Baja de aranceles a textiles: ¿una medida más efectista que efectiva?
El extitular de la FEM y empresario del rubro textil Adolfo Trípodi habló sobre la decisión del gobierno de bajar aranceles a las exportaciones de indumentarias e hilados y señaló que no cree que esto impacte en los precios.
Hace unas semanas, el ministro de Economía Luis Caputo anunció una baja a los aranceles de indumentaria e hilados, medida que entrará en vigencia en las próximas horas. El expresidente de la FEM y empresario del rubro textil Adolfo Trípodi habló con "Tenés que saberlo", por Radio Post 92.1, y señaló que es una medida más efectista que efectiva y que no cree que esto se traslade a los precios.
"La industria textil es una industria muy compleja, que tiene una extensa cadena de valor: me para que un pantalón llegue a un mostrador de una tienda, ha atravesado una serie de procesos larguísimos que empieza desde un hilado en una plantación de algodón o poliéster y así sucesivamente. A esta cadena de valor la atraviesan múltiples impuestos que se van sumando al precio. Con respecto a la medida en particular, yo creo que es más efectista que efectiva. Efectista porque llama la atención, yo no creo que esto en definitiva se traslade al mostrador efectivamente, el componente de un precio es mucho más complejo que una rebaja de, en el caso de las telas, un 8% en el impuesto de importación que antes estaba en el 35%. Creo que son medidas que ya hemos vivido en la Argentina, lo vivimos mucho en la época de Martínez de Hoz y después también con Cavallo", señaló Trípodi.
El empresario textil explicó que en cada proceso de la cadena de valor se van agregando costos y que eso suma al precio final: "Hasta llegar aquí, por lo menos han pasado cinco manos desde el productor del algodón, la hilandería, la tejeduría, la tintorería, la fábrica de tela y la fábrica de ropa. Cada una de esas etapas tiene una carga impositiva determinada y una estructura de precios que se va sumando. Por eso decía que más efectista en el sentido de que tiene mucha prensa, pero es mucho ruido y pocas nueces".
En referencia al aprovisionamiento de telas, Trípodi señaló que nunca han habido inconvenientes sino que siempre se ha movido por las demandas del mercado: "El mercado meta al cual vas es donde te indica qué producto vas a usar, de mayor o menor calidad. Entonces, en función del mercado meta es donde se orienta la fabricación, yo no voy a fabricar un vestido de supermarca para vender cinco. Entonces me oriento a donde me va dictando el mercado: si el mercado demanda cosas de medio, medio para abajo, yo me tengo que orientar ahí, porque si no corro el riesgo de no vender nada de lo que produzco. Oferta hay en cantidad, nunca ha habido dificultades en el abastecimiento en lo que refiere a materias primas para elaborar o para confeccionar. Ha habido mayores, menores precios, pero dificultades de aprovisionamiento no, lo que hay más bien son dificultades de la venta".
En referencia a las medidas que podría tomar el gobierno para poder disminuir el valor de los productos, el empresario señaló que hay que analizar la forma de bajar el costo de la inmensa cadena de valor: "Esa cadena de valor incluye un sistema impositivo, un sistema laboral, un sistema financiero, todo esto hace que yo, pequeño fabricante o mediano fabricante, tenga que tener en cuenta cuando voy a elaborar una prenda para ponerla arriba de un mostrador. Todo esto es cómo se forma un precio".
A su vez, mostró apoyo a la medida que exige a los comercios a discriminar los impuestos dentro del valor de un producto: "En un primer momento, vos advertirás que hay 25% de arranque: yo cada prenda o cada metro de tela que vendo pago 21% de IVA más 4,5% de ingresos brutos. Entonces en esa factura vos vas a ver que el 25,5% de ese precio está incluido por un impuesto en una etapa de la cadena. Si se trata de ingresos brutos, cualquier otra etapa anterior ya tributó también ingresos brutos. Si ese producto ha tenido tres intermediaciones, tenés casi 40% más de su precio impuesto. Partamos de la base de que me parece que la gente tiene todo el derecho del mundo de pelear por su ingreso, de defender su ingreso buscando precios más baratos y nuestra tarea como empresarios es ofrecer el mejor precio y la mejor calidad. Pero para competir en esto hay que competir en igualdad de condiciones porque estas historias ya las vivimos en la Argentina por lo menos en tres épocas del pasado reciente: Martínez de Hoz empezó, después siguió Cavallo y después siguió Macri con la misma música. Me parece que esto es tapar el sol con la mano y que esto no conduce al objetivo final que perseguimos todos, que es mejorar la calidad de vida de todos los argentinos".
En referencia a las ventas, el empresario señaló que la contención de la inflación se realizó a costa de una recesión brutal que llevó a que a principios de la gestión las ventas disminuyeran hasta un 40%: "Ahora se recuperó levemente, pero la baja de las ventas persiste. Esta disminución de la inflación de acuerdo a lo que hemos podido seguir por los medios, ha sido producto de una brusca disminución por ejemplo en jubilaciones, en algunos gastos del Estado. Pero yo creo que el motor de una economía sigue siendo el consumo, no hay crecimiento posible si no hay consumo. El consumo, a mi juicio, es la variable que hace girar el círculo virtuoso que es inversión - producción - consumo".