Herzog y de Meuron, Frank Ghery, Santiago Calatrava, Philippe Mazieres o Zaha Hadid: son varios los arquitectos célebres detrás del diseño de bodegas en el mundo. Pero son muy pocos los que se han dedicado casi exclusivamente a la arquitectura del vino. Así cita la revista "Semana" de Colombia un informe baso en AFP para destacar el trabajo del estudio mendocino Bórmida Yanzón en torno a la conceptualización de espacios vitivinícolas.
Las bodegas pasaron de ser un "lugar de elaboración a ser centros de interpretación de la vitivinicultura mendocina, por eso fue que empezamos a desarrollar el concepto de una arquitectura del paisaje con la que no solo buscábamos hacer un diseño de buenos edificios, sino también que dialogaran profundamente con el paisaje de las montañas nevadas", cuenta Bormida.
"Arquitectura del paisaje" se llama el libro escrito por esta arquitecta en el que describe algunas de sus obras más emblemáticas como Bodegas Salentein, O. Fournier o Diamandes.
Muchas de ellas han sido ampliamente difundidas en revistas especializadas y han recibido grandes distinciones. Lo que se ve "es un gran conocimiento del diseño, de arquitectura, de la cultura, el clima y del paisaje. Pocos arquitectos en el mundo tienen la profundidad y la amplitud de este conocimiento", comentó Paul Nakazawa, profesor de arquitectura de la Universidad de Harvard.
"La Cordillera"
Con la majestuosa cadena de Los Andes como telón de fondo, y sobre una llanura de vegetación xerófita en el Valle de Uco, se levanta el Espacio Salentein que conecta la bodega, una capilla y el centro de visitantes por un eje de 1,5 km de largo, en un complejo de 2.000 hectáreas de viñedos irrigados con aguas del deshielo de las altas cumbres nevadas.
Además del Malbec, la bodega, de fondos holandeses, produce Pinot Noir o Sauvignon Blanc entre otros. Construida en forma de cruz griega, parece un templo inspirado en la sobriedad de las iglesias del Renacimiento.
Para la fachada del centro de visitantes Killka, que en quechua significa "entrada", se utilizó una novedosa técnica con hormigón ciclópeo, una mezcla de arena y cantos rodados tomados del suelo de la zona. Todo en colores tierra.
Killka, con una galería de arte y restaurante, está incluida en el Atlas Phaidon de la arquitectura mundial del siglo XXI.
El estudio proyecta sus obras desde "la fenomenología": "la arquitectura entendida como un fenómeno que se percibe en el recorrido por sus espacios; las sensaciones generadas por la luz, las texturas, la escala y los aromas, los sonidos... Son experiencias que construyen en la mente de cada visitante una imagen integral de la obra", cuenta Bormida.