Qué escenario nos encontraríamos si el PBG cae más que en el 2002

"Creo que la caída del producto bruto va a ser muy marcada, sobre todo en las zonas urbanas. No podría hablar de un número, pero vamos a estar hablando de una caída, creo yo, superior a la del 2002. Hay que ver cuánto dura". Con esa definición el ministro de Economía, Enrique Vaquié, explicó la complicada situación de Mendoza en medio del aislamiento obligatorio y el efecto que tendrá la paralización de la mayoría de las actividades productivas en el empleo y el Producto Bruto Geográfico (PBG).

El funcionario provincial aclara que todo dependerá de cuánto dure la paralización productiva en la provincia, pero anticipa un escenario peor al de un período crítico del país en el que el PBG de Mendoza cayó un 7,5% en 2001 y un 6,6% en el 2002, según las estadísticas de la DEIE. Recién en 2003 se registró una recuperación con un crecimiento del PBG de más del 20%.

En 2019 el PBG de Mendoza perdió un 1,5% respecto al 2018, lo que ya era un dato negativo que se profundizará mucho por el impacto de la cuarentena. Si, hipotéticamente, se registrara una caída del 7,5% (como en 2001), el nivel producto bruto caería a cifras equivalentes a las del 2006, cuando recién se estaban dando los primeros años del proceso de recuperación de la economía. Si la caída es mayor a ese porcentaje volveríamos a niveles de 2005 o 2004, algo que se podrá proyectar recién al momento que se inicie la reactivación.

Si tomamos el PBG del 2019 (en miles de pesos a 1993, forma en que se mide para comparar valores constantes), nos encontramos que un impacto -hipotético- del 7.5% en los 13.493.365,5 significarían una baja de 1.012.002,4, llevando el PBG a un total de 12.481.363,1. Ese valor nos haría retroceder y ubicarnos entre el PBG de 2006, que fue de 12.259.304,0, y el de 2007, que fue de 12.770.718.

La preocupación es aún mayor si consideramos que el turismo, una de las actividades que mayor incidencia tiene en el producto bruto actual, está totalmente paralizado y no se prevé una recuperación durante todo lo que resta del año. Por eso, la pandemia y las medidas para mitigarla, terminarán por marcar un hito negativo nunca antes visto en Mendoza que podría llevar a la provincia a un escenario en el que nunca pensó estar, ni en el peor de los pronósticos.

"La tormenta perfecta", como llamó el ministro Nieri a esta crisis, se completa con una industria petrolera en problemas propios de la pandemia y también de los mercados del crudo a nivel internacional. El resto de las actividad (elija cualquiera), también tiene problemas y el impacto de los mismos dependerá del tiempo que dure el aislamiento sin posibilidad de reactivación productiva.

La recuperación de la mano de...

Desde que se inició la recuperación en el 2003, el PBG de Mendoza creció más de un 73% si consideramos las cifras de ese año y de 2019 (en miles de pesos de 1993). Hoy, a priori, el impacto de la pandemia y sus medidas de mitigación podrían significar un retroceso de más de un década de trabajo.

En ese camino de recuperación hubo sectores que fueron claves y que crecieron a niveles superlativos, como la construcción. En el período 2002-2003 creció más de un 45%, acompañada de otros crecimientos que están muy lejos de las bajas y subas mínimas que se han registrado en los últimos años.

Por eso, con los números del PBG nos damos cuenta que esos sectores que fueron claves en ese crisis, en la actualidad venían golpeados antes de la pandemia y con más indices negativos que positivos en la última década. Pero más preocupante es que, aunque Mendoza recupere los niveles de 2019, no será suficiente porque ese índice dejaba a la provincia funcionando con lo justo y sin margen de acción..

La pandemia vino a golpear a Mendoza en un momento muy duro, en el que ya hacía imperioso sumar actividades productivas, tal como lo dijo ayer el gobernador en su discurso del 1° de mayo. 

Si tomamos como ejemplo solamente la construcción, que fue puntal en la recuperación en 2003, hoy es un sector complicado que antes de que tuviéramos aislamiento social pedía a los legisladores locales que se aprobara el financiamiento que el gobernador Rodolfo Suarez solicitó para activar la obra pública. Eso no se aprobó, por lo que esa actividad no será un motor reactivador -por lo menos- en el corto plazo.

Si somos realistas, el panorama es muy malo, el Ejecutivo tendrá una labor muy complicada por delante y ahora en una situación incómoda se verá obligado a buscar nuevos sectores que empujen la matriz productiva para recuperar el nivel del PBG y elevarlo, porque ya estaban viviendo con lo justo.