Qué cambios habría en los bancos durante la segunda ola de covid-19
Se analizan modificaciones en los regímenes de asistencia de sus empleados. Sergio Giménez, titular de La Bancaria Mendoza, afirmó que por ahora no pedirían el cierre total.
En el marco de la segunda ola de coronavirus, las diferentes instituciones de la sociedad vuelven a analizar si deben o no tomar medidas restrictivas para seguir funcionando y que los contagios no se repliquen. Para conocer, puntualmente, qué harán los bancos de la provincia en este sentido, el principal consultado fue el secretario general de la Asociación Bancaria Mendoza.
En diálogo con Memo, Sergio Giménez comentó que se están analizando algunos cambios en las dinámicas internas de trabajo de los establecimientos bancarios. Al día de hoy, hay sucursales que permanecen con un régimen de 15 días de asistencia al edificio por 15 días de modalidad pasiva o teletrabajo por parte de sus empleados.
"Se están analizando esos cambios, pero hay también una adecuación a las resoluciones provinciales. En Mendoza son 10 días corridos de aislamiento cuando la persona se contagia o ha tenido contacto estrecho. En Buenos Aires son 14 días. Hay toda una readecuación a esas normativas que emiten los bancos a nivel nacional para que se implementen en las provincias. Por supuesto, cumpliendo con cada una de las recomendaciones que emite la Nación, la Provincia y los municipios", remarcó el dirigente gremial.
Respecto a si han notado un aumento en la cantidad de contagios de covid-19 de los empleados bancarios, Giménez determinó que hasta el momento no han registrado una suba significativa que justifique el cierre de las sucursales.
"Ha habido un reacomodamiento de la dotación y se trata siempre de mantener una continuidad operativa porque el usuario del sistema necesita del banco indefectiblemente. Hay que atender esas necesidades de los clientes, tanto bancarios como los de la Seguridad Social o Previsional", puntualizó el titular de La Bancaria mendocina.
Del cierre total a los turnos previos
Cabe recordar, que cuando comenzó la pandemia y con ella llegó el primer decreto presidencial que estableció el aislamiento social, preventivo y obligatorio de todos los argentinos, los bancos debieron cerrar totalmente sus puertas durante más de dos semanas. Sin embargo, según el análisis que compartió el dirigente sindical, hoy no habría necesidad de llegar a tal extremo.
"Desde que reabrieron, el 13 de abril de 2020, se trabajó sólo con esquema de turnos, que es el que se mantiene al día de hoy para los clientes bancarios. Hay algunas excepciones para empresas o sector de pymes que necesitan extracciones de montos elevados, para retiros o depósitos, que se hacen sin turno previo. Y otro universo de operaciones que siguen precisando turno", marcó Giménez.
Profundizando, explicó que el cierre -o no- actualmente se define más que nada por el tamaño de la sucursal. "Nosotros tenemos Banco Nación, con más de 850 trabajadores, y Supervielle, con 450; otros medianos, con 150 y algunos pequeños, con entre 8 y 10. Si aparece un episodio en una sucursal de los dos bancos grandes, la cantidad de personal permite hacer un corrimiento y no tener que cerrar la sucursal, con lo que eso implica. Porque hay sucursales en lugares alejados que son únicas y se complejiza si se cierra. Allí se trabaja con equipos de reemplazo", se explayó el sindicalista.
Los jóvenes, los que más docencia precisan
En su panorama descriptivo, Giménez también confesó que si bien nunca se dejaron de mantener las medidas de cuidado protocolares, por la meseta en la cantidad diaria de contagios que hubo sobre todo en los meses de verano, la intensidad de la aplicación disminuyó.
"Lo que estamos pidiendo ahora a nuestros compañeros y compañeras delegados es que se vuelva a la limpieza y desinfección intensiva que se hacía antes. Se había relajado un poquito. Así que estamos solicitando volver a esa dinámica de sanitización de los escritorios, de los cajeros. El correr del tiempo hizo que se relajara un poco", reconoció el secretario de La Bancaria.
En el mismo sentido, aseguró que como representante de los trabajadores le toca "hacer docencia sobre mantener las burbujas internas en las entidades, el uso de los barbijos con los más jóvenes sobre todo, que es con los que cuesta más, y las recomendaciones de que tengan una vida social de cuidado".
"Mayoritariamente los contagios vienen de afuera hacia adentro de las entidades. En tiempos de resguardos (por las dinámicas 15 por 15), allá por junio, julio, los compañeros que estaban con teletrabajo se contagiaban en la casa. Parece que el año que hemos pasado no nos ha dejado mucha experiencia. Hoy vuelve esta ola y tenemos que estar diciendo las mismas cosas que decíamos en 2020 para esta época", concluyó.