Con ilustraciones de Casciani, editaron en Mendoza "El hombre que fue Jueves", de Chesterton
Editorial Y Una Vaca nace nada menos que "El hombre que fue Jueves", de Chesterton. Una valiosa reedición con color mendocino, de la mano de un apasionado por la obra del genial autor y pensador británico.
Apasionado por la obra de Gilbert Keith Chesterton, el filósofo, periodista y escritor británico fácilmente identificable solo por su apellido, aunque adquirió la fama como "G. K. Chesterton", el abogado mendocino Alejandro Jofré lanzó su propio sello editorial, Y una vaca, solo para darse el gusto de reeditar las grandes obras del autor, y algo más, si surgiere, siempre que pertenezca a la gran literatura.
Empezó nada menos que "El hombre que fue Jueves", con portada e ilustraciones de Andrés Casciani, que lo destacarán en vidrieras, anaqueles y mesones de las librerías, seguramente, en los próximo días.
El nombre de la editorial: Y Una Vaca
Jofré tomó el nombre que le dio a la editora de la teoría distributista de Chesterton que defiende la pequeña propiedad de cada familia bajo el lema "Tres acres y una vaca".
El prólogo y lo que viene
Jofré -que además coordina la Revista de Derecho Administrativo- escribió en el prólogo:
"Gilbert Keith Chesterton (1874 - 1936) es el hombre que vislumbró como casi ningún otro, la crisis moral de este siglo. Considerado por muchos el profeta de este tiempo, paradojista o simplemente un crítico agudo de casi absolutamente todos los temas que implican al hombre, su familia y la libertad, nos regaló una obra literaria fantástica en donde expresaba su universal forma de ver el mundo. Poeta, polemista y periodista, no alcanzan estas pocas expresiones para dimensionar el impacto real en las letras de la humanidad, habiendo influenciado a grandes autores como C. S. Lewis, Neil Gaiman, Ronald Knox, entre otros. Iniciamos esto que pretendemos sea una colección de su obra literaria, para mantener viva la llama que nos han legado.
Esta obra reúne grandes artistas, ya que no solo vamos a poder leer la obra de G. K., sino que lo presentaremos en la traducción del poeta, escritor, ensayista y crítico mexicano Alfonso Reyes (1889 - 1959), quien le aporta a la traducción una inmejorable perspectiva en la lengua española.
Desde la ilustración, el argentino Andrés Casciani (1982) le aporta un aspecto único a la pesadilla (subtítulo de la obra) interpretando el texto de G. K. La obra de Chesterton es visual, ya que él mismo era un gran dibujante. Por eso mismo, entendemos que el trabajo de Casciani es ideal para colocar junto a estas letras, la imagen que mejor la representa.
Finalmente, la Editorial Y Una Vaca, una microscópica editora que busca ser un emprendimiento pequeño y distributista sobre G.K. También esperamos traer otros autores en un futuro cercano de la talla de Chesterton, o de una talla menor, pero de gran vuelo literario. Es este nuestro propósito. Y así hemos encontrado al fin cosas en común, y acuerdo y un credo, y ahora puedo escribir sin riesgos, y tú, sin riesgos puedes leer".
La obra
El hombre que fue Jueves, una de las novelas más populares del escritor y polemista británico G.K. Chesterton, pertenece a una variedad literaria peculiar. Aunque su revestimiento externo es el de una ingeniosa trama policiaca, donde el suspense y la sorpresa juegan un papel destacado, la crítica ha creído ver en esta obra una novela de tesis; también una fantasía policiaca, un relato onírico, o un panfleto político.
El fino sentido del humor de Chesterton lanza sus venablos envenenados contra la filosofía de Schopenhauer, encarnada en el profesor de Worms, contra el pensamiento de Nietzsche o la ideología anarquista emergente de su tiempo. Según Chesterton, se trataba de un nuevo tipo de novela, una historia en la que se tipifican pensamientos modernos, pero no con argumentos, sino con incidentes simbólicos: una comedia alegórica.
Su proverbial ingenio le permitió contar dos historias a la vez: una entretenida y superficial, y otra trascendente y enigmática, vinculando los acontecimientos del relato con versículos bíblicos, aunque fue lo suficientemente inteligente para que este mensaje no ahogase la historia: prefirió que la liviandad y el sentido del humor primasen ante cualquier otra consideración al narrar las aventuras del detective y poeta Gabriel Syme en su cruzada fantástica contra una conspiración anarquista, en un Londres emblemático, la ciudad del fin de los días, un enorme Leviatán en el que se libra la batalla definitiva entre el Bien y el Mal.