Mariana Flores, una soprano mendocina aclamada en Europa

Mariana Flores vive en el viejo continente desde hace dos décadas y desde entonces lleva su voz a los más importantes escenarios. Se ha consolidado como una intérprete clave del repertorio barroco, participando en producciones operísticas de la Ópera de París, el Gran Teatro de Ginebra, la Ópera Cómica (París) y la Ópera de Dijon, entre otros lugares.

-¿Cómo fueron tus comienzos como cantante?

-Empecé en la Escuela de Niños Cantores de Mendoza y continué la carrera de Música en la UNCuyo. En 2003 me fui a Basilea (Suiza) donde completé mi formación académica con orientación en música barroca durante cuatro años. Actualmente continúo mi formación vocal en Bolonia con el profesor Fernando Cordeiro Opa.

-¿Cómo llegaste a Europa y te instalaste allí?

-Lo de vivir en Europa es algo que imaginaba desde chica. Una vez fui con "Los Niños Cantores" y sentí que mi sueño era estudiar allá. Luego gané un concurso de una gran empresa de venta de combustibles en Buenos Aires y allí que me presentaron a la profesora Rosa Domínguez. Ella trabajaba en la "Scholla Cantorum Basiliensis", hice una audición y quedé seleccionada. Volví a Argentina para meditar una decisión muy importante y fue entonces que mi elección fue partir a Basilea. Tuve la suerte de ganar una beca que ofrecía ese cantón suizo, porque siempre tuve excelentes calificaciones. Con el dinero que obtuve anualmente, pude estudiar y vivir durante cuatro años.

-¿El mecenazgo funciona en Europa?

-Puedo decir que en Suiza sí funciona. Aquí hay estabilidad económica, familias, fundaciones y bancos que aportan con gusto dinero para el arte, la ciencia y la salud. Comprendo que en nuestro país hoy existen otras prioridades. Creo que hay que pasar la crisis y de a poco se irá reconstruyendo el arte.

-¿Qué es lo que más te gusta cantar?

-La música barroca de Hendel, de Mozart, las partituras de los italianos del siglo XVII. Me encanta la música inglesa del siglo XVI, la he cantado mucho y tengo con ella una profunda conexión. Suele sucederme algo extraño, cada vez que voy a Venecia o a Bolonia siento que ya he vivido antes en esas ciudades. En Bolonia particularmente me siento como en casa.

-¿Tu esposo también es un talentoso músico argentino?

-Sí, Leonardo García Alarcón nació en La Plata, Buenos Aires y en 1997 partió a Ginebra para seguir la carrera de clavecinista, organista y maestro de capilla. Nos conocimos en 2005, durante una pasantía de verano en un festival. Comenzamos a hacer música juntos, armamos "Capella Mediterranea" y tenemos dos hijos: Francisco y Lucía. Es un director con muchísimas ideas, propuestas y grandes proyectos. Posee una formación inmensa, actualmente tiene bajo su cargo la dirección del teatro "La Cité Bleue", por ejemplo, y es profesor en escuelas de altos estudios, ya que toca el clave, el órgano y además dirige cantantes y orquestas.

-¿Por qué decís que ser argentino en el exterior es un plus?

-El argentino siempre cae bien, es el pueblo más europeo de Latinoamérica y ha ganado mucho respeto. La gente tiene el recuerdo de que fuimos una potencia mundial en los años 50. Además, poseemos una gran cultura y contamos con grandes artistas. Podemos mencionar a figuras importantísimas: la mejor pianista del siglo XX, que sigue viva y en actividad es nuestra Marta Argerich. No podemos dejar de citar las brillantes carreras de Daniel Borenheim, Julio Boca, Jorge Donn, personas que han hecho carrera y han dejado un gran prestigio.

Ahora están también las nuevas generaciones, como mi esposo. Me atrevo a decir que a nivel internacional es muy reconocido, al menos en el medio de la música barroca. Nuestro ensamble "Capella Mediterranea" y su dirección son apreciados y valorados a nivel mundial y hemos estado presentes en los más grandes teatros de casas de ópera y en los mejores festivales.

-¿Has realizado reconocimientos a algunos compatriotas?

-En octubre de 2023 salió un álbum muy personal llamado "Alfonsina". Contiene canciones folclóricas argentinas y fue grabado con Quito Gato. En 2021 celebré el nacimiento de Astor Piazzolla con la "Orchestre Philharmonique de Radio France" antes de la reanudación del Concierto Monteverdi Piazzolla en el marco de los festivales de Saint Denis y Tannay con Capella Mediterranea.

-¿Has venido a cantar a Argentina?

-Sí y no tantas veces como me hubiera gustado. La última vez fue en noviembre del año pasado. Fuimos con "Capella Mediterranea" a presentar "Pecados capitales" en torno a una obra de Claudio Monteverdi. Fue el 27 de noviembre en el Colón. Para nosotros dos (Leonardo y yo) fue el premio mayor, quizás un broche de oro a nuestras carreras. No hay nada más lindo que cantar en el mejor teatro del mundo, dicho no solo por nosotros, sino por varios cantantes y directores reconocidos mundialmente. Además, estar en presencia del público argentino, tan ávido de arte fue una experiencia realmente increíble. Uno no es profeta en su tierra, lo sé y esperamos volver lo más pronto posible. Me haría muy feliz cantar en mi provincia, recibir una invitación de alguna orquesta quizás. Este año cumplo veinte años de mi partida.

-¿Proyectos futuros?

-Lo más importante en el verano europeo es cantar el rol de Minerva y Amor en "Il ritorno d'Ulisse in Patria" de Claudio Monteverdi en Aix-en-Provence (Francia) bajo la dirección de Leonardo García Alarcón con la Capella. Lo próximo será una creación sobre música de un desconocido compositor romano, que resultó ser un gran polifonista. Eso sucederá el próximo 1 de junio. Siguiendo con los desafíos, vamos a grabar el disco de una misa bellísima de Giovanni Colonna, un compositor boloñés y grabaremos también el "Dixit dominus" de Handel.

Para quienes quieran conocer más sobre nuestras funciones realizadas y nuestra música, los invito a visitar mi página: marianaflores.com