Cayó la venta de sidras y espumantes, marcando un cambio de hábitos

Con caídas de más del 50% en algunas bodegas, las ventas de sidras y espumantes se derrumbaron este fin de año. Las cifras finales se conocerán a mediados de enero, pero el comercio ya nota la baja en el consumo y anticipa un cambio de hábitos: las familias brindan con las mismas bebidas que usan en la cena y los espumosos ya no son estacionales

El cierre de 2024 dejó una postal distinta para las mesas navideñas y de Año Nuevo en Argentina. Con bolsillos más ajustados, las familias optaron por brindar con las mismas bebidas de la cena, mientras las cajas navideñas corporativas se convirtieron en protagonistas de las opciones dulces. Esta tendencia impactó significativamente en las bodegas, que registraron caídas en ventas de más del 50% en algunos casos, aunque mantienen expectativas optimistas para 2025.

Consumo en descenso: las cifras de la crisis

El consumo de sidras y espumantes sufrió un duro golpe este fin de año. Según comerciantes y distribuidores, las ventas se desplomaron en comparación con años anteriores. Armando Eugenio Farina, vicepresidente de la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (CADAM), describió un cambio de hábitos evidente: "La gente brinda con lo que tiene en el vaso, sea agua, gaseosa o Fernet. La histórica copa de champagne quedó relegada".

Bebidas como el Fernet experimentaron un repunte en diciembre, aunque insuficiente para recuperar la caída registrada durante el año. Una situación similar ocurrió con el gin, cuyo consumo repuntó en los meses más cálidos. Según Destilería Moretti, hubo una fuerte recuperación de ventas hacia fin de año en bares y mayoristas.

Mesas más austeras, ventas en baja

El consumo en supermercados acumuló una caída del 12,3% entre enero y octubre, según datos del INDEC. Aunque diciembre solía ser un mes clave para el repunte del comercio, este año no cumplió con las expectativas. Farina advirtió sobre la dramática caída en categorías emblemáticas: "La sidra es una categoría prácticamente destruida; las ventas de champagne no tuvieron reposición tras una colocación inicial en almacenes".

Por su parte, los espumantes también sintieron el impacto. Pablo Glöggler, CEO de Bodegas Bianchi, confirmó una caída del 18% en volumen para esta categoría. Otros representantes del sector, como Lionel Scigliano de Bodega Chañarmuyo, atribuyen la baja al aumento en servicios y a la pérdida de poder adquisitivo.

Transformación en el consumo de espumantes

A pesar de la crisis, algunos analistas señalan que el consumo de espumantes se está diversificando. Sebastián Juliá, de Bodega Bressia, aseguró que el espumante dejó de ser un producto exclusivo de las Fiestas y se consume de forma más estable durante el año, impulsado por la coctelería y su maridaje con postres.

En Bodegas Cruzat, su directora Lorena Mulet destacó que, aunque el segmento de espumantes registró variaciones negativas, los resultados fueron dentro de lo esperado. En tanto, Juliana Del Águila Eurnekian, de Bodega Del Fin Del Mundo, celebró un aumento del 20% en las ventas de espumantes de su bodega.

Mirada al futuro

Aunque 2024 cerró con un sabor agridulce, las expectativas para 2025 son positivas. "Vemos un año muy prometedor, con mayor fidelización de nuevos consumidores", afirmó Mulet. Los productores apuestan por diversificar sus portafolios con nuevas categorías como gin y vermut, y fortalecer canales de distribución.

Mientras las bodegas se adaptan a nuevos hábitos de consumo y desafíos económicos, el sector se prepara para una lenta recuperación que podría marcar un cambio estructural en el mercado.


tn

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