"Cambió todo, vale todo", el paper financiero sobre Argentina y su futuro pospandemia
El informe Overview de la consultora MacroView que circula entre los empresarios pronostica un desplome en toda la actividad económica. Su diagnóstico y perspectiva, en algunas claves extraídas de su último informe.
Un informe enviado a sus socios y que han circulado masivamente los empresarios en Mendoza, elaborado por la consultora MacroView, dirigida por Rodolfo Santangelo, por intermedio del estudio de situación Overview, que dirige Pablo Goldín, demarcó puntos de referencia en torno a las implicancias económicas de la pandemia de coronavirus covid-19 en la Argentina y el mundo.
Titulado "Cambió todo, vale todo", el paper señala, untualmente, en un resumen de claves:
- "La pandemia global cambió el mundo en el sentido más amplio, abrupto y profundo imaginable. Las cuarentenas cada vez más difundidas entre los países y prolongadas en el tiempo 'encerraron' a la mayor parte de la población mundial en sus casas y transformaron las ciudades en pueblos fantasmas. Se cerraron las fronteras entre los países y en algunos casos entre regiones dentro de un mismo país. Los sistemas de salud colapsan y las curvas de contagio tardan en aplanarse, aun en las naciones más avanzadas. Este contexto inédito anula la producción a escala global (salvo algunas actividades específicas imprescindibles), destruye empleos en forma masiva, desploma el consumo interno y el comercio internacional, hace colapsar los mercados de capitales y bursátiles, desarticula la intermediación bancaria, corta la cadena de pagos, ahoga financieramente a las empresas grandes y chicas. Frente a semejante hecatombe sanitaria, económica y social, la máxima aspiración de los gobiernos y los bancos centrales es atenuar impactos, amortiguar costos: no mucho más; impactos y costos van a haber y seguramente también secuelas cuando la situación tienda a normalizarse. En pos de atenuar, se tira toda la carne al asador, vale todo: no hay disciplina fiscal ni sostenibilidad de la deuda pública ni prudencia monetaria. Rige el '...whatever it takes...'.
- "Por ejemplo, la Reserva Federal de EE.UU. responde con una mega -
inyección de liquidez: tasa de interés cero, expansión monetaria "ilimitada",
swaps con otros bancos centrales para que no falte liquidez en dólares,
redescuentos y líneas especiales de liquidez a los bancos (incluyendo reducción
de encajes), financiamiento de corto plazo para empresas (commecial paper
funding facility), crédito a 'grandes empleadores' (compra directa o en el mercado
secundario de bonos de grandes empresas), créditos especiales para Estados y
Municipios y próximamente anunciará una línea especial de préstamos para
pequeñas empresas. Adicionalmente, el Tesoro de EE.UU. va a implementar un
súper paquete de expansión fiscal de alrededor de 12 puntos del PBI. La
intención es proveer un mínimo de liquidez y crédito a hogares y empresas para 'subsistir' mientras dure la emergencia y la parálisis. Es un expansionismo a la
2009 reforzado y habrá que ir testeando su efectividad día a día".
- "La clave / interrogante de todo esto es la duración de esta emergencia
extraordinaria: para cuantificar impactos y secuelas no es lo mismo dos o tres
meses más que seis o nueve. Será igual de clave la respuesta de política económica del día después: tras el expansionismo de 2009, la gran mayoría de
países retomó más o menos gradualmente la disciplina fiscal y la prudencia
monetaria. Aquella vez, la economía mundial salió de la crisis en forma de letra V, rápido y fuerte. La Argentina también se recuperó como una V en 2010 -
2011 pero aun en plena recuperación profundizó el déficit fiscal y la expansión
monetaria. O sea, siguió con el 'vale todo', no normalizó su política macro".
- "Previo a la pandemia global, nuestro país venía lidiando con una emergencia económica local endógena. Ni bien asumió, el presidente Fernández implementó un programa de emergencia con cuatro objetivos muy modestos aunque esenciales: i) parar la corrida cambiaria y de reservas (cepo heredado mediante); ii) desacelerar la altísima tasa de inflación; iii) frenar la caída del consumo y iv) reestructurar más o menos ordenadamente la deuda pública (reperfilamiento de letras heredado mediante). La aspiración era transitar un 2020 con la inflación en 30 y pico % anual y que el PBI dejara de caer y diera un 'cerito'".
- "Era un formato macro donde el BCRA compraría con emisión de pesos dólares del superávit comercial para acumular reservas y al mismo tiempo inyectar liquidez, el Tesoro apuntaría a un déficit fiscal primario pequeño (la intención era maximizar la "emisión cambiaria" y minimizar la "emisión fiscal", incluyendo en la minimización los pagos de deuda pública en pesos) y la política monetaria iba a ser variable de ajuste endógena: absorbiendo o inyectando pesos en función de cómo vinieran las dos emisiones anteriores (la cambiaria y la fiscal). En este formato, OVERVIEW preveía un piso de emisión monetaria del 40 y pico % anual".
- "El programa traía aparejado sus propios desafíos y riesgos: que se trabara el arreglo de la deuda, que por 'x' razón se achicara el superávit comercial y crujiera el cepo, que se agrandara la brecha cambiaria (por encima del 30 / 40% 'normal' del programa) e inestabilizara tanto el mercado cambiario oficial como la tasa de inflación, que se pasara de rosca la emisión de pesos para financiar al Tesoro y que la incertidumbre política inherente a la propia coalición gobernante impactara negativamente sobre el andar del programa".
- "El colapso financiero en simultáneo a la parálisis económica a nivel
mundial contagia a la Argentina por los habituales canales de transmisión: el
precio internacional de la soja, el valor del real en Brasil y el riesgo país. La
economía argentina estaba lidiando con su propia emergencia económica y sobre llovido mojado se gatilló la emergencia internacional por la cuarentena a escala
global. Son tres planos a la vez: los riesgos de la macro local que venía a los
tumbos, el contagio por lo internacional y el golpazo directo de la cuarentena
local sobre la economía local".
- "La crisis sanitaria con cuarentena general y consecuente parálisis
económica, cambió todo lo previo e hizo borrón y cuenta nueva. El programa
de emergencia 'del 10 de diciembre' murió y cuatro de los aparentes cinco
riesgos que amenazaban hasta hace dos semanas a la economía argentina
(salvo el político) se dispararon. Creció la posibilidad de un default, habrá que ver
dónde queda la holgura del mercado cambiario oficial aun con el control de
cambios, explotará la emisión monetaria para financiar un déficit fiscal primario
más grande y para dar liquidez bancaria a las empresas, subirá la brecha
cambiaria. Pero todos pasaron a un segundo plano en medio de la hecatombe
universal".
- "En conclusión, el punto de partida coyuntural previo a la cuarentena era esta situación económica y este programa de emergencia: muy diferente a la gran mayoría del resto de países. También es muy diferente al resto en la Argentina el punto de partida estructural: ocho años de estanflación, una moneda (el peso) 'despreciada', un mercado local de capitales inexistente, un seudo - default de la deuda pública. Con estos dos puntos de partida, la cuarentena pegará muy fuerte, quedarán secuelas relevantes y la salida será compleja".
- "Mientras dure la cuarentena y esté paralizada prácticamente toda la
economía, se juega otro partido, con otra hoja de ruta, otros objetivos y
otros riesgos. A la Argentina le caben las mismas dos claves / interrogantes que
a todo el mundo: cuánto tiempo durará esta crisis sanitaria - económica y que
pasará el día después: si habrá o no buenos reflejos de política económica para
cambiar el chip desde el vale todo de hoy a que en macroeconomía 'uno más uno
termina siendo dos' (es crucial que no suceda lo de 2010 - 2011). Por los
antecedentes argentinos, hay una tercera clave ligada a la segunda: que el
expansionismo macro en la emergencia se concrete a través de medidas
transitorias por única vez y no permanentes que después son muy complejas de
revertir. Lo que dure la cuarentena, será inevitablemente un vale todo de gasto y
emisión de moneda. Después vendrá una transición en la que se saldrá de la
cuarentena pero quedarán secuelas por lo que la política macro no se
reacomodará automáticamente. Pero inmediatamente a esta transición / zona gris
tendrá que venir la 'exit strategy' para volver a la normalidad macro".
Pronóstico: el desplome
- "Alrededor de la mitad de la actividad registrará desplomes muy pronunciados de dos dígitos anuales altos (ejemplos, comercio, construcción, turismo, parte de la industria manufacturera)".
- "Un 30% se verá afectado posiblemente algo menos: parte del transporte, las comunicaciones, el sector público, petróleo y minería".
- "Sólo el restante 20% del PBI conformado por sectores imprescindibles exceptuados de la cuarentena se mantendría "con actividad": agro, alimentos, medicamentos, parte del transporte, bancos, energía".
- "Haciendo un balance ponderado, en la cuarentena el PBI podría registrar una caída porcentual de dos dígitos anuales. Precedentes recientes de un desplome semejante fueron el segundo trimestre de 2009 con - 11% anual (en plena crisis mundial, grave sequía climática y fuga de capitales) y el primero y segundo trimestres de 2002 con - 16% y - 13% anual respectivamente (en medio del default, el corralito, la devaluación, el mega - desempleo y la destrucción del salario real)".
- "Habrá que ver la extensión de
la parálisis, la profundidad del corte crediticio, el reacomodamiento sectorial y qué
secuelas van quedando para delinear el nivel de actividad a la salida de la
cuarentena".