Ramiro Navarro y su experiencia en Hollywood: "Como productor no sé si alguien pueda aspirar a algo más"

En un evento realizado en el Teatro Egipcio de Hollywood se presentó la película "My Penguin Friend", la cual se encuentra producida por el mendocino Ramiro Navarro y que cuenta con las actuaciones de Jean Reno, Adriana Barraza, Nicolás Francella y Alexia Moyano, entre otros. En diálogo con Gabriel Conte, Evangelina Argüello y Hernán Bitar en "Tenés que saberlo", por Radio Jornada 91.9, el productor contó las sensaciones de esta obra que se estrenará en Argentina en septiembre.

"Hicimos el estreno en el Teatro Egipcio, que está junto al Teatro Chino y con todo lo que está ahí, en esa parte de Hollywood, son los más antiguos. Creo que el Teatro Egipcio es de 1922 y lo compró Netflix hace poco y lo remodeló, está muy lindo. Tuvimos la suerte de tenerla a Adriana Barraza, que es una tremenda actriz mexicana, que estaba filmando en México una de las primeras películas de superhéroes tipo Marvel. Terminó de grabar a las 4 de la mañana y a las 5:30 ya estaba en un avión. Estuvo Jean Reno, de los chicos de Argentina solo pudo venir Alexia Moyano, pero están Nicolás Francella y Rochi Hernandez.

Fue un evento muy lindo, la peli gustó un montón, estrenamos ahora el jueves en más de 1500 salas acá en Estados Unidos y en el resto del mundo, a través de Universal, son casi 45 países, en Argentina va a ser en septiembre. Estoy super contento, como productores no sé si alguien puede aspirar a algo más", señaló Navarro.

El productor narra que siendo del interior es "10 veces más difícil que estando en una capital" y señaló que cada vez que visita Buenos Aires exprime cada minuto como cuando iba las primeras veces: "Fue muy importante en el último tiempo, si bien en esta película no tuvo nada que ver pero en la construcción sí, las herramientas de gobierno que vos podés traer inversiones al país o a las provincias. Nosotros veníamos de hacer Papá al rescate para Netflix, Mensaje en una botella para Amazon, después trajimos Simón de la Montaña que quedó en Cannes. Toda esa construcción de películas es lo que en algún punto te habilita. En esta película yo no dejé de estar en una terna compitiendo con las empresas más grandes de Latinoamérica. Si vienen a la Argentina las otras dos, son empresas infinitamente más grandes que la mía. Pero al ser filmada en Chubut, todo esto fue en nuestra Patagonia, por eso tomó la importancia de haber construído desde el interior. Yo sabía que esta película iba a ser en una pingüinera, protegida por la Unesco. Era dificilísimo filmar ahí y por ahí entró un poco la muñeca de uno política, o de conocer el paño de cómo es el diálogo con una provincia y nos terminamos quedando con la peli".

El artista señaló la magnitud de trabajar con un actor como Jean Reno y contó una anécdota: "Estábamos en Brasil, yo fui al rodaje porque estábamos en la transición, venía toda la gente a la parte Argentina que íbamos a grabar. Sabíamos que le gustaba una bebida muy barata que se llama pastis. La conseguimos en la triple frontera en Paraguay, no se conseguía. Y esa noche, uno lo mira y para uno es un colega, para mí actor o actriz son colegas, pero con este tipo de actores uno se pone un poco cholulo, es una figura que creciste viéndola. Son tipos legendarios. Super humilde, nos quedamos tomando toda la noche. La verdad que ves el oficio, fue una película difícil, con muchas horas en el mar, hay que tirar y nadar. Fue una película muy física para la edad de él, ya está grande y se la recontra bancó. Fue un gustazo".

En referencia a la película, Navarro contó que está basada en una historia real y que narra la historia de un pescador y su amistad con un pingüino: "Joao es un pescador que vive en Brasil y se le muere un hijo ahogado. 10 años después, cuando va caminando por la playa, una ola trae un pingüino moribundo y empetrolado. Él lo levanta, lo ve como una señal divina, fue el mismo día, se lo lleva a su casita a la orilla de la playa, lo cura y lo adopta como una mascota. A los dos o tres meses, lo devuelve al mar y el pingüino se va y hace su migración, vienen de Brasilia nuestra Patagonia, son casi un millón de pingüinos que vienen. Se aparean, ponen los huevos, nacen los pichones y cuando el clima cambia, hacen otra vez la migración a Brasil. Pero este pingüino, en vez de seguir con su migración, se desvía y va a la casa de Joao. Eso lo hizo por 8 años consecutivos. En el segundo o tercer año, se empezó a hacer conocida la historia y al tercer año ya estaban todos los medios esperando. Esa historia fue la que permitió generar leyes de cuidados ambientales, fue una historia muy grande en términos de cambios ecológicos por el cuidado del mar, el petróleo, cómo se recicla la basura. En la película está toda esa historia y más, la fuerza de la amistad natural", narró.

En esa línea, el productor contó: "Hubo un momento en el que DinDim no llegó más a la casa de Joao. Es la naturaleza, se lo puede comer un lobo marino o se puede morir. No es de ahora esta historia, tiene varios años, él había parado de ir hace 4 años. Hicimos la película y me acuerdo una noche, el celular se me detonó de mensajes y era que DinDim había vuelto, el mismo año, creo que fue el año pasado. Un poco esa es la historia, obviamente tiene un guión atrás, están los biólogos que son toda la parte de la Patagonia nuestra, que estudian a los pingüinos interpretados por Nico Francella, Alexia Moyano y Rochi Hernández y hay toda una historia construída en base a esa historia real"

El productor confirmó que la película se estrenará en Argentina el 12 de septiembre y rescató la importancia de la incentivación estatal para la industria: "Por ahí no se conoce mucho, pero estos incentivos están en todas las industrias: en la automotriz, en la vitivinícola, en todas las industrias, el Estado está presente con algún tipo de incentivo. En este en particular, es bastante bueno porque si vos conseguís la información y la locás en Mendoza, el Estado de esa inversión devuelve un porcentaje. Si bien esta película la hicimos en la Patagonia, el resto fueron activaciones que a Mendoza le vino enormemente bien no solo en términos económicos. El Estado invierte un dólar y te vienen 5 más o menos, o 7. El resto del mundo, si mirás el mapa de dónde están los grandes polos audiovisuales de cine, series y todo, la competencia era muy alta, realmente ponen mucho dinero para llevarse esas producciones a esos países".

En referencia al actual programa que hay en Mendoza, Navarró contó que el gobierno ha decidido continuarlo y que es importante sostenerlo: "En un año en donde está complicado todo como sabemos, el cine aún más. El cine entró a un ring de boxeo donde le dieron por todos lados: primero vinieron las plataformas, que desalentaron un montón, para el productor el cine es una caja muy importante, cuando una película va bien, esa recaudación es muy buena para el productor. Cuando entraron las plataformas, fue lo primero que le sacó una gran cuota de consumo aunque hace seis meses, su modelo no funcionó, colapsó. Disney cerró en Chile, tienen ejecutivos despedidos todos los días porque el tamaño de suscriptores que les alimentaban su presupuesto no era condescendiente con lo que estaban gastando en producciones. Si vos tenés un sueldo de un millón de pesos no podés gastar todos los meses 4, y ellos para sostener o atraer a los suscriptores a sus plataformas, tenían que hacer ese gasto, pero no funcionó sin publicidad. Ahora casi todas las plataformas van a abrir la publicidad porque necesitan ese presupuesto para seguir operando".

Finalmente, señaló que producir en Argentina es un lío y que es necesario tener herramientas que puedan servir al momento de realizar una producción: "Imaginate cuando le explicamos a los gringos los tipos de dólar. Tener herramientas de la política, que te ayuden a competir en el mundo a través de producciones es muy bueno para todos, en las producciones damos trabajo a una cantidad de personas desde cualquier ángulos, desde la carpintería, el equipo técnico, servicio, hoteles. Lo comparo con la construcción y se queda chiquita la construcción, nosotros ejecutamos el valor de un edificio en 4 o 5 meses. El impacto económico que tiene es enorme, es un shock de dinero que entra muy rápido", concluyó.